La Ley del Maíz se estudia en el Congreso Nacional

2010-11-04 00:00:00

En el marco de la segunda audiencia pública sobre el proyecto de Ley de Protección a las Variedades Locales del Maíz, esta vez con el importante respaldo de la Campaña Paraguay Libre de Maíz Transgénico, la Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas, (CONAMURI), dio curso a la presentación de la mencionada ley, ocasión en la que se contó con un panel variado sobre el tema.
 
Estando presentes las organizaciones campesinas, organizaciones de la sociedad civil, indígenas, mujeres, jóvenes rurales y miembros de la Campaña Paraguay Libre de Maíz Transgénico, y con media hora de retraso, llegó el Senador Óscar González Daher a hacer la apertura del evento. El mismo manifestó su satisfacción por la iniciativa de la CONAMURI  y se comprometió públicamente a apoyar esta normativa en su carácter de Presidente del Congreso y en nombre de su partido, igual que en su oportunidad lo hiciera el anterior titular de la bicameral, Miguel Carrizosa.
 
La presentación del proyecto de Ley del Maíz estuvo a cargo de la Dra. Silvia González Escauriza, del Centro de Estudios e Investigaciones de Derecho Rural y Reforma Agraria (CEIDRA). Mencionó los riesgos que se podrían desatar con una eventual aprobación de la introducción legal de maíz transgénico en el territorio paraguayo. “Hay países donde no hay variedades de maíz y no hay un riesgo de contaminación, en Paraguay sí existe ese riesgo. En lo que se refiere a la agricultura, no se ha constatado que los cultivos tengan mejores rendimientos, al contrario, generan dependencia de los agricultores hacia las multinacionales”, denunció.
 
Durante la presentación de la Ley del Maíz, la Dra. González se refirió al Tratado internacional sobre Recursos Fitogenéticos, que fuera ratificado por nuestro país y en cuya consecuencia se ve obligado a tomar medidas necesarias a efectos de proteger los conocimientos tradicionales, la participación justa en la distribución de los beneficios y en la toma de decisiones.
 
Guillermo Ortega, de Base Investigaciones Sociales, hizo un análisis radiográfico de la introducción del paquete tecnológico (semillas y agrotóxicos) en nuestro país, cómo incide en la economía y a qué actores económicos enriquece y beneficia. Presentó datos del Censo Agropecuario Nacional y otras fuentes fiables para sostener su ponencia.
A su vez, la técnica del Servicio Nacional de Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), Ing. Liz Rojas, habló sobre las posibilidades de contaminación del maíz criollo debido a las características reproductivas de la planta.
 
Alicia Amarilla (CONAMURI) y Ricarda Romero (MCNOC) representaron las voces campesinas e indígenas que sufren los efectos socioambientales desatados por los cultivos transgénicos. Ambas se refirieron al avance de la frontera agrícola y su relación con el aumento de malformaciones en los niños y las niñas, abortos, cánceres, migración, desempleo y amplia devastación de la biodiversidad.
 
Fue muy cuestionada la intervención del Senador Alfredo Jaeggli, quien trató de convencer a la audiencia sobre los beneficios de rentabilidad de las semillas transgénicas, poniendo como ejemplo el auge de los agronegocios en países como Uruguay y Brasil. “Muchos acá son productores y quieren aumentar la producción, así sea para el sustento. Eso es lo que uno quiere. Les digo que la solución acá es de término medio. Vamos a tratar de resguardar esta semilla originaria, trabajar con el SENAVE, haremos un proyecto de ley. Pero soy sincero, será difícil prohibir las semillas transgénicas. Esto está fuera del mundo. A mí no me importa darle a Monsanto 10 guaraníes para hacerme ganar 1000 guaraníes. Trataré de concertar y resguardar las semillas originarias, pero no me pidan que prohíba los transgénicos, porque tarde o temprano tendremos que caer en eso”, declaró.
 
La concurrencia se encargó de recordarle al senador nacional que ya sabe qué intereses defiende, no precisamente los del pueblo paraguayo sino los de las multinacionales, totalmente contrarios a un discurso a favor de la soberanía alimentaria, urgente hoy más que nunca.