Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Paraguay, Fernando Lugo, de Bolivia, Evo Morales y de Ecuador, Rafael Correa mantuvieron un encuentro con los movimientos sociales en la tarde de este jueves 29. El gobernador de Maranhão, Jackson Lago, también estuvo en la mesa directiva.  Cerca de  mil quinientas personas escucharon a los líderes gubernamentales y populares que presentaron la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) como una de las salidas para la crisis económica mundial.

La ALBA es un modelo de integración de los países de América Latina, ideado por Chávez en 2001 para contraponer a la propuesta de Estados Unidos de crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Tras las intervenciones de los líderes sociales y de los presidentes, el dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), João Pedro Stedile, cerró el acto resaltando la identidad existente entre todos los allí presentes y planteando medidas concretas que respondan a la crisis económica en una acción unitaria entre las fuerzas populares y los gobiernos progresistas.

Según Stedile, a pesar de que se han instalado gobiernos populares en América Latina, los pueblos todavía no logran todas sus conquistas porque falta una recuperación del movimiento de  masas.

“Las conquistas no son como nuestras deseos. La lucha de clases depende de la fuerza que el pueblo debe acumular y no de discursos. Pasamos diez años resistiendo al neoliberalismo, conseguimos un avance institucional, que está aquí en la mesa y en otros países con Lula, Kirchner y otros gobiernos. Pero todavía no alcanzamos el reascenso del movimiento de masas, capaz de alterar la correlación de fuerzas en el continente”.

El dirigente del MST afirmó que los presidentes latinoamericanos se han reunido, como hicieron en diciembre, en Salvador (BA), pero poco se aprovecha de estos encuentros. Stedile dijo que las organizaciones esperan más de sus representantes y pidió la unidad de los gobiernos del continente para hacer cambios estructurales, y no solo reformas al capitalismo.

“Necesitamos de un programa mínimo que sea anti-capitalista y que supere esta etapa del capitalismo. Desafío a ustedes a hacer una próxima cumbre invitando a los movimientos sociales de sus países para debatir con ellos las verdaderas salidas a la crisis. Es el momento de la unidad popular. Necesitamos jugar como un equipo de fútbol y respetar nuestras diferencias. A algunos les gustan jugar en el medio campo, otros actúan en la defensa, otros de delanteros, como el Che, pero lo importante es sumar”.

En su intervención Stedile  enumeró algunas propuestas citadas en el debate que pueden integrar  ese programa. La primera sería la recuperación de la soberanía de los pueblos sobre los recursos naturales, como el petróleo y la energía. Agregó que “no debemos tener miedo de empezar a hablar de la nacionalización de los bancos” como una forma de que el Estado controle el capital financiero y el flujo de dinero hacia el exterior. La tercera medida citada por el dirigente fue la creación de una moneda regional, capaz de reducir la importancia del dólar en la región. La Vía Campesina propone que ella se llame “maíz”, en referencia al maíz, una cultura ancestral en América Latina.

Al final, Stedile puntualizó la necesidad de democratizar los medios de comunicación y avanzar en los procesos concretos de construcción de la ALBA.

¿Donde están los otros presidentes?

Cuestionado sobre por qué otros presidentes no habían sido invitados al evento, João Pedro Stedile respondió que no se trata de una invitación, sino de un proceso que está siendo construido.  Recordó que los presidentes y los movimientos presentes ya se encontraron antes en La Habana, con la presencia de Fidel, para oponerse contra el ALCA. Otros encuentros se desarrollaron en Viena, Quito, Caracas y Porto Alegre.

“Aquí no estamos haciendo una votación, no importa el protagonismo de esta o de aquella persona. Aquí estamos tratando de un proceso latinoamericano de integración para la liberación de los pueblos”, afirmó.