Pronunciamiento de Cancún de la Vía Campesina
Más vale un no acuerdo que un mal acuerdo:
Las miles de soluciones están en manos de los pueblos
Foro Global por la Vida, y la Justicia Social y Ambiental (4 al 10 de diciembre de 2010)
Los miembros de La Vía Campesina de más de 30 países de todo el mundo juntamos nuestras miles de luchas en Cancún para exigir a la Cumbre sobre Cambio Climático (COP 16), justicia ambiental y respeto a la Madre Tierra, para denunciar los ambiciosos intentos de los gobiernos, principalmente del Norte, de comercializar todos los elementos esenciales de la vida en beneficio de las corporaciones trasnacionales y para dar a conocer las miles de soluciones para enfriar el planeta y para frenar la devastación ambiental que hoy amenaza muy seriamente a la humanidad.
Tomando como principal espacio de mobilización el Foro Alternativo Global por la Vida, la Justicia Social y Ambiental, nosotras y nosotros celebramos talleres, asambleas, reuniones con nuestros aliados y una acción global que llamamos los miles de Cancún y que repercutió por todo el planeta y hasta en las mismas salas del Moon Palace de la COP 16. Esta acción del 7 de diciembre, tuvo como expresión de nuestra lucha una marcha de miles de miembros de La Vía Campesina acompañados por los indígenas Mayas de la península mexicana y nuestros miles de aliados de organizaciones nacionales e internacionales.
La mobilización hacia Cancún inició desde el 28 de noviembre con tres caravanas que partieron desde San Luis Potosí, Guadalajara y Acapulco, que recorrieron los territorios más simbólicos de la devastación ambiental pero además de las resistencias y las luchas de las comunidades afectadas. El esfuerzo de las caravanas fue un trabajo conjunto con la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, el Movimiento de Liberación Nacional, el Sindicato Mexicano de Electricistas y cientos de pueblos y personas que nos abrieron las puertas de su generosidad y solidaridad. El 30 de noviembre arribamos con nuestras caravanas a la Ciudad de México, celebramos un Foro Internacional y una marcha acompañados de miles de personas y cientos de organizaciones que también luchan por la justicia social y ambiental.
En nuestra jornada hacia Cancún, otras caravanas, una de Chiapas, otra de Oaxaca y una de Guatemala, después de muchísimas horas de viaje, se unieron en Merida para celebrar una ceremonia en Chichen Itza y finalmente llegar a Cancún el 3 de diciembre para instalar nuestro campamento por la Vida y la Justicia Social y Ambiental. Al día siguiente, 4 de diciembre, abrimos nuestro foro y así dimos inicio a nuestra lucha en Cancún.
¿Por qué llegamos a Cancún?
Los actuales modelos de consumo producción y comercio han causado una destrucción medio ambiental de la cual los pueblos indígenas, campesinos y campesinas somos las principales victimas. Así que nuestra mobilización hacia Cancún y en Cancún es para decirle a los pueblos del mundo que necesitamos un cambio de paradigma de desarrollo y economía.
Hay que trascender el pensamiento antropocéntrico. Hay que reconstituir la cosmovisión de nuestros pueblos, que se basa en el pensamiento holístico de la relación con el cosmos, la madre tierra, el aire, el agua y todos los seres vivientes. El ser humano no es dueño de la naturaleza, si no que es parte de todo lo que tiene vida.
Ante esta necesidad de reconstituir el sistema, el clima, la madre tierra, denunciamos
Que los gobiernos continúan indiferentes ante el calentamiento del planeta y en vez de debatir sobre los cambios de políticas necesarias para enfriarlo, debaten sobre el negocio financiero especulativo, la nueva economía verde y la privatización de los bienes comunes.
Las falsas y peligrosas soluciones que el sistema capitalista neoliberal implementa como la iniciativa REDD+ (Reducción de emisiones por deforestación y degradación); el MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio), la geoingeniería, representan comercialización de los bienes naturales, compra de permisos para contaminar o créditos de carbono, con la promesa de no talar bosques y plantaciones en el Sur.
La imposición de la agricultura industrial a través de la implementación de productos transgénicos y acaparamiento de tierras que atentan contra la Soberanía Alimentaria.
