El Grito marca presencia durante el IV FSA
Migraciones, modelo de desarrollo e integración de los pueblos
Con la participación de unas 40 personas, se realizó durante el IV Foro Social de las Américas, el día 13 de agosto, el panel "Migraciones, modelo de desarrollo e integración de los pueblos", organizado por el Grito de los Excluidos/as Continental junto con Espacio Sin Fronteras. Este espacio sirvió para colocar el tema de las migraciones en el centro del debate y propiciar un intercambio con entidades que trabajan el tema o tienen una sensibilidad política al respecto.
El panel contó con la presentación por parte de dos compañeros de la coordinación del Grito de los Excluidos/as. El compañero Carlos Juliá, del Grito argentino, y Luiz Bassegio, de la Secretaría Continental.
Carlos Juliá hizo una presentación que comenzó recordándonos que todos y todas somos el resultado de los múltiples proyectos y las múltiples trayectorias de nuestras sociedades, que a lo largo de la historia han ido configurando nuestra identidad, nuestros sentidos de vida, nuestros anhelos y nuestras luchas. Las migraciones constituyen parte fundamental de ese tejido histórico, pues no solo la colonización europea significó el flujo de miles de personas sino que a lo largo de la historia América Latina ha sido foco de las migraciones europeas y asiáticas lo que constituye un panorama de fondo para comprender parte de nuestra diversidad y complejidad.
Asimismo, Juliá recordó que los distintos proyectos históricos en disputa también han determinado lo que somos hoy, desde la Independencia y la formación de los Estados-nación, hasta las luchas anti-neoliberales de las últimas décadas. Todo ello está inscrito en nuestro ser argentinos, bolivianos, paraguayos... latinoamericanos/as y caracteriza a las personas migrantes de nuestra región. Ahondó señalando que el actual proceso de globalización excluyente y concentradora ha traído severos impactos sociales que están en la base de la expulsión de miles y miles de personas de nuestro continente.
Por su parte, la presentación de Luiz Bassegio se concentró en la cuestión de las migraciones relacionadas con la integración y las alternativas al modelo de desarrollo imperante. Para él, tenemos que preguntarnos qué tipo de integración queremos, si la que quiere imponernos el capital que es una "integración" subordinada, violenta, excluyente, concentradora de riqueza y de poder, o una genuina integración basada en la solidaridad, la complementariedad y el respeto de la vida. Las alternativas se construyen desde los pueblos y las personas migrantes reflejan tanto la crisis actual como denuncia, mas también preparan el camino de cambios como anuncio de lo que vendrá. Y esas alternativas pasan necesariamente por el reconocimiento pleno de que los derechos de las personas dependen de su condición de persona humana y no de su nacionalidad, por lo que el Grito de los Excluidos/as defiende la Ciudadanía Universal, es decir, el respeto pleno de los derechos humanos de las y los migrantes, incluyendo derechos sociales, económicos, culturales y políticos -como el derecho al voto y a ser electos- y de la diversidad extraordinaria que las personas migrantes aportan a las sociedades que los reciben.
Bassegio concluyó remarcando temas de actualidad sobre los que necesitamos profundizar como por ejemplo la relación entre migraciones y cambio climático y los desafíos que eso trae para las organizaciones que trabajamos en esta temática. En ese sentido, indicó, el IV Foro Social Mundial de las Migraciones (a realizarse en Quito, Ecuador, del 8 al 12 de octubre próximo) será un escenario propicio para el debate y la articulación de iniciativas entre los movimientos y entidades que trabajan y luchan alrededor de la problemática migratoria.
Al finalizar el panel, las intervenciones del público retomaron aspectos centrales del debate e hicieran aportaciones de temas complementarios como los desplazamientos forzosos en muchos países frente al avance del agronegocio, la pertinencia de seguir reconociendo de "Estados-nación" o por el contrario de cuestionar esas relaciones de poder que no permiten el pleno reconocimiento de las diversidades existentes en el mundo y especialmente en nuestros países, entre otros aspectos relevantes y atinentes al debate sobre migraciones.
Así, el Grito contribuyó para mantener abierta esta discusión y encontrarse con otros actores que en diversos países estamos luchando alrededor de temas clave y compartiendo las mismas aspiraciones de justicia y dignidad.