Pueblos indígenas en el contexto global: Actores políticos del cambio
Luis Evelis Andrade Casama, Consejero Mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y Presidente del Fondo Indígena*
En el ámbito político, por mucho tiempo se reclamó que los Estados eran soberanos y que cada uno definía qué quería hacer: sus cuestiones económicas, de gobierno, sociales, culturales. Este concepto de soberanía muchas veces fue utilizado como pretexto para instaurar dictaduras y violar derechos humanos y colectivos.
Pero desde hace dos décadas se habla de globalización y ésta está asociada a la extraterritorialidad. Los Estados ya no son totalmente autónomos. Deben responder al sistema internacional, por ejemplo en materia de derechos humanos. Pero en términos económicos, como la entienden los neoliberales, debemos ser críticos.
Por ejemplo, se discute si la Amazonía es patrimonio de los indígenas, de los Estados o de la humanidad. Si fuera que los bienes de la naturaleza van a servir a toda la humanidad, no tendríamos objeción alguna. No es así: la propuesta neoliberal es que quienes han sido sus dueños ancestrales y los han cuidado, pierden el derecho siquiera a ser consultados, a decidir, a tener garantía de pervivencia con dignidad en esos territorios.
Es un neocolonialismo económico y político.
Después de la década del ochenta se globalizó la economía, las multinacionales pueden estar en cualquier parte del mundo, se asocian los grupos económicos para obtener más ganancias, sin importar fronteras ni derechos. Diseñan mecanismos, instituciones, leyes: crean la Organización Mundial del Comercio. E implementan los llamados tratados de libre comercio. Esta apertura se plantea con la ley del embudo: lo ancho para ellos y lo angosto para nosotros.
Todo ello trae serias consecuencias sobre la vida de los pueblos indígenas y los países pobres. No hay cambios positivos ni mejores condiciones de vida. Porque todo sigue refiriéndose al territorio y a la extracción de recursos naturales.
La globalización neoliberal genera problemas como el cambio climático, un tema en el que los indígenas hemos pedido hace tiempo poner atención. Y hablamos de los derechos de la Madre Naturaleza.
Mirada planetaria
La globalización nos desafía, nos llama a movilizarnos, a entender, a construir propuestas y defender derechos. Por ello, otra cara es la globalización de las luchas sociales, el aporte de los pueblos indígenas a la economía, la política, las relaciones internacionales. Hay mucha gente trabajando en esto en muchas partes del mundo.
Los indígenas estuvimos pensando mucho en cosas internas y nos acusaban de no articularnos. Pero siempre hemos tenido una mirada planetaria. No solo nos preocupamos por lo nuestro, nuestros mitos hablan de temas universales. Al defender la Madre Tierra, es un concepto de orden global porque es la madre de todos: luchamos por la pervivencia de todos los pueblos del mundo.
En los últimos años hemos hecho esfuerzos de articulación, hemos encontrado gente que piensa como nosotros. Nuestro lenguaje se ha ido posicionando. Hemos ido regionalizando y globalizando nuestras luchas, hallando puntos de encuentro con otros sectores de los movimientos sociales.
Los cambios constitucionales han sido resultado de nuestras luchas, con apoyo de organizaciones aliadas, intelectuales y académicos; no podemos perder de vista esto.
Hay que mejorar las relaciones y establecer criterios claros para que unos no desconozcan a otros ni sean voceros de oros. Debemos encontrar los elementos comunes, pero siempre manteniendo las propias voces.
Es así que Bolivia ha logrado avanzar. Fue un cambio vertiginoso. Ahí hay una visión global. Gracias a que hay articulación y disciplina política.
Tenemos una serie de desafíos en temas económicos, de desarrollo, de cambio climático. Así como las empresas definen estrategias para seguir controlando nuestros destinos, los pueblos indígenas debemos también globalizar nuestras luchas para lograr cambios, siempre con procesos de capacitación hacia dentro y afuera.
La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) se ha creado para generar respuestas a las organizaciones que la conforman y que sus propuestas puedan compartirse, articularse a otras regiones, con pueblos indígenas y movimientos sociales, para que nuestra lucha y nuestra agenda estén en el ámbito global y que nosotros estemos preparados para debatir y aportar en los escenarios globales.
Hay que comprender la globalización desde la perspectiva neoliberal y desde la perspectiva nuestra.
* Exposición en el II Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI). Panel: Contexto Global-Regional y los Procesos de Cambio. Quito, 12 de marzo de 2010. ONIC es organización integrante de la CAOI.