Costa Rica: El país está en resistencia luego del referendo
Abstencionistas podrían movilizarse ante manejo impositivo de la "agenda de implementación" del TLC.
El análisis comparado de los resultados de las pasadas elecciones generales y del referendo del 7 de octubre, indica que una mayoría de la población se encuentra en resistencia -ya sea activa, porque votó por el "No", o pasiva (buena parte del electorado que se abstuvo de votar)-, frente al modelo de desarrollo que representan la administración Arias y el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC).
En esto coincidieron, por separado, la politóloga Haydeé Mendiola y el director de la Escuela de Estadísticas de la UCR, Edgar Gutiérrez Espeleta.
Para Mendiola, el hecho de que la millonaria campaña desplegada por el Gobierno y parte del sector privado, a favor del "Sí" al TLC, incluso con el involucramiento directo del Presidente Óscar Arias, no lograra movilizar al electorado abstencionista -que superó el 40%-, "es porque estas personas tienen una barrera más fuerte que esas razones que se les dieron, para no apoyar abiertamente el TLC."
En su opinión, la movilización política de esta población, en el futuro, "tendrá que ver fundamentalmente con asuntos relacionados con el proceso de negociación y aprobación de la Agenda de Implementación del TLC, en el corto plazo, y con el desempeño del Gobierno, en el mediano."
Mendiola advirtió que los ojos de la ciudadanía están puestos sobre los procedimientos que siga la mayoría oficialista, en la Asamblea Legislativa, de modo que una percepción de que se estén produciendo "negociaciones" o "componendas", para imponer esta agenda "serían todas situaciones muy peligrosas, pues podrían llevar al país a un enfrentamiento y, ahí sí, los abstencionistas podrían tomar partido."
Añadió que lo mismo puede ocurrir si esa parte de la ciudadanía que está desencantada de la política, encuentra que no se cumplen las promesas del Gobierno respecto de que el TLC creará empleos y riqueza para las mayorías.
Por otro lado, Mendiola consideró que los hechos de naturaleza política que ocurrieron en los días inmediatamente previos al referendo, no son suficientes para explicar que una encuesta de UNIMER diera por ganador al "No", con una ventaja de 12 puntos, y que, finalmente, desacertara por un margen de 15 puntos.
Carlos Paniagua, presidente de esa empresa, había justificado los resultados de esa encuesta precisamente a partir de la influencia de tales hechos políticos. (Ver edición 1734)
"Un poco de sentido común hubiese bastado para comprender que algún aspecto técnico o metodológico de dicha encuesta había fallado y que, por lo tanto, lo más sensato era no divulgarla", dijo a UNIVERSIDAD. (Véase también: "Sí hubo una falla técnica o metodológica")
El "grupo de escondidos"
Por su parte, Edgar Gutiérrez consideró que la votación en el referendo, mantuvo una relación con el voto partidario expresado en las pasadas elecciones nacionales, con la gran diferencia de que el 7 de octubre, la población pobre que había votado por Óscar Arias, esta vez rechazó el TLC.
El abstencionismo fue mayor en los cantones rurales y pobres, mientras que el "Sí" obtuvo respaldo en los cantones urbanos y centrales donde los medios de comunicación tienen gran influencia. (Véase: "Los pobres dieron la espalda a Óscar Arias")
Gutiérrez consideró "insensato" que menos del 2% de la población total con capacidad de votar, haya decidido el futuro del país, debido a que la ley no establece un porcentaje mínimo de ese padrón como piso para que un referendo sea vinculante.
Además criticó severamente la actitud del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), cuya actuación -dijo- ha causado "una herida" en la democracia costarricense. (Véase: "¡Menos de un 2% de electores totales definió el futuro del país!")
En cuanto a la discutida encuesta de UNIMER, según la cual el "No" ganaría por 12 puntos, consideró que una combinación de hechos políticos relevantes, y la existencia de un "grupo de escondidos", que mantuvo en silencio su intención de voto, explicarían que finalmente no acertara.
Argumentó que esta empresa hizo las entrevistas entre el 28 de setiembre y el 2 de octubre, período durante el cual ocurrieron hechos importantes, como el masivo cierre de campaña del "No", la adhesión de varios curas al rechazo del TLC, el discurso del obispo emérito de Pérez Zeledón, Ignacio Trejos, y el impacto del memorando Casas-Sánchez.
"El NO "se hizo grande", es decir, tomó moméntum, provocando que quienes estaban con el SI débilmente (cerca de un 20%, a mediados de setiembre), no estuvieran tan proclives a declarar su preferencia ante una entrevista. Es decir, se "escondieron" y, por lo tanto, cuando se "tomó" la foto, estos no estuvieron presentes, dándole una ventaja aparente al NO", dijo.
Coincidiendo con Mendiola, resaltó que casi todas las encuestas constataron que, a mayor participación en el referendo, más alta era la probabilidad de que quienes se sumaran y participaran, estuvieran con el NO.
