Cooperación Militar de EU viola la dignidad y la libre determinación de los pueblos
La Campaña Colombia no Bases Militares de EU en Colombia, promovida por la Coalición Colombia no Bases, es una tarea para socializar y orientar al pueblo colombiano acerca de las graves amenazas que se ciernen sobre el país y las consecuencias de violación e impunidad que traería consigo la instalación de siete bases militares gringas en territorio nacional. Además de pedagógica es una campaña de resistencia pacífica y medidas jurídicas en defensa de la soberanía nacional y la dignidad de los pueblos.
La campaña fue presentada a la vez con la entrada en escena nacional de la Coalición Colombia no Bases y contó con la asistencia de un destacado número de personas, organizaciones y coaliciones sociales y políticas de izquierda democrática y progresista en Colombia. Para sus organizadores esta iniciativa no es un aparato burocrático más, sino la propuesta y la decisión colectiva de un pueblo que defiende sus principios de autonomía, democracia y soberanía.
El Tejido de Comunicación para la Verdad y la Vida de la ACIN, acompañó este evento y respalda esta importante iniciativa, pues los territorios campesinos, afros e indígenas son unos de los más afectados por la estrategia de guerra a través de la militarización que amenaza la vida y el proceso organizativo de las comunidades.
“La Cooperación Militar gringa a Colombia conducirá inevitablemente a un guerra”
La discusión la abrió el rector de la Universidad Autónoma de Colombia, Helacio Cardona, donde se realizó el evento de lanzamiento. Cardona sostuvo que el acuerdo de “cooperación militar” entre Colombia y Estados Unidos fue firmado sin el tramite simplificado respectivo y sin consultarlo con el pueblo colombiano, al cual, aún, se le debe una explicación. El académico explicó que, además de ser un acuerdo contrario al Convenio de Viena de 1961, se trata de la preparación para una guerra que conlleva a distanciamientos con los países vecinos, “el gobierno colombiano olvidó el mandato constitucional de mantener la Unidad Latinoamericana”.
En el mismo sentido se pronunció Enrique Daza, coordinador de la Alianza Social Continental, quien auguró que ante tal despropósito de la cooperación militar se levantó un clamor de diversos sectores sociales que repararon el Acuerdo, sus formas de tramitarlo, la ausencia de debates y en fin la entrada de militares extranjeros a nuestro país. “Nunca antes el gobierno colombiano de Uribe se había visto tan solo, aislado, arrinconado y cuestionado”, dijo.
Sostuvo que si bien los medios comerciales de comunicación han hecho hasta lo imposible por silenciar el debate se han levantado otras voces y otros medios para rechazar la pretensión del gobierno colombiano y el país del norte. Valoró las medidas jurídicas que emprendieron algunos colectivos de abogados que instauraron una demanda penal, aceptada por la Corte Constitucional.
Por su parte Diego Otero, ex viceministro de Defensa, quien ha elaborado importantes documentos al respecto, explicó el fondo del asunto. Se trata de una lógica muy sencilla; por un lado los Estados Unidos manejan el concepto de red para llegar a cualquier parte del mundo y para esto han emprendo diversas estrategias que les permitan viabilizar posibilidades de cómo y qué hacer para llegar a distintas partes del mundo y controlarlo. “EU es experto en generar conflictos y acomodar las razones para propiciarlos” y no cavilara en este empeño de seguirlo haciendo bajo pretexto de su lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Explicó que la aspiración de la potencia del Norte de ampliar su espectro intervencionista militar no se limitara a las siete bases propuestas inicialmente, sino que seguirá avanzando: “ya tienen 17 radares en Latinoamérica, cinco en Colombia y siete secretos; el concepto de cooperación o apoyo a la seguridad que Estados Unidos pretende implementar no es gratis, es a cambio traspasar el espacio aéreo nacional e instalar bases”.
