La Vía Campesina Centroamericana, ante la difícil situación que enfrenta el Movimiento Unificado de Campesinos del Aguan (MUCA) , ratifica su solidaridad con las y los compañeros del MUCA y hacemos un llamado enérgico a las organizaciones sociales nacionales e internacionales ha estar vigilantes de todo lo que está pasando en la zona del aguan , además que se solidaricen con la lucha que venimos librando las organizaciones campesinas hondureñas.
La situación critica que se vive en el bajo Aguan es producto de las políticas agrarias que se impusieron en el año 1992, con la ley de modernización agrícola en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas con esto se desarticuló el proceso de reforma agraria y se reconcentro la tierra a través de la venta ilegal de las mismas.
Este proceso de supuesta modernización provocó el desplazamiento de miles de familias campesinas ubicadas en esa zona del aguan que quedaron sin tierra, sin dinero y sumergidos en la pobreza.  
Actualmente las y los campesinos  del MUCA   están siendo perseguidos, amenazados  y asesinados solo por reclamar su legítimo derecho a obtener un pedazo de tierra para sobrevivir.
Denunciamos la militarización que se ha impuesto en la zona del aguan con el argumento que se trata de combate a la delincuencia y al narcotráfico.
Alertamos a la población a mantenerse atentos a cualquier llamado que se haga para apoyar a las y los campesinos del MUCA.
Esperamos que se llegue hoy a acuerdo pacífico en la reunión que se lleva a cabo entre el gobierno y el Movimiento Unificado de Campesinos del Aguan (MUCA).
El movimiento campesino hondureño ratifica la urgente necesidad de la emisión de una nueva ley de Reforma Agraria integral que garantice el acceso a la tierra a las y los campesinos hondureños.
Llamamos a la comunidad nacional a internacional y especialmente a las organizaciones sociales y organismos defensores de Derechos Humanos a sumarse a la lucha que libra el Movimiento Unificado de Campesinos del Aguan (MUCA) que tiene años de estar resistiendo hambre y miseria y a convertirnos en observadores permanentes para garantizar la vida de nuestros compañeros campesinos.
 
SIN REFORMA AGRARIA, NO HAY SOBERANIA ALIMENTARIA