Los pueblos indígenas frente a la globalización
Durante la vigésima primera reunión del Grupo de Trabajo
de Pueblos Indígenas que se lleva a cabo del 21 al 25 de
julio en Ginebra, el Caucus indígena dio a conocer el
siguiente pronunciamiento con relación a la
globalización.
El Caucus Indígena ha decidido rechazar cualquier
práctica o forma de globalización que sistemáticamente
excluye, desconsidera o marginaliza a los pueblos
indígenas. Sistemáticamente somos omitidos de los
beneficios de la globalización a nivel económico,
político y social. Esta continua exclusión de los pueblos
indígenas nos lleva a mayores niveles de pobreza y daños
ambientales que impiden nuestra búsqueda de desarrollo
sustentable.
Los efectos de la globalización son irreversibles. La
globalización puede crear mentalidades centradas en el
mercado que frecuentemente operan en detrimento de los
pueblos indígenas. En forma general hemos disminuido el
control sobre el uso de nuestros recursos y la
utilización de nuestra tierra y aguas. Una razón
fundamental para esto es que nosotros, pueblos indígenas,
frecuentemente estamos sujetos a acuerdos externos
realizados por los Estados sin nuestra consulta o
consentimiento. Esto da como resultado una reducción de
la auto-suficiencia dentro de nuestras comunidades.
Nuestra salud también sufre el impacto de los procesos de
globalización. Las decisiones operativas realizadas por
los centros de poder en continentes distantes
frecuentemente no toman en cuenta las preocupaciones
ambientales en nuestras tierras. Esta falta de
consideración tiene un impacto directo en nuestra salud
por cuanto el ambiente del cual extraemos nuestra salud y
estilo de vida está envenenado. Este impacto es doble
porque el mismo ambiente es también la fuente de nuestras
medicinas tradicionales.
El proceso de globalización, reconocido por el Grupo de
Trabajo de los Pueblos Indígenas, GTPI, como "avances en
nueva tecnología, liberalización comercial, mayores
flujos financieros y crecimiento en el tamaño y poder de
las corporaciones", es altamente perjudicial a los
derechos y el bienestar de muchos pueblos indígenas.
Reconocemos que un significativo número de nuestras
necesidades básicas permanece sin satisfacer.
Como pueblos indígenas ahora nos encontramos vulnerables
y desprotegidos. Adicionalmente, no hay suficiente
voluntad por parte de los Estados para incluir a los
pueblos indígenas en los procesos gubernamentales
relativos a las decisiones que les afectan. Los pueblos
indígenas realmente conocen sus territorios, etnicidad y
necesidades particulares. En la mayoría de Estados, no
encontramos un Ministro/a de Medio Ambiente, Cultura,
Agricultura o Desarrollo Económico de los grupos
indígenas existentes. Nuestros representantes deben ser
quienes ocupen dichos cargos por su capacidad
intelectual. Reiterando la declaración de Kemberly de
2003, los pueblos indígenas demandan que el principio
para aprobar o rechazar cualquier proyecto o actividad
que afecta nuestras tierras, territorios y otros recursos
debe ser el de buscar consentimiento previo, informado y
libre. Por lo tanto, solicitamos que la ONU pida a todas
las partes una verdadera voluntad de participación
incluyente en todos estos procesos.
Hay mal manejo y esfuerzos insuficientes para promover y
respetar la cultura de los pueblos indígenas. La falta de
una respuesta adecuada a los altos niveles de violencia
existente es también altamente problemático. Además, los
programas que sirven a nuestras comunidades han sido
recortados y son inadecuados debido a la falta de
recursos económicos Las disparidades económicas también
contribuyen a una mayor falta de oportunidad en el
desarrollo de la información y la tecnología. Estos son
solo algunos factores que afectan negativamente a
nuestros pueblos.
Debemos tener una estrategia para influenciar la
humanización de la globalización, entendiendo que el
bienestar de un sector social depende del bienestar y de
las oportunidades de todos los otros sectores. Los
Estados deben comprometerse con sus sociedades, regulando
las relaciones económicas, ambientales y sociales,
redistribuyendo los recursos y ayudando a los sectores en
mayor desventaja de nuestra sociedad. Deben hacer que
nuestros espacios locales y regionales sean una prioridad
con el fin de lograr un mayor desarrollo humano. Nuestra
identidad debe ser respetada, preservada y mejorada,
porque es el centro de nuestra sociedad, existencia y la
vida misma.
Sin el reconocimiento incondicional de los derechos de
los pueblos indígenas a la autodeterminación y la
integridad, la globalización es simplemente colonialismo
y será considerada por la historia de la misma manera que
ahora consideramos al colonialismo. Nosotros, el Caucus
Indígena, reafirmamos que cualquier modelo aceptable de
globalización debe incluir el respeto para todos nuestros
Pueblos.
(Traducción libre del inglés por ALAI)
Ginebra, Suiza
23 de julio de 2003