Ante los fatales y tristes acontecimientos que enlutaron nuestro país ayer en Curuguaty, donde murieron más de 15 compatriotas, el Sindicato Nacional de Educadores Jekupytyrâ se  dirige a la opinión pública para expresar cuanto sigue:
 
1.       Nuestra condolencia a los familiares de los campesinos y policías muertos ayer en este inexplicable enfrentamiento. Lamentamos que compatriotas trabajadores como los policías y campesinos se masacren por intereses de inescrupulosos y egoístas terratenientes.
 
2.       Nuestro repudio a la inmoral ostentación de las tierras en Paraguay, como  las que están en  manos de Blas N. Riquelme, que fueron incluidas en el informe final de la Comisión de Verdad como tierras mal habidas. El verdadero culpable de este y otros enfrentamientos entre hermanos paraguayos es la violencia estructural que se vive en el país. La violencia más alevosa que sufrimos es la posesión de las tierras, donde el 2% de los propietarios acapara el 90% de las tierras; donde más del 25% de las mismas son mal habidas.
 
3.       Responsabilizamos a los tres poderes del Estado, especialmente al Judicial y al Legislativo por estos hechos, porque fueron los dos poderes que en los anteriores gobiernos y durante el actual obstaculizaron la realización de la reforma agraria y la democratización de las tierras en Paraguay. Muchos de ellos, como el que hasta hace poco senador Blas N. Riquelme, fueron beneficiados en tiempo de la dictadura por tierras en forma ilegal e ilegítima. Lamentamos que la defensa de las tierras mal habidas esté por encima de las vidas humanas.
 
4.       Exigimos cese de las represiones y respeto a los derechos humanos. Los familiares de los campesinos asesinados merecen también condolencias y los heridos atención médica  en los centros asistenciales. El campesino y comunicador Rubén Villalba, integrante del Movimiento Agrario del Paraguay, murió ayer en el lugar de la batalla cumpliendo su labor por falta de atención, momentos después de pasar una crónica a una radio capitalina. Los campesinos trabajadores son también paraguayos y seres humanos como los hermanos policías caídos ayer.
 
5.       Exigimos el esclarecimiento de los hechos y castigo a los responsables. Castigo para los asesinos mimetizados entre los campesinos, pero también a los responsables de los asesinatos de inocentes campesinos y luchadores sociales. En los últimos 20 años cerca de 100 campesinos fueron asesinados por causas relativas a las tierras, pero casi ningún autor material ni moral fue castigado.
 
6.       Sin la democratización de las tierras, sin la reforma agraria, no habrá justica social en Paraguay. La reforma agraria es un derecho humano fundamental para los trabajadores agrarios.
 
7.       Convocamos a los sectores progresistas, a los trabajadores, docentes y ciudadanía en general a unir esfuerzos e impulsar los cambios que beneficiarán a la mayoría. Ya no vuelta al pasado, sí a la profundización de los cambios políticos, económicos y sociales.
 
Asunción, 16 de junio de 2012
 
Comisión Directiva,
SINDICATO NACIONAL DE EDUCADORES JEKUPYTYRÂ –MBO’EHÁRA ÑAMONGU’E JEKUPYTYRÂ