Guatemala: Conflicto por mal servicio de energía eléctrica en San Marcos suma nueve muertes
Plataforma Agraria se suma a la denuncia y condena que otras organizaciones sociales hicieron, luego de la muerte de cuatro compañeros y una compañera en los municipios de Ocós y San Pablo, San Marcos el 22 de marzo. Los hechos sucedieron en el marco del conflicto generado por el mal servicio de energía eléctrica que proporciona la empresa española Unión Fenosa, en 27 –de los 29 municipios- del referido departamento.
Los fallecidos en Ocós fueron Carlos Noel Maldonado Barrios (60), Leonardo Maldonado (78) y Ana María Lorenzo Escobar (40), mientas que en San Pablo, hasta esta mañana sólo se había identificado a Santiago Gamboa.
El primero de los hechos se dio como un ataque directo a los tres activistas, y el segundo fue el resultado del enfrentamiento entre pobladores y las fuerzas represivas del Estado, luego que supuestos trabajadores de la Distribuidora de Occidente (DEOCSA), intentaran robar transformadores de energía y los pobladores los detuvieran.
Los acontecimientos son lamentables por la irreparable pérdida que representa para las familias y las organizaciones sociales que trabajan en defensa de los derechos de las poblaciones y porque, ante la creciente problemática que se mantiene en San Marcos, la única respuesta del Estado ha sido la agresión, consentida a través del Estado de Prevención decretado desde el pasado 22 de diciembre de 2009, y prorrogado por sexta vez, el pasado 17 de marzo.
El Estado debe recuperar su papel de garante del bien común de la población y construir políticas integrales que respondan a las necesidades de sus ciudadanos y ciudadanas, y dejar de ser únicamente el aparato que proporciona condiciones y garantiza el funcionamiento de los intereses empresariales nacionales y transnacionales.
Plataforma Agraria exige al Ministerio Público (MP) la investigación de estos y otros hechos relacionados para contrarrestar la creciente impunidad de las agresiones contra dirigentes sociales. También cuestiona la efectividad de las mal llamadas “mesas de diálogo” puesto que hasta ahora se han caracterizado por su incompetencia para tratar con seriedad un conjunto de conflictos y situaciones.