Soy una mujer indígena de la tierra y el sol, y pertenezco a una raza con una cultura milenaria

Con el pensamiento ancestral que las mujeres son para tejer vida y los hombres para construirla, de ahí la necesidad de la complementariedad, mujeres de varios países sudamericano, enmarcaron el encuentro por los derechos de la mujer y de los pueblos indígenas.

El intercambio de saberes y experiencias se da en una comunidad Wayúu del resguardo de Mayabangloma, Fonseca, sur de la Guajira, con la participación de liderezas y dirigentas de países desde la Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela, México, Guatemala y diferentes pueblos - organizaciones indígenas por Colombia, que hacen parte de la Escuela de Formación Indígena Nacional, EFIN.

“La naturaleza nos empuja para apoyar la resistencia, por tanto como las plantas cuando la cortan, muy pronto retoña y sale con más fulgor, por ello nosotras con nuestros hijos y compañeros luchamos hombro a hombre porque que un día muriendo y el mismo día renaciendo, de ahí que se hace necesario recomponer las cosas, hay que seguir aprendiendo del dolor y las apuestas de las demás para seguir fortaleciendo los procesos locales, y este redunde en la Unidad desde la diversidad\".

Al llamado de la Katza, instrumento tradicional del pueblo Wayuu, el paraje desafiante de trupichos, cactus, y senderos angostos se van llenando de diversos colores, gracias al contraste de colores de las llamativas mantas de la mujer Wayuu con el negro colorido de los vestidos tradicionales de los países andinos, que dan cuenta de la diversidad cultural, “este intercambio nos realimenta los espíritus, escuchar el dolor como están superando las amenazas constantes nos impulsa a retomar la lucha con más ánimos, porque el dolor es uno y es masculino”, así lo indico enardecida una indígena de 72 años, lo cual corroboró el Cacique del resguardo, Oscar Uriana.

"Este intercambio de experiencias a partir del conocimiento del otro, nos motiva a revalorar lo nuestro, nuestra cultura, pero sobre todo a nuestro territorio, porque al fin desde la Patagonia hasta Alaska, este continente es indígena y lo que hasta ahora hemos tejido es que el problema es el mismo, es la defensa del territorio ancestral de manos de las multinacionales que con la complicidad de Estados, como el de Colombia, desconocen el aporte milenario de quienes somos los verdaderos dueños de Amerikua\", ratificaron al unísono las participantes en el primer día de trabajo.

Por ello seguiremos comunicando con el alma, por todos los medios posibles, así como por la emisora Utay Stereo se viene transmitiendo los pormenores del magno evento, de la mano de otras emisoras como Ecos de la Macuira, Tayrona Stereo y la emisora virtual de la ONIC, Dachi Bedea, lo que hoy nos permite trascender con mayor eficiencia, en la lucha de la UNIDAD.

Porque quienes saben hablar con los jaguares, con sus muertos, con la luna, con el río… le apostamos también al reto de tomarnos las herramientas de la técnica y las ricas posibilidades de estos códigos comunicacionales probados en otros rincones de la tierra, para luego hacer circular su gran cosmovisión en la ruta de una comunicación con identidad, con rostro propio.

Desde espacios como este “le venimos dando la cara a un mundo lleno de peligros mayores como la exclusión, la pobreza, la enfermedad y aún más, enfrentamos el gran desafío cultural de ser propios a pesar de la uniformidad. Hoy tenemos la oportunidad de asumir la voz de cada pueblo, la simbología de cada tierra, los hábitos de cada pueblo, los mitos de cada cultura. Con ellos debemos levantar las nuevas barricadas a donde resistir los embates que inician con la exclusión económica y luego asfixian el alma”, aporte de una hermana Maya de Guatemala.

El evento terminará el miércoles por la noche, con una proclama de las mujeres indígenas sudamericana para el mundo.

ORGANIZACION NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA, ONIC

25 AÑOS DE RESISTENCIA INDIGENA

CONTACTO:

LUIS EVELIS ANDRADE, 315-8572995

XIMENA FIGUEROA, 315-8665053 312-6394123

SILSA ARIAS - comunicaONIC.