Conceptualización de Proyecto y Empresa Grannacional en el Marco del ALBA
El concepto de Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
La crítica a la globalización neoliberal de la cual el ALCA era sólo una de sus expresiones, no podía limitarse a enjuiciar sus nefastas consecuencias, sino que debía conducir a la construcción teórica y práctica de una nueva opción capaz de orientar las relaciones económicas y políticas de las repúblicas latinoamericanas y caribeñas.
Motivados por la idea de dar forma real al modelo surge la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, propuesta formulada por el presidente Hugo Chávez, allá en el año 2001. En el año 2004 se suscribe la primera declaración entre Fidel Castro y Hugo Chávez en la cual el alba adopta un contenido conceptual principista, que en su núcleo duro señala:
“… el comercio y la inversión no pueden ser concebidos como fines en si mismos, sino instrumentos para alcanzar un desarrollo justo y sustentable; el trato especial, diferenciado que tenga en cuenta el nivel de desarrollo de los diversos países y la dimensión de sus economías; la complementariedad económica y la cooperación entre los países participantes; el fomento de las inversiones de capitales latinoamericanos en la propia América Latina y el Caribe...”
Como puede observarse, el ALBA expresa un concepto político sustentado en el reenfoque de las relaciones económicas de los países de nuestra región. En este sentido, constituye una ruptura con la visión economicista clásica de la integración y la cooperación internacional.
El ALBA, en tanto que alianza política estratégica tiene el propósito histórico fundamental de unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran, en la perspectiva de producir las transformaciones estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo integral requerido para la continuidad de nuestra existencia como naciones soberanas y justas.
Concepto grannacional:
El concepto grannacional está inscrito en el sustrato conceptual del ALBA. Es un concepto esencialmente político, pero engloba todos los aspectos de la vida de nuestras naciones.
Tiene varios fundamentos:
• un fundamento histórico y geopolítico, la visión bolivariana de la unión de las repúblicas latinoamericanas y caribeñas para la conformación de una gran nación. Es la geopolítica de la genialidad bolivariana, con absoluta vigencia en un mundo dominado por la globalización neoliberal, que en las últimas décadas ha adoptado la forma de los bloques económicos regionales y sub-regionales.
El concepto grannacional puede asimilarse al de mega estado, en el sentido de la definición conjunta de grandes líneas de acción política común entre estados que comparten una misma visión del ejercicio de la soberanía nacional y regional, desarrollando y desplegando cada uno su propia identidad social y política, sin que ello implique en el momento actual la construcción de estructuras supranacionales.
• posee también un fundamento socio – económico, basado en la constatación de que la estrategia de desarrollo de las economías de nuestros países hasta el grado de producir la satisfacción de las necesidades sociales de las grandes mayorías, no puede limitarse al ámbito local. En esencia, se trata de superar las barreras nacionales para fortalecer las capacidades locales fundiéndolas en un todo para ser capaces de enfrentar los retos de la realidad mundial. Cada día se hace más patético el hecho de que nuestra realidad local es nuestra realidad regional.
• por último, este concepto posee un fundamento ideológico que viene dado por la afinidad conceptual de quienes integramos al ALBA, en cuanto a la concepción crítica acerca de la globalización neoliberal, el desarrollo sustentable con justicia social, la soberanía de nuestras naciones y el derecho a su autodeterminación, generando un bloque en la perspectiva de estructurar políticas regionales soberanas.
En consecuencia, lo grannacional es el proceso que experimentamos hoy bajo los principios del ALBA, en la perspectiva de alcanzar la unión política de nuestras repúblicas para construir la gran nación que soñaron nuestros próceres, y hacia la cual nos empuja la dinámica del mundo actual dominado por las grandes potencias industrializadas y los bloques económicos hegemónicos.
Proyecto grannacional y empresa grannacional
Proyectos grannacionales:
Los conceptos de proyectos grannacionales (PG) y empresas grannacionales (EG) derivan del enfoque de lo grannacional ya expuesto. Por tanto, aparecen como su desarrollo aguas abajo, en el sentido de que materializan y dan vida concreta a los procesos sociales y económicos de la integración y la unión.
Los proyectos grannacionales abarcan desde lo político, social, cultural, económico, científico e industrial hasta cualquier otro ámbito que puede ser incorporado en la dialéctica grannacional.
No todo proyecto grannacional debe convertirse en una empresa grannacional. Pero toda empresa grannacional deber ser el producto de un proyecto grannacional, por el cual deberá guiar su desarrollo.
En atención a lo anterior, los proyectos grannacionales de las áreas sociales y culturales pueden ser perfectamente instrumentados a partir de las estructuras y capacidades instaladas en nuestros países, sin necesidad de crear otras que redunden en aumento de gastos y recursos. Un ejemplo de ello, los programas de alfabetización que hoy se cumplen en Bolivia.
Un proyecto grannacional puede nacer y desarrollarse en dos o más países, pero no es requisito indispensable a los efectos de considerarlo como tal, el que abarque el ámbito de todos los países del ALBA.