Otro aspecto que produjo este Acuerdo de Cooperación Militar fue el interés geoestratégico de la Base de Palenquero; con la desaparición de las bases de Panamá, Manta (Ecuador) y Puerto Rico EU perdió espacio geopolítico de gran importancia y ahora quiere abrir otro canal. Es una estrategia que más allá de Venezuela, como se ha planteado, el propósito es llegar a Argentina y otros países de sur y centro de América. “Palenquero es un punto ideal para llegar con sus naves y de ahí a cualquier parte de América y luego llegar la África Occidental donde hay muchos países petroleros…”, explicó
Concluyó que otra evidencia del interés bélico de EU es traer a Colombia el avión más moderno -hasta 2025- de carga y otros aviones espías para controlar las actividades militares que realice cada país del sur del continente. El primero se trata del C17, un avión con una capacidad de carga hasta de 25 toneladas y 4.000 kilómetros si reabastecerse; como el Congreso de EU prohíbe que sus soldados participen en operaciones conjuntas con las tropas de otro país, entonces la base se convierte en escenario estratégico de entrenamiento en operaciones contra terrorismo; “quieren convertir a Colombia en su apéndice militar, en sus aspiraciones de controlar le mundo”.
Otras voces como Claudia López, presidenta del Polo Democrático Alternativo, PDA, y formula a vicepresidencial de Gustavo Petro aspirante a la presidencia por el mismo partido, señaló que esta si es la verdadera carrera armamentista propiciada por Estados Unidos, so pretexto de de luchar contra el narcotráfico y el terrorismo, para sacar del escenario político a gobiernos democráticos de izquierda y que sin duda esto terminara en guerra, si no se impide la intervención gringa. Cuestionó que países como Venezuela y Brasil estén cayendo en ese juego armamentista.
“En defensa de autodeterminación nos debemos jugar hasta la vida”
La voz de otra mujer, Ivette Minda, de la Coalición No Bases Ecuador no se hizo esperar. Contó la nefasta experiencia de su país que aun no se repone de las huellas que dejo en Ecuador la intervención militar de EU y principalmente la base de Manta “después de 10 Años y luego de un año de su retiro quedan huellas profundas de borrar por el alto grado de impunidad como el hundimiento de varias embarcaciones, pescadores desaparecidos, mujeres menores violadas…”
En este sentido llamó al pueblo colombiano a aunar esfuerzos para impedir el ingreso de militares extranjeros; recordó la experiencia de resistencia de los movimientos sociales latinoamericanos; hemos luchado con coraje y dignidad contra las corrientes invasoras a nivel político, económico y militar, entonces debemos trabajar con más esmero por la autodeterminación y autonomía de nuestros pueblos. Esta es una causa por la cual se puede y se debe jugar uno hasta la vida”.
Por su parte Iván Cepeda, vocero del Movimiento Nacional de Victimas de Estado y representante a la Cámara por el PDA, dijo que esta campaña contra las bases gringas deberá trascender y convertirse en un clamor nacional. Expresó que mientras el gobierno vende la idea de un patriotismo nacional, de otra parte invita a incentivar el odio contra países vecinos.
Cepeda quien es víctima del paramilitarismo en Colombia (las AUC en connivencia con fuerzas del Estado asesinaron a su padre), llamó a levantar la bandera por un sano patriotismo y promover la unidad latinoamericana: hizo memoria a las miles de personas y comunidades víctimas del capital trasnacional, le Plan Colombia y Plan Patriota, entre otros.
El evento estuvo acompañado de múltiples organizaciones sociales nacionales e internacionales, organismos defensores de Derechos Humanos, las principales sindicales del país como la CUT, la CGT, Fecode, entre otras, quienes se sumaron a la campaña contra las bases militares gringas en Colombia y anunciaron una movilización nacional para el 15 de abril próximo en respaldo a los educadores colombianos y en rechazo a esta acuerdo de “cooperación militar”. Los sectores sindicales concluyeron que este tipo amenazas requiere una gran unidad de fuerzas democráticas y progresistas del país, de todos los sectores, bajo una bandera de defensa de la dignidad de los pueblos para recuperar la democracia y la soberanía.
A la Iniciativa se sumaron también personas de gran trascendencia humana e intelectual como el escritor Eduardo Galeano, el premio nobel de paz: Adolfo Pérez Esquivel y Francisco ‘Chico’ Buarque, uno de los fundadores del Foro Social Mundial, entre otros.
También acompañó al evento el grupo de Naciones Unidas, Relator, sobre mercenarios, el cual vigila las empresas y contratistas militares de seguridad. Su representante, Amada Benavides, mostró su preocupación pues este tipo de acuerdos violan el ejercicio de libre determinación de los pueblos y sobre todo que la condición de inmunidad que adquieren estos militares conduce a la impunidad, pues el gobierno colombiano, ni el Ministerio de Defensa tienen control sobre ellos.