Sistematización 3ra.Cumbre Continental Abya Yala
Presentación
“Arrancaron nuestros frutos.
Cortaron nuestras ramas.
Quemaron nuestros troncos.
Pero no pudieron matar nuestras raíces”.
(Comité de Unidad Campesina CUC)
En la ciudad Sagrada Maya de Iximche’, Aq’ab’al, K’at, Kan, Kame, Kej (del 26 al 30 de marzo de 2007), las delegaciones de pueblos y nacionalidades indígenas de toda Abya Yala (Continente Americano), nos reunimos para darle continuidad al proceso de construcción del movimiento político indígena a nivel continental, iniciado años atrás con Encuentros y Cumbres Continentales Indígenas. El proceso de articulación de pensamiento y de acción política ha implicado tenacidad y esfuerzos titánicos, tomando en cuenta la diversidad que lo caracteriza. Diversidad, derivada no sólo de condiciones naturales, geográficas, climáticas propias de los pueblos, sino de realidades sociales particulares, endógenos o exógenos, que a lo largo de la historia han generado procesos diversos, dando como resultado diferentes niveles de percepción político-ideológicas sobre la lucha de los pueblos y nacionalidades indígenas del continente.
A pesar de esta diversidad y los múltiples obstáculos en el camino, cada Encuentro y cada Cumbre Continental Indígena, ha marcado evidentes avances en el análisis de nuestra historia, en la comprensión de nuestro presente y en la definición de nuestro futuro. Las razones son claras, todos los pueblos indígenas del continente compartimos una misma historia, una realidad sociopolítica común de exclusión, por lo tanto, compartimos un sentimiento colectivo y una conciencia social de liberación común. Tenemos una causa común.
El hecho de que esta 3ra. Cumbre Continental se haya definido bajo el lema “De la Resistencia al Poder” permite marcar un hito en nuestra historia de lucha de los pueblos indígenas de Abya Yala. Con una gran claridad los pueblos indígenas nos definimos como sujetos de derecho histórico para plantearnos la tarea de luchar por el poder del Estado, del cual desde la colonización nos han excluido. Lo anterior evidencia un salto en la percepción político-ideológica de los pueblos indígenas del continente. Estamos apenas en la etapa inicial de este nuevo planteamiento político, los pueblos indígenas como sujetos políticos, ya estamos presentes para retomar el lugar que nos corresponde en la historia.
Está claro que cada avance logrado, en ese sentido, implica nuevos esfuerzos y sobre todo nuevos compromisos, el hecho de que en esta cumbre los debates y discusiones de plenaria hayan girado alrededor de que la lucha de los pueblos y nacionalidades indígenas debe trascender hacia la conquista del poder del Estado, determinó entre otras, fijar el interés y la preocupación en temas estratégicos como la unidad de los pueblos indígenas de Abya Yala, la creación de proyectos políticos al interior de cada país, la construcción de un proyecto político indígena continental, la creación de instancias políticas continentales de coordinación y monitoreo permanente para el impulso de acciones y estrategias, para integrarlos en un plan de acción continental de los pueblos y nacionalidades indígenas, que permitirá trazar el rumbo para alcanzar los objetivos y anhelos propuestos.
Esta Cumbre, además se desarrolla en un contexto político y económico continental que obliga a la redefinición Política. El avance destructor de los procesos de globalización implementados por el imperialismo, donde los pueblos indígenas de Abya Yala, somos los más afectados directamente por la invasión y destrucción de nuestras tierras y territorios, el saqueo de nuestras riquezas o bienes naturales, el aumento de la diferencia social de manera abismal que se traduce en más empobrecimiento, hambre, miseria y muerte. La continuidad sempiterna de las políticas de Estado excluyentes hacia nosotros como pueblos y nacionalidades indígenas, la sobreexplotación indígena inmisericorde en grandes plantaciones con modelos agro-exportadores oligárquicos, y muchos elementos más, obligan a definir nuestra lucha de pueblos y nacionalidades indígenas como una lucha contra el sistema capitalista, antiimperialista, una lucha antiglobalización, una lucha contra la esencia inhumana y antinatural del capitalismo; es decir, una lucha por los derechos históricos de los pueblos indígenas, por la defensa de la madre tierra, por la vida, por la autodeterminación de los pueblos y nacionalidades indígenas de Abya Yala, y una lucha por el poder del Estado.
Por otro lado, esta Cumbre se desarrolla en un momento político en el que en diversas regiones de ‘América’ acontecen particularidades. Cuando aparentemente se da por hecho el triunfo omnipotente del capitalismo transnacional surge en el continente una nueva alborada de esperanza. Es el nuevo tiempo del pachakutik Continental (Revolución Continental) tiempo en el que se avizora con diáfana claridad el avance de la lucha y la esperanza de nuestros pueblos y nacionalidades indígenas de Abya Yala, y la decisión inclaudicable por la recuperación de nuestros derechos históricos colectivos.
La heroica resistencia del pueblo cubano, el avance en la lucha de los hermanos de México, la lucha de los Miskitos de Nicaragua, el avance de la lucha de los hermanos del Ecuador, de Perú, de Chile, de Brasil, Nicaragua, el triunfo de Rafael Correa del Ecuador, el triunfo consecutivo del presidente Hugo Chávez en la República Bolivariana de Venezuela, la rearticulación del movimiento maya en Guatemala después del genocidio implementado por el Estado Contrainsurgente, el triunfo de Evo Morales en Bolivia y su resistencia revolucionaria cultural y democrática, y otros, permitieron reafirmar en esta 3ra. Cumbre que construir “Otra América es Posible”, que “Nunca más las Américas, sin los pueblos indígenas”, haciendo un llamado para que los “pueblos indígenas del continente, retomemos nuestro lugar en la historia”.
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