Lo que le otorga carácter de proyecto grannacional es que se enmarque en los fines y los principios del ALBA, y que en su concepción e instrumentación participen dos o más países del ALBA.
En resumen, tenemos que un proyecto grannacional es todo programa de acción dirigido a cumplir con los principios y fines del ALBA, que haya sido validado por los países integrantes y cuya ejecución involucre a dos o más países, para beneficio de las grandes mayorías sociales.
Empresa grannacional:
Bajo la hegemonía del neoliberalismo, las empresas transnacionales pasaron a ser el agente articulador de la economía mundial, colocando en crisis la importancia que los Estados Nación tuvieron en el desarrollo del capitalismo en los marcos del modelo keynesiano (en América Latina y el Caribe fue el modelo de industrialización por sustitución de importaciones de aliento Cepalino) que estuvo vigente en la postguerra hasta el decenio de los años 80.
De igual manera, el patrón de acumulación transnacional devaluó el papel del Estado como agente inductor del desarrollo cuyo lugar lo asumió el mercado.
El concepto de empresas grannacionales surge en oposición al de las empresas transnacionales, por tanto, su dinámica económica se orientará a privilegiar la producción de bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades humanas garantizando su continuidad y rompiendo con la lógica de la reproducción y acumulación del capital.
A los efectos de garantizar sus objetivos y la sostenibilidad de las empresas grannacionales la dinámica de comercialización de los bienes y servicios generados por ellas se harán privilegiando esquemas mixtos o combinados de intercambio.
Las empresas grannacionales deben inscribirse en la nueva lógica de la unión y la integración del ALBA, acoplarse a los objetivos estratégicos del proyecto unionista y convertirse en instrumentos económicos fundamentales para la creación de una amplia zona de comercio justo en América Latina y el Caribe.
En su naturaleza constitutiva las empresas grannacionales deben obedecer a los siguientes parámetros:
• deben partir de la noción de integración productiva y tener en cuenta las necesidades de complementación económica entre la naciones que la integran, en áreas fundamentales para el desarrollo económico – social. Esto supone utilizar al máximo las capacidades de cada país: recursos energéticos, disponibilidad financiera, disposición de materias primas, recurso humano calificado, desarrollo científico y tecnológico.
• La producción de estas empresas debe destinarse prioritariamente a satisfacer el consumo final o industrial del mercado intra-alba, a objeto de conformar la zona de comercio justo. Sus excedentes podrán colocarse en el mercado internacional.
• Las empresas grannacionales deben basar su existencia en la eficiencia productiva, inscribiéndola en los principios del ALBA. Esta no es una tarea fácil, pero tampoco imposible de lograr. Las empresas grannacionales tienen que ser autosostenibles.
• Las empresas grannacionales operarán bajo los principios de complementariedad, solidaridad, cooperación, reciprocidad y convivencia armoniosa del hombre con la naturaleza explotando racionalmente los recursos naturales y ejecutando proyectos ambientalmente sustentables, promoviendo condiciones de trabajo digno y redistribución equitativa de las riquezas
Las empresas grannacionales para ser exitosas requieren además:
• De la planificación grannacional: basada en la optimización de todos los recursos disponibles y obedeciendo a los conceptos de encadenamiento y eficiencia productiva, satisfacción de necesidades y precio justo.
• Del control de las fuentes de materia prima: afortunadamente ésta es una ventaja real en nuestros países, en virtud de que el estado controla dichas fuentes.
Las empresas grannacionales no se definen como tales por el ámbito donde se hayan constituido, ni por su composición accionaria, sino por su naturaleza constitutiva. Esto quiere decir que podrán existir empresas grannacionales entre dos países (bilaterales), entre tres países (trilaterales), entre cuatro países (multilaterales). De modo que una empresa entre Cuba y Venezuela (bilateral) para la producción y comercialización de cemento, que exporte este producto a Bolivia o Nicaragua, es una empresa grannacional.
La modalidad de estas empresas puede ser binacionales, con una composición accionaria que garantice la soberanía de cada país. En el caso de las empresas grannacionales entre varios o todos los estados miembros, los aportes se harán de acuerdo a las posibilidades de cada parte. Las decisiones se tomarán siempre por consenso y los márgenes económicos que se obtengan se destinarán al crecimiento de la propia empresa y/o al desarrollo de proyectos de carácter social.
Las empresas grannacionales serán de propiedad absoluta de los Estados y podrán asociarse con empresas del sector privado para el desarrollo de determinadas actividades.
Estas empresas se conformarán a partir de las potencialidades objetivas, fondos monetarios, know-how y experiencias endógenas de los países del ALBA y usarán en los casos que sea prudente la cooperación de fuentes exógenas dentro del marco de los principios rectores del ALBA, sobre todo de países que comparten el espíritu y los principios del ALBA.
Así tenemos que empresas grannacionales serán aquellas empresas de los países del ALBA integradas productivamente, cuya producción se destinará fundamentalmente al mercado intra-alba (zona de comercio justo), y cuya operación se realizará de forma eficiente.