Movimientos sociales trazan estrategias pos- Cochabamba
En el segundo día de actividades dentro de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, dirigentes sociales y especialistas abordaron las causas, diagnósticos y repercusiones de la crisis climática. En esa perspectiva, diferentes movimientos sociales plantearon una vía complementaria para procesar los debates y reflexiones planteados en la cumbre: desarrollar estrategias a nivel local, regional y multicontinental pos-Cochabamba.
No hay crisis climática sin crisis sistémica.
En primer término, resultó fundamental hacer énfasis en que toda estrategia de lucha de los movimientos sociales debe partir de la identificación de que el capitalismo es la médula de una crisis sistémica. A saber, en términos de Ricardo Navarro, representante de Amigos de la Tierra de Centroamérica, “estamos hablando de la crisis de un modelo económico que ha llevado a la destrucción del planeta.”
El engranaje que desata la crisis climática, por lo tanto, también debe ser pensado en todas sus claves: crisis energética, crisis financiera, crisis alimentaria, etc. Así lo caracterizaron Tom Kucharz (Ecologistas en Acción), Hernan Yardin (representante de Greenpeace-Argentina), quienes acompañaron el panel.
En esa línea, se puntualizaron algunas premisas claras para que los movimientos sociales se encaminen en un gran pacto mundial contra el capitalismo y su voracidad contra lo contemporáneo al hombre: la naturaleza.
En un segundo momento, las estrategias fueron pensadas en términos de sujetos, espacios y los plazos que se presentan dentro de las dinámicas de los movimientos sociales y los espacios de gobierno.
Así, las estrategias se sintetizarían en:
1. Hacer del Buen Vivir el paradigma de vida frente al capitalismo, como alternativa civilizatoria forjada durante milenios por los pueblos indígenas.
2. Articular campañas en torno a los territorios: a nivel local, regional, nacional e internacional. El espacio local adquiere vital importancia puesto que podrían implementarse campañas a corta escala con experiencias prácticas donde se implementen las propuestas.
3. Apoyar la propuesta del Referéndum sobre Justicia Climática. Este mecanismo democrático y de soberanía de los pueblos debe de ser de carácter resolutivo. Asimismo, debe potenciarse el tribunal de justicia climática, extendiendo sus sentencias hacia las transnacionales que cometieron y cometan crímenes de lesa humanidad.
4. Acordar dentro de los movimientos sociales una posición clara frente al comercio del carbono, puesto que no es posible pensar en resolver la crisis climática mientras los países imperiales pretenden “lavarse la cara” con tasas más, tasas menos sobre su emisión, etc.
5. Es clave desarrollar una estrategia de alianza con los gobiernos populares y alternativos, con el ALBA, para ir más allá de lo que se pueda o no conseguir en México, y dentro de la ONU. Con mayor rigor, será la demanda por cambiar sus políticas en materias económicas a los gobiernos del Norte por parte de las organizaciones europeas.
6. Exigir a los gobiernos que cuestionaron el “no acuerdo” de Copenhague a que retiren su firma del mismo.
7. La alianza con los Gobiernos contribuirá a oponerse a los Tratados de Libre Comercio, donde se negocian al libre albedrío territorios y recursos naturales.
Las propuestas de los movimientos sociales esperan expresarse en las declaraciones finales de la cumbre, en coherencia con lo manifestado por los organizadores de ésta: que los acuerdos de los movimientos sociales se expresen en documentos finales y en los proyectos de los gobiernos.
A pesar de que estas estrategias todavía se encuentran en estado de mayor elaboración, uno de los desafíos es que en un plazo próximo se establezcan plataformas que permitan encauzar esta plataforma en las diversas realidades de los pueblos.