En Honduras sigue la lucha y se arrecia la represión
Después de más de un mes del Golpe de Estado, las organizaciones sociales continúan movilizándose en rechazo al gobierno de Facto. Se han realizado manifestaciones diarias en Tegucigalpa, así como bloqueos de carreteras en El Durazno y Colón. Desde el fin de semana pasado algunas personas se dirigieron hacia la frontera con Nicaragua, a El Paraíso, donde se encontraba la primera dama Xiomara Castro, con el fin de acompañar a Zelaya en su regreso. La represión policial atacó a uno de los grupos, mientras los demás debieron huir entre las montañas hasta pasar la frontera con Nicaragua. En la región de Las Manos se han concentrado grupos de manifestantes en apoyo a Zelaya.
El Movimiento Social Nicaragüense Otro Mundo es Posible/ASC Centroamérica ha realizado en la frontera labores de apoyo a las hondureñas y hondureños que sufren la represión y para ello han instalado campamentos solidarios, donde reciben a quienes llegan huyendo desde Honduras.
Las Comisiones Internacionales, compuestas por la Alianza Social Continental, organizaciones de derechos humanos y la Red Birregional enlazando Alternativas que visitaron a Honduras en los últimos 10 días evidenciaron las múltiples violaciones a los derechos humanos que ha perpetrado el régimen encabezado por Micheletti. La situación esta semana se ha agravado, ya son 7 personas asesinadas y cientos de detenidas y agredidas:
El toque de queda se usa para evitar las manifestaciones públicas y pacíficas y además detener a quienes se atreven a expresar su desacuerdo con la dictadura. La Policía y el Ejército extreman cada vez más el uso de la violencia para disolver las manifestaciones. Durante las manifestaciones de ayer fueron heridas y detenidas decenas de personas y líderes del Frente de Resistencia al golpe de Estado, entre ellos Juan Barahona y fueron golpeados Rafael Alegría y Carlos H Reyes. El profesor de educación media Roger Abraham Vallejo Soriano (38) se debate entre la vida y la muerte, después de recibir un impacto de proyectil en su cabeza, luego de que un violento y mortal desalojo protagonizado por policías y militares, disolviera una multitudinaria manifestación en el Durazno y en el Zonal Belén de Tegucigalpa.
En las carreteras y en otros municipios también han sido atacadas las manifestaciones, como ocurrió ayer en El Durazno y en Colón, donde se ha amenazado a las y los campesinos. Igualmente, la represión en la frontera con Nicaragua continúa desde el fin de semana, cuando se persiguió a quienes se dirigían a encontrarse con Zelaya y fue asesinado Pedro Magdiel Muñoz en la región de El Paraíso. El toque de queda en esta región ya superó las 100 horas y las condiciones en las que se encuentran las personas que han logrado llegar a Las Manos son muy precarias, pues están sin comida y sin lugares donde alojarse, sin embargo, el éxodo continúa hacia el vecino país. Los maestros que han suspendido sus actividades para protestar por el paro, son sancionados judicialmente. Ya han empezado 8 procesos.
La semana pasada, la sede del STIBYS, sindicato de trabajadores de las bebidas, donde se realizan muchas reuniones de solidaridad y de resistencia el golpe fue víctima de una bomba explosiva durante la velación de Pedro Magdiel Muñoz.
El miércoles en la noche, un carro blindado del ejército de Honduras se acercó del hotel donde se aloja la Misión Internacional de Solidaridad, Observación y Acompañamiento a Honduras de Enlazando Alternativas, varios de sus ocupantes profirieron palabras desafiantes y amenazantes tales como "estos son los españolitos, etc..."
La respuesta de la comunidad internacional
La semana pasada, los países miembros del Mercosur urgieron el regreso del Presidente Zelaya. El embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, reiteró este jueves que el gobierno de su país sólo reconocerá como legítimo presidente a Manuel Zelaya, al tiempo que expresó su interés en que se restituya el hilo Constitucional en territorio hondureño, después de entrevistarse en Managua con Zelaya. A pesar de ello, la embajada sigue funcionando en Tegucigalpa lo mismo que la base militar de Soto Cano.
Los presidentes mesoamericanos decidieron redoblar la presión sobre el Gobierno de facto de Honduras para que acepte suscribir el Acuerdo de San José y permita el retorno al poder de Manuel Zelaya. La Declaración de Guanacaste, firmada por los gobernantes de México, Centroamérica y Colombia al término de la Cumbre de Tuxtla, donde se reunieron para avanzar en la formulación de la Iniciativa Mesoamérica, expresa un apoyo regional "total" al proceso de mediación liderado por Arias. Además, los dirigentes coincidieron en la necesidad de ejercer una presión mucho mayor sobre las autoridades fácticas en este momento.
No obstante lo anterior, el Vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales, considera imprudente el llamado del Presidente Zelaya a conformar un ejército popular y pacífico, por hacerlo desde la frontera de ese país con Honduras.
Los movimientos sociales declararon su desacuerdo con la propuesta de Arias, en la medida en que reconoce a los golpistas como una de las partes en conflicto y promueve su participación en un “gobierno de transición”, eliminando cualquier posibilidad de juzgarlos por los crímenes cometidos. Así mismo, el “acuerdo de San José” contempla la cancelación de la consulta popular, una de las principales reivindicaciones de las organizaciones sociales.
Juan Barahona, dirigente del Frente contra el Golpe de Estado en Honduras, afirmó que el diálogo en Costa Rica sólo da más tiempo a los golpistas para desgastar el movimiento y no plantea soluciones reales desde la comunidad internacional a la situación que está viviendo Honduras.
Roberto Micheletti ha expresado que el diálogo del Embajador de Estados Unidos con Zelaya es una intromisión en la política interna de Honduras. Al mismo tiempo, ha pedido al Presidente Oscar Arias el envío de una comisión que dialogue con empresarios y autoridades sobre el acuerdo de San José, de ser posible, con la intervención de Enrique Iglesias, ex director del Banco Interamericano de Desarrollo, con el fin de buscar una solución interna al conflicto que afronta el país.
La Alianza Social Continental invita a las organizaciones populares del continente y del mundo a redoblar sus esfuerzos de solidaridad con la resistencia popular de Honduras y continuar presionando a la comunidad internacional para que adopte medidas para la protección de los derechos humanos del pueblo de Honduras y a los gobiernos del mundo para que apliquen sanciones efectivas que impidan que el proceso de reestablecimiento de Zelaya se siga dilatando.