Declaración ante la amenaza de la producción con semillas transgénicas en El Salvador

2008-12-12 00:00:00

En El Salvador en los últimos meses hemos tenido que enfrentarnos con un triste encuentro con la realidad. La ambición del poder económico y político pone en práctica una de las mayores infamias contra la humanidad. Una vez más nos demuestran que el interés por consolidar su imperio está por encima de las necesidades más básicas de la población.

Mientras el mundo entero se debate en una crisis generada por el afán de las grandes potencias por controlar la producción en función de la generación de energía que amenaza con arrastrar a nuestros países en una carrera hacia la devastación productiva de los campesinos.

Se habla de crisis alimentaria, que desde nuestra óptica no se debe a la escases, sino a que muchos cultivos alimenticios se están desviando básicamente a la producción de agro-combustibles. En el medio político se le ha mal llamado “biocombustibles”, pero este calificativo es ofensivo pues se refiere a la vida y su efecto será llevarnos a la muerte.

La firma MONSANTO adquirió en Julio de este año a la empresa que controla el 70% del mercado de semillas en El Salvador (Cirstiani Burkard), ya se derogó el artículo 30 de la ley de semillas –que prohibía la importación de semillas transgénicas. De esta manera se abrió la puerta para consolidar su monopolio y colocar en el mercado las semillas transgénicas.

Con el pretexto de que la inevitable crisis de alimentos futura nos exige llevar la producción a niveles de mayor productividad, se pretende engañar a la población. En realidad el mundo aún puede producir el alimento necesario para los próximos años. Según la FAO se podría producir en el mundo alimento para unos 12 billones de personas, la producción de granos para la temporada 2007 – 2008 se estimaba en 2,108 millones de toneladas, lo cual supera la producción precedente. En realidad los transgénicos y los agro-combustibles no vienen a resolver ninguna crisis alimentaria y energética sino que agrava los problemas generados por la contaminación y porque estos productos saldrán de nuestra tierra del cual serán expulsados (y explotados) nuestros campesinos e indígenas para dar paso a los grandes consorcios, grandes latifundios (ley de arrendamiento de tierras). Su misión será la de alimentar motores y no personas.

Hoy expresamos a todos los amigos salvadoreños, centroamericanos, de nuestra América y del resto del mundo que los campesinos de El Salvador sabemos de los peligros que traerá en la salud y el medio ambiente tales semillas transgénicas (modificadas genéticamente).

El Movimiento por la Vida y Equidad Campesina de El Salvador – MVEC, se identifica plenamente con las propuestas de acción generadas en el marco del VI Encuentro Hemisférico de lucha contra los TLC y por la integración de los pueblos, realizado en La Habana en Mayo del presente año, de lo cual asumimos la tarea de impulsar las siguientes acciones:

a) Denuncia Pública.

Necesitamos profundizar la denuncia para que nuestro pueblo conozca sobre los impactos y la significación de la producción y consumo de los alimentos genéticamente modificados.

b) Resistencia Social.

Proponemos una campaña agresiva para que nuestros campesinos siembren sus propias semillas, luchemos para tener una verdadera Soberanía Alimentaria y para que el pueblo prefiera conscientemente los alimentos locales a los de origen transgénico.

c) Acción directa.

Tenemos que luchar para recuperar nuestras tierras productivas y gestión política en la Asamblea Nacional, para conseguir una anulación a las nefastas intenciones ya establecidas.

d) Mayor articulación a nivel nacional e internacional.

Conscientes que la lucha no será posible de manera aislada.

MOVIMIENTO POR LA VIDA Y EQUIDAD CAMPESINA

MVEC

EL SALVADOR C.A.