La CONAIE ante el Bicentenario y el Día Internacional de los Pueblos Indígenas
El Consejo de Gobierno de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y frente a la conmemoración de una gesta libertaria aun inconclusa, hace público el siguiente manifiesto:
Nosotros, las nacionalidades y pueblos originarios hemos existido en estos territorios de nombre Abya Yala, antes de la colonia y antes de la creación de las repúblicas . Nuestros ancestros lucharon por la recuperación de nuestras tierras y territorios; derramaron su sangre con honor por la libertad y la justicia. Pensamos que la esclavitud había terminado, lo único que se dio con la gesta libertaria fue un cambio de amo. El sistema esclavista se perpetuó cruelmente.
Hoy en pleno siglo XXI vivimos en una sociedad colonialista, capitalista de políticas exterminadoras y aniquiladoras hacia nuestros pueblos. El supremo gobernante de la revolución ciudadana, impone prácticas y actitudes coloniales, entregando nuestros territorios y espacios de vida a empresas transnacionales al servicio del imperio neoliberal y del poder. La lucha por la libertad y la dignidad no empezó hace doscientos años, ni termina aún.
La libertad, la dignidad y la independencia son parte de un proceso permanente de lucha, que exige consensos, unidad, respeto a la diversidad y la construcción colectiva de una visión de un nuevo Estado Plurinacional y Pluricultural. Donde las nacionalidades y pueblos indígenas, junto a afroecuatorianos, pueblos del manglar, campesinos, trabajadores, jóvenes, hombres y mujeres, libres seguimos luchando por la defensa de la unidad en la diversidad con justicia y diálogo. El saqueo de los recursos naturales en el país ha sido permanente desde la colonia y continúa. Nuestros territorios ancestrales que son espacios de biodiversidad fundamentales para la vida han desaparecido para satisfacer las necesidades del mercado capitalista neoliberal y extractivista propias de una economía inhumana y atentatoria contra el Sumak Kawsay, eje central de la constitución y que no puede quedar en un enunciado.
Los Pueblos Amazónicos Tagaeri y Taromenane, los últimos Pueblos Libres, están amenazados por políticas que rayan en el genocidio.
El Decreto 1780 expedido por el Presidente de la República nos remite a una recolonización y evangelización oscurantista y forzosa; va en contra del carácter intercultural y plurinacional del Estado, viola el derecho a la libre determinación de los Pueblos convirtiéndonos en objetos de políticas desarrollistas, que contradice la Declaración de la ONU sobre los derechos de los Pueblos Indígenas.
La criminalización a la resistencia y protesta social es la respuesta del Estado a la permanente construcción, presentación y exigencia de consideración a políticas alternativas en lo económico, ambiental y social desde diversos sectores sociales: maestros, estudiantes, jubilados, trabajadores públicos, mujeres y sindicatos.
Apoyamos el fortalecimiento de la democracia y la convivencia social desde la diversidad con plena participación real de todos los sectores sociales y en el marco del respeto a la libertad de expresarse y disentir con responsabilidad y objetividad.
Reivindicamos sin claudicar las garantías al derecho de consulta previa e informada como lo establece el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de ONU. Ante las amenazas contra el buen vivir de la sociedad ecuatoriana, ejerceremos nuestro derecho constitucional a la resistencia.
Estamos ante la responsabilidad de avanzar hacia la verdadera emancipación de todas las formas de colonialismo a través de la construcción del ESTADO PLURINACIONAL donde la inclusión no sea sinónimo de asimilación ni la democracia sea una práctica de las mayorías sobre las minorías y que el consenso y el disenso en el país sea una política de Estado.
Es urgente convocar hacia la unidad nacional desde la que construyamos una educación y salud de calidad, trabajo digno y economía solidaria, respeto a la soberanía de los territorios ancestrales y a su biodiversidad, para garantizar la dignidad de los ecuatorianos y ecuatorianas.
El Consejo de Gobierno de la CONAIE condena toda forma de dominio imperialista la imposición e implementación de bases militares de otros países como el caso de las bases norteamericanas en Colombia, son una amenaza para la paz de la Región. Entre las consecuencias, en los territorios ancestrales de las Nacionalidades y Pueblos es el desplazamiento forzado de sus propios territorios.
No aceptamos, ni aceptaremos que se atente a nuestro derecho a vivir en paz. En esta perspectiva hacemos pública nuestra legítima exigencia al Gobierno Nacional de rectificaciones urgentes para construir consensos fundamentales con todos los sectores a través de un diálogo nacional amplio, abierto, transparente, respetuoso y no excluyente.
Es imperativa una agenda nacional y regional consensuada frente a las reales amenazas contra la democracia y el Estado Plurinacional de derechos y de justicia.
Por la paz, justicia y libertad en el mundo.
Consejo de Gobierno de la CONAIE.