La energía nuclear, que es muy peligrosa y de ninguna manera es una verdadera solución.
Al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional, a la Organización Mundial de Comercio por facilitar la intervención de las grandes transnacionales en nuestros países.
Los impactos que ocasionan los tratados de libre comercio con los países del Norte y la Unión Europea, que no son más que acuerdos comerciales que abren más las puertas de nuestros países a las empresas transnacionales para que se adueñen de nuestros bienes naturales.
La exclusión de los campesinos y pueblos indígenas en las discusiones de los temas trascendentales en la vida de la humanidad y de la madre tierra.
La expulsión de Compañeros y compañeras del espacio oficial de la COP 16 por su oposición a los planteamientos de los gobiernos que apelan por un sistema depredador que apuesta por exterminar a la madre tierra y a la humanidad.
No estamos de acuerdo con la simple idea de “mitigar” o “adaptarnos” al cambio climático. Se necesita justicia social, ecológica y climática, por lo que exigimos:
Retomar los principios de los acuerdos de Cochabamba del 22 de abril del 2010 como un proceso que realmente nos lleve a la reducción real de la emisión de gases de carbono con efectos invernaderos y para lograr la justicia social y ambiental.
La Soberanía alimentaria en base a la agricultura campesina sustentable y agroecológica dado a que la crisis alimentaria y la crisis climática son lo mismo, ambas son consecuencias del sistema capitalista.
Es necesario cambiar los estilos de vida y las relaciones destructivas del medio ambiente. Hay que reconstituir la cosmovisión de nuestros pueblos originarios, que se basa en el pensamiento holístico de la relación con el cosmos, la madre tierra, el aire, el agua y todos los seres vivientes.
La Vía Campesina como articulación que representa a millones y millones de familias campesinas en el mundo y preocupados por la recuperación del equilibrio climático llama a:
Asumir la responsabilidad colectiva con la madre tierra, cambiando los patrones de desarrollo de las estructuras económicas y desapareciendo a las empresas transnacionales.
Reconocemos a gobiernos como el de Bolivia, Tuvalu y algunos mas, que han tenido la valentía de resistirse ante la imposición de los gobiernos del Norte y de las corporaciones transnacionales y hacemos un llamado para que otros gobiernos se sumen a la resistencia de los pueblos frente a la crisis climática.
Tomar acuerdos obligatorios de que todos los que contaminen el ambiente deben rendir cuentas por los desastres y delitos cometidos contra la madre Naturaleza. De igual forma obligar a reducir los gases de carbono en el lugar donde se genera. El que contamina debe dejar de contaminar.
Alertamos a los movimientos sociales del mundo sobre lo que acontece en el planeta para defender la vida de la madre tierra porque estamos definiendo lo que será el modelo de las futuras generaciones.
A la acción y a la movilización social de las organizaciones urbanas y campesinas, a la innovación, a la recuperación de las formas ancestrales de vida, a unirnos en una gran lucha para salvar a la madre tierra que es la casa de todos y todas contra el gran capital y de los malos gobernantes, es nuestra responsabilidad histórica.
A que las políticas de protección a la biodiversidad, soberanía alimentaria, manejo y administración del agua se basen en las experiencias y participación plena de las propias comunidades.
A una consulta mundial a los pueblos para decidir las políticas y las acciones globales para detener la crisis climática.
¡Hoy!, Ahora mismo llamamos a la humanidad para actuar inmediatamente por la reconstitución de la vida de toda la madre naturaleza, recurriendo a la aplicación del “cosmovivir”.
Por eso, desde las cuatro esquinas del planeta nos levantamos para decir: ¡No más daño a nuestra Madre Tierra! ¡No más destrucción al planeta!. ¡No más desalojos de nuestros territorios! ¡No más muerte a los hijos e hijas de la Madre Tierra! ¡No más criminalización de nuestras luchas!
No al entendimiento de Copenhague. Si a los principios de Cochabamba.
¡Redd NO! ¡Cochabamba SI!
¡LA TIERRA NO SE VENDE, SE RECUPERA Y SE DEFIENDE!
GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERANZA
Delegación de la Vía Campesina a Cancún, 9 de diciembre de 2010