Sin embargo, para Gutiérrez, también hubo una imposibilidad de uno y otro bando, de llegar al electorado abstencionista más pobre, que incluso aumentó su tamaño en los días finales de la campaña.
"El nivel de discusión en los debates, que se intensificaron a finales de setiembre y principios de octubre y, en general, de la información sobre el TLC, fue adecuado para gente con educación secundaria avanzada o más, lo que pudo haber provocado frustración en el segmento con educación menor a la secundaria", ya que, en ese período, el grupo "sin posición definida", con "educación primaria", aumentó en un 5,4%.
"En realidad, oían a los del SI y a los del NO y aún así no podían tomar partido, debido a que los argumentos, elevados en muchas instancias, no podían ser asimilados adecuadamente por este segmento de la población", agregó.
En su opinión, nuevamente el TSE dejó ver que no estuvo a la altura de las circunstancias, para cumplir su deber de garantizar los derechos democráticos de la ciudadanía.
"El TSE falló también acá, por su incapacidad de generar información apta para los diversos segmentos de la población. Esto pudo haber desmotivado a la gente a participar en el referendo -el grupo de "indecisos" aumentó en un 10,9%, de julio a setiembre- y, por lo tanto, perjudicar al NO en su votación final. Sin duda, la violación a la tregua con una campaña agresiva de miedo "a quedarnos fuera" del abrigo de los Estados Unidos, pudo haber servido para que el grupo débil del NO tomara la decisión de no presentarse a las urnas. Esto explicaría la participación del 60% en el referendo, contra una estimación, realizada en la segunda semana de setiembre, de casi 72%", concluyó.
¿Gracias al TLC?
Es muy endeble, pues, el apoyo a la administración Arias y al TLC. Y si, como indican las encuestas, en ese casi 41% de población abstencionista, se encuentra una gran masa descontenta con el modelo de desarrollo, la cual podría estar quemando sus últimas expectativas, el Gobierno y el TLC tendrán que cumplir sus promesas o encarar un acrecentado malestar ya no solo social, sino político.
Para ello, no serán suficientes las amenazas o las promesas falaces. Por ejemplo, la noticia de la instalación, en Alajuela, de una planta de la automotriz alemana Continental AG, productora de repuestos para marcas de lujo, fue presentada por un periódico como "la primera inversión que llegará al país después de que los costarricenses disiparon la incertidumbre en torno al TLC con Estados Unidos en el referendo del pasado 7 de octubre". (Véase: "Automotriz alemana invertirá $60 millones en Alajuela", LN, 17/10/07)
Es decir, que implícitamente da a entender que la llegada de esta empresa se debe a la votación favorable al "Sí". Inclusive, el gerente de la zona franca El Coyol, donde se instalará, es citado afirmando que la transnacional se debatía entre invertir en México o en Costa Rica, dependiendo del resultado del referendo, y que, en total, esta inversión implicará la creación de 1.000 empleos. Sin embargo, nada en la nota de prensa oficial de AG Continental, acerca de su llegada al país, sostiene lo anterior.
En primer lugar, la empresa alemana afirma que contratará, en total, a 550 personas, en dos etapas. Una, en 2008, de 350 plazas, y otra, en el 2011, de 200 más.
Además, explica lo que ya es sabido, que son otros factores, independientes del TLC, los que atraen empresas a Costa Rica: "Un factor que persuadió a Continental a escoger Costa Rica como sede de la nueva planta es el alto estándar de educación entre la población local. Esto asegura que la compañía será capaz de encontrar tanto un personal de producción calificado como ingenieros de procesos altamente entrenados y capacitados." ( www.conti-online.com)
De modo que es muy probable que esta inversión estuviese asegurada indistintamente de si se aprobaba el TLC, teniendo en cuenta, adicionalmente, que según el último informe financiero de Continental AG, debido a su interés de expandirse no solo en relación al NAFTA (TLC entre EE.UU., Canadá y México, por sus siglas en inglés), sino al resto del continente, ha dejado de tener una sección "para el Área del NAFTA" y la ha reemplazado por una para "las Américas", lo cual incluye al Mercosur, pues también tiene una planta en Brasil, país que no ha querido adherirse a ese gran TLC que sería el Área de Libre Comercio de las Américas.
UNIVERSIDAD preguntó, mediante correo electrónico, a esta empresa, cuándo tomó la decisión de operar en Costa Rica, pero al cierre de edición (lunes 22) no obtuvimos respuesta.
Por otro lado, recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió a México que este país "cerrará el 2007 con el peor indicador de crecimiento económico en las Américas, incluso peor que Haití", debido a que la economía mexicana "está estrechamente vinculada a la de Estados Unidos, que está en dificultades." (Cable AP, 17/10/07)
Está por verse, pues, si la administración Arias podrá respaldar las expectativas creadas en torno al TLC, y también si la resistencia pasiva del electorado abstencionista llega al límite de su paciencia.
Fuente: Semanario Universidad http://www.semanario.ucr.ac.cr/