Editorial
 
Abril es un mes de resistencia, movilización y lucha cam­pesina en todo el mundo. El 17 recordamos el Día Inter­nacional de la Lucha Campesina, en conmemoración a la cruel matanza del Dorado dos Carajás, que tuvo lugar en el estado de Pará, Brasil, hace 16 años, cuando aproxima­damente 1500 campesinos y campesinas del Movimien­to Sin Tierra, fueron atacados por policías militares. Hasta hoy no han recibido castigo ni condena los responsables de este atentado, donde perdieron la vida 19 personas y 69 resultaron heridas.
 
En nuestro país continuamos luchando por frenar la inva­siva injerencia del proyecto imperialista en nuestro sue­lo, condenamos las ofertas que se lanzan desde el Estado para los “inversores extranjeros”, ya sea en los asuntos mineros o para el acaparamiento de nuestras tierras agrí­colamente más fértiles, dando oportunidad a las multi­nacionales para que se instalen cómodamente en nues­tro territorio, como es el caso de Bunge y ADM, que han abierto filiales en el país en los últimos tiempos, con el aplauso del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
 
Al cumplirse 4 años de la alternancia política, con la caí­da de la ANR y la asunción de Fernando Lugo como presidente, gracias al apoyo de las fuerzas populares; podemos concluir que hemos tenido avances y retro­cesos. Es importante resaltar que se han conquistado aperturas políticas para iniciar procesos democráticos incluyentes, orientados a paliar la gran desigualdad im­perante en nuestro país. Pero a pesar de la incesante lucha y la permanente movilización, es preciso señalar que son apenas incipientes los logros que ha obtenido el sector popular, en el cumplimiento efectivo de sus derechos, ya que es muy difícil combatir las prácticas burocráticas y prebendarías que han imperado durante 60 años de gobiernos colorados al servicio del sistema imperial, donde se han priorizado los interés de una pe­queña minoría y se ha dejado a la mayoría empobrecida y postergada.
 
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ÑE’Ê ROKY, PALABRA (IN) SURGENTE: Palabra que brota, que nace, y al mismo tiempo que se levanta, que se subleva. Es una voz nueva, que está surgiendo, pero también una voz insurgente desde la crítica de las mujeres del sector popular.