Rituales de armonización para liberación de la Madre Tierra se inician en el Cauca
Caminando La Palabra por La Vida, la Dignidad y La Madre Naturaleza
Proceso de Liberación de la Madre Tierra
Ante las amenazas promovidas por la normatividad nacional contra la naturaleza y las tradiciones armónicas de los pueblos y grupos étnicos que habitamos el territorio colombiano, tanto comunidades como autoridades propias de los pueblos indígenas, en sus diferentes actividades organizativas han indicado la necesidad de reactivar los procesos de Liberación de la madre Tierra, esta vez con rituales de armonización desde el entendido que la tierra está reaccionando por las afectaciones que el mal manejo del medio ambiente le está ocasionando:
La Madre Tierra está enferma: así lo muestran las inundaciones de la Costa Caribe y el Chocó, al igual que las granizadas de la capital de la República.
La Madre Tierra está perseguida por el Gobierno colombiano: La reducción de los avances constitucionales, en materia de Estado Social y democrático de Derecho, ha afectado normas que reconocían la necesidad de una real reforma agraria que favoreciera a los sectores rurales del país y, en la actualidad, con el Estatuto de Desarrollo Rural dicha aspiración quedó eliminada de tajo, y puede afectar de forma negativa, las garantías históricas que sobre el uso colectivo de la tierra tenemos los Pueblos Indígenas en Colombia.
La Madre Tierra es prisionera del capital transnacional: Hoy el gobierno ha ordenado a los carceleros que ejerzan su control sobre las fincas que la opinión pública conoce como territorios reclamados como suyos por los pueblos indígenas: Ninguna de las 16 fincas afectadas por el proceso de Liberación de la Madre tierra fueron legalizadas como quedó establecido en las jornadas de concertación con el gobierno nacional, en el año 2005, y los acuerdos firmados por el Estado colombiano desde el año 1986 no se han cumplido cabalmente.
La Madre Tierra tiene vigilancia privada a nombre del gobierno colombiano: La no entrega de las fincas El Japio y la Emperatriz se argumentó desde el mensaje a la opinión pública que las comunidades afros las estaban reclamando para ellos. Ahora sabemos que su administración está a cargo de Ardila Lule y Smurfitt Cartón de Colombia y permanecen tomadas por el ejército colombiano y el escuadrón antimotines de la policía nacional, ESMAD.
La Consejería mayor CRIC comparte el análisis hecho por las comunidades indígenas del Cauca, así como la indicación de las autoridades espirituales, en el sentido que la Madre tierra se encuentra enferma y prisionera, haciéndose necesario liberarla con actos de movilización, entre los que se privilegian los rituales de armonización, la exigibilidad al Estado colombiano para que devuelva los territorios ancestrales y la lucha contra el Estatuto de Desarrollo Rural, por lo cual reclama de las instituciones coherencia de las políticas gubernamentales con la Constitución nacional, en especial lo relacionado con la vigencia de los principios y valores fundantes del Estado social y democrático de derecho.
El estado colombiano está en la obligación de garantizar los derechos humanos de las comunidades movilizadas, más ahora que la Madre Tierra reclama actos de armonización y equilibrio, pues ella indica que esa es la única forma de garantizar la prolongación del género humano.
CONSEJERÍA MAYOR
CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC-
Popayán, 12 de Noviembre de 2007.