“Es fundamental que el conjunto de movimientos incorporen perspectiva feminista”
Informe de la reunión realizada por la Marcha Mundial de Mujeres (MMM), Red de Mujeres Transformando la Economía (REMTE) , FDIM Regional/FMC en el marco del VII Encuentro Hemisférico 08/04/08
Participaron de la reunión 58 mujeres de 14 países.
Vivimos en el continente un momento en el que sigue siendo necesaria la resistencia al modelo neoliberal, que refuerza sus intentos de controlar nuestros pueblos y territorios en distintas maneras: tratados de libre comercio, acuerdos de asociación con UE, incremento de la militarización bajo el argumento de la seguridad, además de la constante ofensiva del mercado para controlar nuestras vidas con un poder cada vez mas fuerte de las transnacionales. Al mismo tiempo, se diseñan, especialmente en Latinoamérica, alternativas de integración regional que pueden contribuir para transformar las relaciones de producción establecidas desde el colonialismo que han tornado nuestros pueblos dependientes y subordinados.
Recorriendo los acumulados de las mujeres en la lucha contra el libre comercio, reafirmamos que el capitalismo se estructura y se reproduce teniendo como base la opresión de las mujeres al combinar la división sexual e internacional del trabajo, al invisibilizar la gran cantidad de trabajo con el cuidado de las personas que sigue como responsabilidad de las mujeres, al incrementar la violencia contra las mujeres e impedir nuestra autonomía sobre nuestro cuerpo y nuestras vida. Por ello nos posicionamos en el debate de alternativas planteando que el conjunto de los movimientos incorporen en su visión y estrategia la perspectiva feminista, no apenas como un tema más, sino como estructural para los cambios necesarios al modelo.
Planteamos como ejes estratégicos para una integración generadora de igualdad:
- Sostenibilidad de la vida humana como central en la economía, con equilibrio entre producción y reproducción,
- Soberanía alimentaria recuperando los conocimientos históricos de las mujeres y la lucha contra la privatización de la vida y la biodiversidad.
- El trabajo debe tener centralidad en la agenda tanto en términos del combate a la flexibilidad laboral y garantía de derechos, mas también para construir con una crítica y alternativas a fenómenos como la trata y la prostitución, y para la feminización de los flujos migratorios para el trabajo en el cuidado y servicios (incluso la migración intrarregional). Además de políticas para aumentar la remuneración del trabajo y disminuir la remuneración del capital, empezando por el aumento del salario mínimo y afrontar la deuda interna y externa.
- Recuperación del sentido público del Estado que implica retomar la visión del Estado como garantizador de derechos, más también la democratización del Estado con la creación de mecanismos concretos de participación popular y de transparencia.
- La democratización de los medios de comunicación –combatiendo el control de la comunicación por grandes grupos empresariales transnacionales, que contribuyen a la criminalización de los movimientos sociales y a la imposición de un padrón de feminidad
- La autonomía de las mujeres sobre el cuerpo y la vida –que pasa por cuestionar la imposición de la maternidad, el patrón de familia, garantizar el derecho al aborto seguro, y el derecho a vivir sin violencia. Rechazamos los intentos conservadores y las políticas concretas de retroceso en torno del derecho al aborto que vivimos en toda la región.
Además, es fundamental que el conjunto de los movimientos y la Alianza Social Continental (ASC) incorporen la perspectiva feminista en la formulación y acción alrededor de temas estratégicos:
- El incremento de la militarización es una estrategia del imperialismo para controlar nuestros pueblos y territorios, y tiene como uno de sus mecanismos la violencia contra las mujeres, utilizando el cuerpo de las mujeres como botín y trofeo de guerra. Denunciamos el carácter patriarcal de la militarización, que asocia la virilidad a la agresión física y a la protección de las mujeres consideradas frágiles y a disposición de la voluntad de los hombres. Estaremos siguiendo el ASPAN y otros acuerdos bilaterales que ya incorporan la “seguridad” y la “militarización” a la protección de los interés de las empresas.
- Los planes e inversiones en infraestructura y energía que hoy son concebidos en función de las demandas de producción y distribución de mercancía para exportación, tienen que ser pensados considerando la comunicación y el intercambio intra-regional así como las demandas relacionadas a la reproducción y sostenibilidad de la vida.
- El debate acerca de la institucionalidad de los procesos de integración tiene que incorporar no solo la idea de transversalidad de género, sino la creación de mecanismos concretos para garantizar esa transversalidad en los temas y propuestas. Estaremos haciendo un balance crítico de los mecanismos sobre mujeres existentes y construyendo propuestas para los procesos alternativos de integración.
A partir de esos acumulados, en el marco de los procesos actuales de los movimientos en el continente, estamos consolidando una plataforma feminista para la región, que se construye desde las luchas concretas en los países y en nuestros movimientos. Esta plataforma la asumimos las redes que organizaron esta reunión: MMM, Remte, FDIM regional y FMC y en dialogo con el proceso en ASC presentaremos nuestros análisis y propuestas en el Encuentro del comité de mujeres de ASC. También nos propusimos a contribuir con análisis feminista y movilización de nuestras militantes en acciones concertadas en el continente sobre los enlaces entre libre comercio y militarización, denunciando la violencia sexista utilizada en la criminalización de la protesta y en la bases de la militarización; y sobre energía haciendo los vínculos entre Soberanía Energética, Soberanía Alimentaria y autonomía de las mujeres.
Seguiremos actuando de forma conjunta con otras organizaciones como las mujeres de CLOC-Vía Campesina, de ALAI y de la Minga Informativa de Movimientos Sociales, área de género de Jubileo Sur, y las que participaron en la reunión como Mesoamericanas en resistencia.