Trigésimo cuarto día de lucha combativa por todo el territorio nacional
Hoy sábado 1 de agosto, la plaza del parque central de Tegucigalpa, volvió a rugir con las dotes histriónicas de los artistas e intelectuales de Honduras contra el Golpe de Estado.
Fueron horas de verdadero arte coreadas por todos los asistentes, quienes a pesar de la tristeza que los embargaba por el compañero perdido, encontraron lugar para evadir el sentimiento que los invadía y gritando el nombre de Róger Vallejo, acusaron a los culpables goriletis entre cada presentación.
El pueblo hondureño NO ESTÁ DE LUTO, ni estará jamás por la pérdida de un combatiente como la del compañero Róger, pues morir por los ideales es morir dignamente. El magisterio nacional tampoco guarda crespones negros en sus almas, tienen la bandera a media asta, pero el espíritu combativo que acompaña siempre a los maestros y maestras catrachas lo tienen en las alturas tocando las estrellas.
Róger no murió en vano, pues cayó por lo que él y miles más creen, en las Marchas Pacíficas para rescatar la dignidad nacional, hoy ultrajada por unos fanáticos del poder encabezados por Gorileti, que es un humanoide parido por las entrañas del infierno y que cada día se despedaza en miles de partículas por sus erradas acciones.
Hoy murió NO un hombre, mucho menos un maestro, padre, hijo. Hoy murió un verdadero hijo de Lempira, forjado por el temple aceril de la espada morazánica.
Pero queda constancia de algo, por cada fiero combatiente que cae en la lucha, cientos se suman a la misma más decididos que nunca.
No conocimos a Róger, talvez nos cruzamos en alguna Marcha Pacífica. Quizás nuestras voces se alzaron algún día hermanando consignas contra el estúpido Golpe de Estado.
Talvez compartimos agua y comida en El Durazno, en el campo de Concentración Nazi-Alauca, o coincidimos en alguna calle o acera capitalina charlando sobre las estupideces decisiones del gobierno de Facto Gorileti Troll, o compartimos impresiones sobre las salvajes represiones en nuestra contra.
No, no recordamos haberte conocido personalmente Róger, pero te garantizamos que de hoy en adelante, cada vez que veamos a un hambriento de justicia clamando a voces por las calles, o a un niño con la mirada perdida en el vacío buscando pan y libertad; sabremos que estarás allí, como Isis y Pedro, que no te has ido, porque sos de los seres que aún después de muertos viven y gritan junto a nosotros contra las injusticias.
Róger, que no te quepa la menor duda estés donde estés, que varios de nosotros seguiremos tu camino y cuando nos toque caer lo haremos como vos, con honor, hidalguía y como corresponde a los bravos hijos e hijas de Lempira y Morazán.
¡La lucha sigue, el ideal morazánico está más vivo que nunca!
UNIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DE HONDURAS (UEAH), MIEMBRO DEL FRENTE NACIONAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO.