Integración incluyente proponen redes sociales

2010-08-14 00:00:00

La integración en el contexto de la crisis económica y los nuevos desafíos para los movimientos sociales, fue el tema que se debatió este 13 de agosto en un panel convocado por la Alianza Social Continental, en el marco del IV Foro Social de las Américas (FSA) que se desarrolla en Asunción.
 
Varios intelectuales y activistas del continente pertenecientes a redes como RECALCA, REMALC, CTA, MMM, LATINDADD (1), Fronteras Comunes de Canadá, entre otras,  analizaron estos temas desde las perspectiva de los movimientos sociales. Presentamos una síntesis de sus planteamientos .
 
La crisis que afecta al capitalismo no solo es económica o financiera sino también es ambiental, amenazando la existencia misma de la humanidad en el planeta.
 
El impacto de la crisis económica en regiones como el Caribe es muy fuerte: estos pequeños países además, son golpeados por los huracanes y los desastres naturales. La crisis del 2008 y la suscripción de los acuerdos de libre comercio con Europa, han debilitado los proceso de integración y la posibilidad de una economía común en el marco de CARICOM  (Comunidad del Caribe).  La baja de los precios de los productos de exportación como el banano, el incremento del desempleo, la imposibilidad de pagar los sueldos a los empleados públicos, son algunas de las manifestaciones de la crisis. Se ha forzado a estos países a recibir fondos del FMI, que reproduce el circulo de la dependencia. Varios países anglófonos participan en la iniciativa de Petrocaribe, sobre todo por necesidad de contar con petróleo más barato, aunque esto no ha producido un cambio estructural de sus economías.
 
En el continente, la integración se desarrolla a distintos niveles estando presentes las visiones y los intereses de las trasnacionales (que buscan únicamente la ampliación de los mercados) de los gobiernos (con posiciones diferentes) y de los pueblos y movimientos sociales. Los tratados de libre comercio, que varios países  firmaron con Estados Unidos, han constituido un duro golpe a los procesos de integración como sucedió con la Comunidad Andina de Naciones y los países centroamericanos.
Luego de que los pueblos derrotaron  el proyecto imperial del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), se abrió el camino para otro tipo de integración representada por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) compuesta por Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua, entre otros, que se vino a sumar a otros procesos ya existentes como el MERCOSUR y la UNASUR, que, con la emergencia de gobiernos progresistas, tomó un nuevo impulso.
 
El ALBA se orienta por los principios de solidaridad, complementariedad y cooperación poniendo énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Vincula a su agenda a   gobiernos locales y a pequeños y medianos productores e impulsa programas en salud y alfabetización. Además de su Consejo de Ministros, el ALBA- TCP creó un Consejo de Movimientos Sociales, que todavía no ha recibido el impulso necesario por desacuerdos internos en los países y la carencia de una política clara de los movimientos sociales.
El economista Pedro Páez Pérez, Representante Plenipotenciario del Presidente de la República de Ecuador Rafael Correa, destacó en este panel la importancia del SUCRE,  como moneda de intercambio entre los países del ALBA, misma que permitirá contrarrestar la hegemonía del dólar estadounidense, ahorrar divisas e implementar  una política soberana en materia financiera.
 
Frente a esta situación, los activistas sociales hicieron los siguientes planteamientos:
 
La integración debe contemplar una dimensión cultural y comunicacional y propiciar la participación real de la gente.   Hay un vacío en la Unión de Naciones Suraméricas (UNASUR) y el ALBA en el tema comunicación, aspecto que debe ser incorporado en la agenda de los mismos. Se conoce poco a nivel general de estos procesos por el bloqueo mediático, hay que crear herramientas para informar a la población sobre la integración.
 
La integración forma parte del proyecto político de liberación, la lucha es nacional en su forma e internacional por su contenido, y tiene un carácter anti imperialista y anti capitalista.
 
A nivel del Banco del Sur, crear una línea de financiamiento que permita luchar contra las enfermedades "olvidadas" como la malaria, la tuberculosis y otras, producir medicamentos genéricos y desarrollar proyectos que apunten a conseguir la soberanía en el campo de la salud.
 
Los colectivos agrupados en la Macha Mundial de Mujeres (MMM) propusieron que en la integración tenga un carácter incluyente incorporando las visiones y los planteamientos de los sectores invisibilizados como el de las mujeres, los/as indígenas, los afros, los movimientos GLBT. Temas como la reproducción social de la vida, el aborto, la violencia de género, el patriarcado, deberían ser parte de los procesos de integración.
 
La UNASUR debería abordar los problemas que han generado en la región los Tratados Bilaterales de Inversión (TIBs) y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), una institución del Banco Mundial cuyos fallos favorecen a las transnacionales y perjudican a nuestros países, y buscar mecanismos propios de arbitraje internacional.
 
La delegación de Canadá, propuso realizar una jornada continental frente a las embajadas de Canadá para denunciar a las transnacionales mineras de este país que están presentes en varios países de America Latina y han sido denunciadas por atentar contra el medio ambiente.
 
Nota
 
(1) Siglas utilizadas:
 RECALCA: Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA.
REMAL: Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio.
CTA: Central de Trabajadores Argentinos.
LATINDADD: Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos.