Greenpeace hace cumplir Protocolo de Bioseguridad, acuerdo que la OMC pretende boicotear

2003-09-12 00:00:00

Acción directa de la ONG para detener el ingreso del primer embarque
de maíz transgénico desde la entrada en vigor del convenio
vinculante

Veracruz, Ver, 12 de septiembre de 2003.- Dado que la Organización
Mundial del Comercio (OMC) está determinada a hacer todo lo posible
para dejar a los países en desarrollo a merced de Estados Unidos y
las empresas agrobiotecnológicas, como Monsanto, Greenpeace detuvo
el primer embarque de maíz modificado genéticamente modificado que
llega a México desde la entrada en vigor del Protocolo de Cartagena
(ayer 11 de septiembre), convenio internacional con rango
constitucional, que reconoce el derecho de las naciones a rechazar
los organismos transgénicos.

Debido a que este Protocolo reconoce el derecho de los países a
rechazar los OGM y establece que las naciones deben tomar medidas
para evitar los efectos adversos de los transgénicos, con base en el
principio precautorio, Estados Unidos y las transnacionales
agrobiotecnológicas están intentando debilitarlo y llevar el tema de
los OGM al terreno de la OMC.

A las 6:50 de la mañana, activistas de Greenpeace se encadenaron al
ancla del buque Ikan Altamira, que transporta 40 mil toneladas de
maíz con un alto porcentaje de transgénicos y altamente subsidiado.
El Ikan, barco con bandera de Singapur y procedente de Estados
Unidos, entregaría su cargamento en el Puerto de Veracruz, el más
grande de México. El cargamento pertenece a la transnacional
Cargill.

Con las importaciones de maíz transgénico procedentes de Estados
Unidos, México infringe el Protocolo de Cartagena sobre
Bioseguridad, por lo que la organización ambientalista Greenpeace se
vio en la necesidad de aplicar esta ley, a fin de proteger el centro
de origen y diversidad del maíz de la contaminación genética.

"Esto es lo que el gobierno mexicano debería estar haciendo para
cumplir con su responsabilidad de proteger el centro de origen y
diversidad del maíz, uno de los tres granos más importantes para la
seguridad alimentaria mundial. Si antes las importaciones de grano
transgénico a precio dumping o artificialmente barato, eran una
amenaza para nuestra biodiversidad y para el sustento de millones de
campesinos, hoy además son ilegales por lo que deben ser suspendidas
ya. Estamos ante una situación de emergencia, estamos enfrentando la
contaminación genética de uno de los granos más importantes, debido
a las exportaciones a México de grano transgénico altamente
subsidiado. Este cargamento debe ser enviado de regreso a Estados
Unidos y las importaciones de maíz transgénico deben ser prohibidas
ya", aseveró Liza Covantes, coordinadora de la campaña de ingeniería
genética de Greenpeace México.

El impacto de las reglas de libre comercio que auspicia la OMC en la
agricultura es uno de los temas más complejos que será discutido en
esta reunión ministerial. Para los países del sur, el libre comercio
en la agricultura es en realidad comercio opresor, comercio forzado,
pues están siendo obligados a aceptar importaciones masivas de
granos a precios dumping de parte de los países ricos del norte. El
caso del maíz mexicano es visto por muchas naciones y por las
organizaciones como un alarmante ejemplo de lo que sucede cuando los
países son obligados a abrir sus mercados a las exportaciones
subsidiadas de las naciones del norte, en este caso de Estados
Unidos. México ha sido inundado con millones de toneladas de maíz
transgenico altamente subsidiado y de baja calidad procedente de
Estados Unidos desde que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN), lo que ha colapsado la enconomÍa del
maÍz y devastado el modo de vida de millones de campesinos y sus
familias. Dado que la tercera parte de esas importaciones dumping de
maíz corresponde a variedades transgénicas, las variedades nativas
de maíz se han contaminado genéticamente.

"En el contexto de la reunión de la OMC que se lleva a cabo en
Cancún y de la entrada en vigor de este importante AMA, Greenpeace
hace un llamado a los gobiernos del mundo, y en especial al de
México, a tomar medidas para garantizar que el Protocolo de
Bioseguridad prevalezca sobre los dictados de la Organización
Mundial del Comercio y sus reglas de libre comercio ambiental y
socialmente destructivas", afirmó Liza Covantes.

En la reunión de la OMC Estados Unidos está intentando defender el
dumping de sus productos hacia los países pobres y está presionando
para que estas naciones desprotejan totalmente a sus productores –el
maíz que vende a México llega a un precio 30% inferior al de su
precio de producción--. Al mismo tiempo, Estados Unidos está
defendiendo los intereses de las transnacionales agrobiotecnológicas
como Monsanto en la OMC, al tratar de utilizar esta instancia
comercial como la arena en la que se diriman conflictos sobre este
tema y al amenazar con sanciones comerciales a las naciones que
busquen tomar precauciones para el manejo transfronterizo de OGM.

El dumping de maíz transgénico procedente de Estados Unidos
representa una amenaza para los campesinos y para las variedades
nativas de esa especie, pues la contaminación genética es
irreversible.

Greenpeace advirtió desde 1999 que variedades genéticamente
modificadas de maíz estaban entrando a México y que podrÍan
contaminar las variedades nativas, por lo que desde entonces
solicitó al gobierno mexicano prohibirlas, dado que México es centro
de origen y diversidad de este cultivo. Las variedades de maíz que
han sido desarrolladas y mejoradas durante miles de años por
indígenas mexicanos representan uno de los reservorios genéticos más
importantes para garantizar la seguridad alimentaria mundial.

En agosto pasado, Greenpeace llevó a cabo una demostración pacífica
en Nuevo Laredo, Tamaulipas, para exigir que se detuvieran las
importaciones de maíz procedentes de Estados Unidos.