Para solucionar la crisis alimentaria, la OMC presiona por una mayor liberalización: ¡más aceite al fuego!

Un charlatán y sus falsas medicinas

2008-07-23 00:00:00

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Cuarenta ministros de comercio preseleccionados, invitados a Ginebra, no tienen ningún tipo de mandato para decidir sobre el futuro de millones de personas. ¡La Via Campesina exige el abandono de las negociaciones de la OMC!
Las políticas de la OMC han destruido los mercados alimentarios y agrícolas. Han conducido a una privatización de los servicios y de los recursos naturales y han generado una burbuja especulativa sobre la cual los gobiernos nacionales no poseen ningún control. A causa de esta especulación con la alimentación, el número de personas que sufren de malnutrición ha llegado a casi mil millones de personas. La actual crisis alimentaria mundial es una consecuencia directa de la liberalización de los mercados y de las políticas alimentarias y agrícolas. No es una crisis de producción, sino una crisis de políticas. Nunca hubo tantos alimentos en el planeta, pero las ilegalidades en la distribución de los alimentos se han visto empeoradas por el alza de los precios a favor de las Corporaciones Transnacionales.
La liberalización del comercio está en el centro del problema. Utilizar como medicinas las mismas recetas que han fracasado, solo profundizarán las crisis alimentaria y climática. Sago Indra, uno de los líderes de La Vía Campesina en Indonesia subrayó: “Pretender resolver la actual crisis alimentaria a través de la OMC es como si estuviéramos llamando al doctor equivocado para solicitarle remedios inadecuados”.
Durante este tiempo, las corporaciones transnacionales han reforzado su control en los mercados alimentarios, en los sectores de la producción y de la distribución. Utilizan esta crisis coma una oportunidad para aumentar sus beneficios y ampliar el alcance de sus negocios. Las personas consumidoras, el pequeño campesinado y los trabajadores rurales, son los grandes perdedores de las políticas actuales. Los altos precios en el consumo y los precios bajos para los campesinos y campesinas provocan hambre en las zonas rurales y urbanas. .
Un acuerdo maquillado no va a esconder el fracaso de una supuesta ronda de desarrollo que en realidad es una ronda de la crisis alimentaria. Los pequeños campesinos, los trabajadores agrícolas y los productores de alimentos, hombres y mujeres alrededor del mundo, no van a dejarse engañar. En apoyo a las numerosas luchas contra la OMC alrededor del mundo, exigimos la abolición de todas las negociaciones comerciales dentro de la OMC.
¡La alimentación no es una mercancía!
¡Por la defensa del derecho a producir, a alimentar y a comer!
¡La OMC fuera de la agricultura!