Carta de Jose Bove desde la prisión
Hola a todas y a todos,
Primero que nada quiero tranquilizaros: estoy bien. La
moral es buena y la cárcel no está preparada para
debilitar mi determinación y mi combatividad.
Aquellos que pensaban que mi encarcelación, después de
una detención propia de los países más totalitarios, me
iba a sumergir en la tristeza van listos! No es así. Es
un signo de debilidad por su parte y una tentativa de
imponer, por la fuerza, aquello que todos nosotros
rechazamos.
El debate sobre los OGM ha vuelto al primer plano. El
levantamiento de la moratoria no podrá hacerse a
escondidas. Los Estados deberán asumir sus
responsabilidades. Estamos enfrentados a una elección de
la sociedad. La lógica mercantilista del mundo frente al
respeto de los derechos fundamentales, aquí está el
desafío. Y el futuro de los campesinos y de la
agricultura está en el centro de esta alternativa
fundamental.
Desde el 22 de junio, no pasa un solo día sin que tenga
noticias de lo que sucede fuera. Recibo testimonios
cotidianos a través de vuestras cartas, de la
movilización que se está desarrollando en todo el
territorio e incluso en el extranjero. Aquí, detrás de
los barrotes, leer, escuchar la radio o ver en la
televisión como reaccionáis y como inventáis la
solidaridad me da fuerzas considerables.
Me gustaría agradeceros particularmente todos los
esfuerzos que habéis realizado para exigir al Presidente
Jacques Chirac mi liberación tras el 14 de julio. Según
lo que he leído, habéis sido más de 800.000 los que lo
habéis acosado para que tome una posición política
coherente con sus discursos internacionales. No ha pasado
nada! La máscaras han caído. Ya nadie se hace ilusiones,
al menos la cosas están claras ahora. Solo las relaciones
de fuerza permitirán conquistar y poseer nuevos
derechos. El impulso de la solidaridad ha demostrado,
también más que nunca, que el combate de la Confederación
Campesina no estaba asilado y que se integraba en el
conjunto de los movimientos sociales de resistencia al
modelo neoliberal.
Estoy impactado por la diversidad de cartas que recibo
de distintos orígenes sociales, sindicales o políticos
que apoyan nuestro combate. Es una prueba concreta de lo
que afirmamos desde hace años. La Confederación
Campesina, por su práctica, sale de corporativismos
arcaicos y contribuye a llevar el debate para la
construcción de un verdadero movimiento social de luchas.
OGM, soberanía alimentaria, represión antisindical y
antisocial, derechos fundamentales, servicios públicos y
cultura se reúnen para denunciar la mercantilización
acelerada del planeta. Es por lo que, más que nunca, la
cita del 8, 9 y 10 de agosto en Larzac (Francia) es
fundamental. Será el punto de partida de la movilización
contra las políticas de la OMC, y además, para la
creación de convergencias con el fin de enfrentar los
aspectos antisociales del gobierno Raffarin en
septiembre. Mi participación a vuestro lado durante estos
días, como sabéis, estará fuertemente dificultada. No
obstante estaré con vosotros con mi pensamiento. Os
apoyaré a mi manera.
El combate continua . Globalicemos las luchas para
globalizar la esperanza!!
José Bové
21 julio 2003.
Traducción: Sergio Escribano - CERAI
Para escribir a José Bové:
José Bové
N° d'écrou 22377 Y
Bloc A 07
34753 Villeneuve-les-Maguelone
France