La solución es cosa nuestra

2008-10-20 00:00:00

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A Stephen Bartlett, un campesino y dirigente agrícola estadounidense, lo conocí hace unos cuatro años en Cuba. El acababa de llegar a la isla como parte de una delegación de productores agrícolas de distintas regiones de los Estados Unidos que deseaba conocer la realidad cubana e intercambiar con el pueblo cubano. Recuerdo que durante varios días conversamos sobre las tensiones históricas entre nuestros dos países y sobre algunas de las posibles soluciones.

Hoy extendemos ese diálogo en torno a su organización, Misiones Agrícolas, durante la V Asamblea Internacional de la Vía Campesina, en Maputo, Mozambique.  
 
Defender la vida campesina
 
Desde los años setenta mi organización, Misiones agrícolas, acompaña y apoya, con respeto y ayuda mutua, a varias organizaciones y movimientos sociales del campo, dentro y fuera de los Estados Unidos. Al mismo tiempo concientizamos al público general en Norteamérica sobre las políticas que hay que transformar si queremos preservar la vida del campesinado. En la última década hemos trabajado también con movimientos sociales de Latinoamérica como el MST de Brasil. Ese trabajo nos ha dejado un mayor flujo de intercambio e información, así como un grupo de acciones solidarias entre distintos movimientos al interior y exterior de mi país.
Ese precisamente es otro de nuestros objetivos: fortalecer la relación entre las organizaciones nacionales y las que, como la Vía Campesina, son de carácter regional o mundial.
 
Campesino y dirigente

En mi ciudad de residencia, Kentucky, practico y trato de fomentar la economía local alimentaria en barrios pobres. Esa labor la comparto con mi participación en Misiones agrícolas y en otras dos organizaciones: la Alianza Comunitaria Agrícola (en mi ciudad) y la Coalición Nacional de Agricultores Familiares. En todas ellas apoyamos las distintas campañas de los agricultores del Norte y del Sur que apuestan por la justicia social. Hemos podido ver, por ejemplo, cuán fuerte es la represión contra el trabajador inmigrante y cuán difíciles son sus condiciones de vida. Por eso otro de nuestros objetivos es tender puentes entre los distintos grupos de inmigrantes y favorecer su articulación.
 
El pequeño agricultor
 
El pequeño agricultor tienehoy en los Estados Unidoslos mismos problemas de siempre: falta de poder en la toma de decisiones sobre las políticas agrícolas y falta de justicia en su trato con el mercado. La mayoría de la economía alimentaria está dominada hoy por grandes empresas. Estas empresas compran una gran cantidad de alimentos y fijan los precios desde la cúpula empresarial. El pequeño agricultor y su propuesta agroecológica no tienen manera de entrar a ese sistema. Sin embargo, para nosotros esa alternativa es la más sostenible y valiosa porque protege la vida.

Todas las contradicciones que vemos hoy en el sistema, la crisis financiera  actual y otras señales, nos convencen de que nosotros tenemos las soluciones, no sólo para el hambre y la distribución de riqueza, sino también para el tema medioambiental.
 
El próximo gobierno en los Estados Unidos
 
Tenemos esperanza. Hay tanto dolor, tanta decepción y tanta crisis, que cualquier alivio, por pequeño que sea, nos va a ayudar. Al menos, el discurso político bajará ese tono tan agresivo y bélico que hemos sufrido en los últimos años.

Ahora bien, no debemos perder de vista que Obama es un capitalista que recibe dinero para su campaña de grandes empresas que producen energía con alimentos. Incluso una de sus propuestas iniciales de campaña fue apoyar la independencia energética e impulsar los programas de conversión del maíz en etanol. De manera que no nos hacemos muchas ilusiones con Obama en cuanto a futuras políticas agrícolas. Te repito, sólo en la lucha sostenida encontraremos nuestras propias soluciones.