Las revelaciones de Canguçu
1. El día 23 de julio, el compañero João Pedro Stedile y el
jurista Jacques Alfonsin participaron en un campamento de
sin tierras, en el salón parroquial de la Iglesia, en la
localidad de Gloria, en el municipio de Canguçu, Rio Grande
do Sul. La actividad era de estudios y formación.
A la prensa únicamente se le permitió que grabara imágenes.
2. El compañero João Pedro habló del origen del latifundio
en estos 500 años. Mostró que la existencia y la
preservación de esa estructura agraria generaron una
sociedad extremadamente desigual en la cual tenemos, de un
lado, 26 mil grandes latifundistas que poseen áreas
superiores a 2 mil hectáreas, en general improductivas y, de
otro, 4,5 millones de familias de sin tierra que viven en el
campo pasando necesidades. Resalto asimismo, que el papel
de la reforma agraria era justamente eliminar el latifundio
improductivo. Y, en cada latifundio expropiado cabría un
asentamiento de mil trabajadores.
3. Un periodista de una empresa gaucha, infiltrado en la
reunión, grabó las conferencias, y las envió a sus jefes en
Porto Alegre. Esa empresa, fiel a su línea editorial de
atacar sistemáticamente a los movimientos sociales, trató de
descontextualizar y manipular las frases dichas por nuestro
compañero. Así produjeron los titulares que todos
conocemos: ¡Estaba declarada la guerra en el campo! Después,
la llamada gran prensa nacional, se encargó de reproducir y
amplificar las distorsiones, previendo ya una "crisis
institucional" y exigiendo que hasta el Presidente de la
República se pronunciase.
4. Lamentablemente son cada vez más frecuentes e incisivas
las manipulaciones hechas por los medios, resultantes del
monopolio económico y de la falta de democratización de los
medios de comunicación. Esa concentración de los medios de
comunicación los ha transformado en un verdadero partido
ideológico de la elite brasileña, en defensa permanente
solamente de sus privilegios. Quieren ahora, con esa
orquestación, transformar el gobierno Lula en rehén de sus
intereses, impidiendo la reforma agraria y el cambio del
modelo económico. Quieren criminalizar a todos los
movimientos sociales que luchan por sus derechos. Quieren
esconder la gravedad de la crisis social, fruto de diez años
de neoliberalismo defendido por ellos. Quieren lanzar a los
movimientos sociales contra el gobierno Lula y viceversa,
justamente para inhibir la lucha contra el modelo
neoliberal. Para alcanzar sus objetivos, los medios se
mantienen alimentando ficciones, insinuando un clima de
inestabilidad política y social en el país. Han hecho eso
con las ocupaciones de los latifundios, con la ocupación de
los sintecho en São Bernardo do Campo, cuando Lula se puso
el gorro del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin
Tierra (MST) y lo hacen ahora con las declaraciones de João
Pedro en Canguçu.
5. No es el MST que exige la eliminación del latifundio,
está en la Constitución Federal, cuando determina que
corresponde al Estado expropiar, todas las grandes
propiedades improductivas y distribuirlas para la reforma
agraria. Nosotros solo queremos que se cumpla la
Constitución brasileña. Toda ella.
6. Las tentativas de dar a las palabras del compañero João
Pedro connotación violenta parten precisamente de los
sectores minoritarios, más atrasados, más violentos y más
desacreditados en nuestra sociedad. Ellos piensan esconder,
atrás de una cortina de palabras, las armas, que ya
asesinaron a tantos líderes de los trabajadores rurales,
como Chico Mendes, Padre Josimo, Canutos, Dorcelina Folador,
y tantos otros. Solamente en este año ya asesinaron a más
de 30 trabajadores en áreas de conflictos de tierra.
Muestran públicamente sus milicias, muestran sus fusiles
impunemente, y llegan a la osadía de atribuirse nombres de
cuadrillas fuera de la ley.
7. Nuestra lucha continuará siempre, por la reforma agraria.
Y la reforma agraria se hará con la distribución de los
grandes latifundios improductivos que pertenecen a una
minoría de nuestra sociedad. ¿Alguien de buena conciencia
puede aprobar que un latifundista detente áreas de 2, 5, 50
mil hectáreas? ¿Alguien puede estar de acuerdo que una
empresa constructora sea propietaria de millones de
hectáreas?. ¿Alguien puede estar de acuerdo que empresas
extranjeras sean propietarias de millones de hectáreas?
¡Mientras tanto nuestro pueblo no tiene un pequeño pedazo de
tierra para trabajar!
8. La sociedad brasileña conoce al MST en estos veinte años
de larga lucha por la reforma agraria. Sabe de nuestros
propósitos y de nuestra lucha contra esa minoría de
latifundistas. Sabe que, sin eliminar el latifundio, no
tendremos una sociedad democrática. Sabe que la causa del
éxodo rural, de la pobreza y del desempleo es la
concentración del latifundio y de la riqueza en nuestro
país. Por eso, seguiremos con la cabeza levantada luchando
con dignidad, para que un día no haya más latifundios en
nuestra sociedad. Queremos aprovechar para agradecer
públicamente, la inmensa solidaridad recibida, de todas
partes, de los juristas, de los estudiantes, de las
iglesias, de los periodistas, de los sindicalistas, de la
Central Única de Trabajadores (CUT), y millares de personas
anónimas fuera de Brasil.
São Paulo, 29 de julio de 2003
Secretaria Nacional
Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra -MST-