Honduras: Entrevista a Rafael Alegría
La Minga Informativa Centroamericana entrevistó al Coordinador de la Vía Campesina Centroamericana, respecto al Golpe de Estado en Honduras. Aquí sus palabras
La posición de la vía Campesina Centroamericana respecto al golpe de Estado en Honduras es de total rechazo al mismo, este es una lucha de toda la región Centroamericana por la restitución de la institucionalidad y la constitucionalidad y el regreso del presidente Zelaya como único presidente electo por el pueblo hondureño, esta es una posición contundente de la Vía Campesina Centroamericana y la Vía Campesina internacional.
La Vía Campesina Centroamericana apoya al presidente José Manuel Zelaya Rosales, en primer lugar porque es el presidente electo por los hondureños, en segundo lugar porque Zelaya, en los últimos dos años, rompió con la élite burguesa de nuestro país, ya que se dio cuenta que el modelo económico neoliberal había fracasado, y optó por hacer un esfuerzo junto a otros presidentes que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA ), para crear otro modelo de desarrollo económico-político más justo y humano. Para ello, el presidente Zelaya se comprometió con el pueblo en orientar su política en la no privatización de las empresas estatales, la creación de procesos de Reforma Agraria, mejoramiento de los salarios a los obreros, abrir la participación ciudadana a través de una asamblea constituyente democrática y popular en el país y lógicamente permitir la participación directa de los muchos sectores marginados y excluidos durante muchos años, como son: los indígenas, campesinos, mujeres, obreros. Todo esto creó el odio de la burguesía hacia el mandatario hondureño.
Posteriormente, Zelaya en su afán de lograr una mayor participación ciudadana democrática, para ello elaboró decretos encaminados a una consulta popular o encuesta popular para que el pueblo decidiera si estábamos listos para la creación de una asamblea nacional constituyente. Luego de esto vino el golpe de Estado, el 28 de Junio del 2009, dado por la oligarquía, grupos de poder aliados a la cúpula militar, políticos, tanto del partido nacional como del partido nacional y en general la clase política conservadora y reaccionaria del país.
El presidente Zelaya, en su gobierno, tuvo una política de apertura a todos los sectores y el movimiento campesino tenía puertas abiertas con el mandatario. Para ello preparábamos de forma consensuada una nueva ley de Reforma Agraria en el país. La esperanza de la Vía Campesina en Honduras era poder construir un modelo de desarrollo agrícola en el país donde la tierra, el agua, las semillas, el bosque estuviesen en manos del campesino. En todo esto estábamos trabajando cuando dieron el golpe de Estado.