La verdad sobre la ASPAN
En el marco del tercer Foro Social de las Américas que se está desarrollando en Guatemala del 7 al 12 de Octubre del presente año, la Red Mexicana de Acción Frente al libre comercio (RMALC), en coordinación con otras redes del norte, presentó una amplia explicación sobre la Alianza para la Soberanía y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) para que fuera debatido por los participantes de diferentes países y organizaciones sociales latinoamericanas.
Esta alianza comenzó el 23 de marzo del 2005 en Tejas como respuesta al fracaso del ALCA en una reunión entre los gobernantes de México, Canadá y Estados Unidos, con el propósito que Estados Unidos y sus grandes empresas aseguren sus intereses económicos bajo el término “prosperidad” y sus interés políticos bajo el término “seguridad”, sin que los pueblos se informen y opinen al respecto con el único fin de apropiarse de nuestros recursos naturales, para obtener más ganancias.
Según Alejandro Villamar (mexicano), la ASPAN es parecido al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que el gobierno de Carlos Salinas firmó con los Estados Unidos y Canadá, sin embargo menciona que hay algunas diferencias entre ambos como: ASPAN no es un tratado porque si lo fuera estaría sujeto a revisión por los congresos de México y Estados Unidos y el parlamento de Canadá, los gobernantes firman lo que se llaman regulaciones (decretos u órdenes presidenciales).
Tanto el ASPAN como el TLCAN según los expositores han sido negociados a espaldas del pueblo porque no se ha tenido la oportunidad de opinar teniendo toda la información a la mano y cuando el pueblo ha opinado lo han ignorado, porque se trata de la unión de gobernantes y empresarios del “corporacionismo”.
Los gobernantes han formado 12 grupos de trabajos para tratar temas como: seguridad, energía y trabajo, los empresarios por su parte han formado el Consejo de Competitividad de América del Norte y los sectores que tomaron en cuenta son: la energía, la industria militar, la industria electrónica, la farmacéutica y la alimentación; pero los acuerdos solo son entre ellos sin consultar con los sectores sociales (el pueblo) ya que la política pública que implementan no se discute con los ciudadanos.
Esto representa un golpe de Estado en cámara lenta ya que se trata de un nuevo modelo político que va más allá de los tratados, donde no se respeta lo republicano y la democracia de los países y se involucran a grupos militares y policías bajo argumentos de terrorismo, espionajes, flujo migratorio etc.
El ASPAN actualmente está siendo discutido en la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo el argumento de la seguridad para las Américas y la palabra cooperación está siendo utilizada en vez de intervención para confundir a los pueblos.
En cada país están promoviendo una agenda de competitividad coordinada por el Instituto de Competitividad de los Estados Unidos ya que éste es el promotor del modelo y reformas neoliberales tanto en Europa como en América Latina.
Finalmente, después de compartir experiencias y conocimientos, sobre el Aspan los participantes de los diferentes países latinoamericanos se plantaron la siguiente interrogante
¿Qué hacer frente a la ASPAN? Y resultaron algunas respuestas al respecto:
- Tenemos que definir una nueva estrategia para enterrar el ALCA por que este aún continúa vivo (plan B del ALCA).
- Necesitamos entrar a una nueva etapa de estrategias.
- Construir el poder verdadero del pueblo
- Hacer alianzas sociales continentales, entre otras alternativas.