Fuera Astaldi de territorios ancestrales y de Honduras
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH.
A Vittorio Di Paolo, presidente de Astaldi
A Giuseppe Cafiero, director general para el exterior de Astaldi
A Mario Iván Casco de Astaldi Columbus
A Secretaria de Astaldi Columbus en Honduras
En julio pasado su empresa, a través de su filial hondureña, firmó con el gobierno de la República de Honduras un contrato para realizar obras de infraestructura relacionadas con el proyecto turístico \"Laguna de Los Micos\" en la regi ón de Bahía de Tela, en la costa Atlántica del país.
Como seguramente sabrán, la zona es habitada desde hace 200 años por la comunidad garífuna, pueblo afro-indigena que habita la costa norte de Honduras. Los garífunas de las comunidades afectadas por el proyecto --San Juan Tela, Tornabé, Miami, Triunfo de la Cruz-- afiliadas a la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), han denunciado desde hace tiempo los posibles riesgos y los impactos negativos a nivel social, económico y ambiental del salvaje desarrollo turístico en ciernes en la Bahía de Tela.
El proyecto prevé la realización de un mega complejo que ocuparía mas de 500 hectáreas de tierra y una franja de playa de 3 km. Al interior de \"Los Micos Beach & Resort Centre\" se edificar ían 4 hoteles de lujo, 256 casas de lujo, centros comerciales, parques temáticos, paseos a caballo y, claro, no podría faltar, un campo de golf.
Todo esto se realizaría al interior del Parque Nacional Jeannette Kawas (PNJK) y en una laguna registrada (con el número 722) en la lista de los humedales protegidos por la Convención Internacional de Protección de los Humedales (conocida como Ramsar). El relleno de gran parte de los humedales para la construcción de un campo de golf, acción que su empresa está a punto de iniciar, es incompatible con la Convención de Ramsar, la cual considera que los humedales son áreas de total preservación y que además comprometería el equilibrio hídrico de la zona, provocando la alteración de los cursos de agua y por tanto del funcionamiento de los mismo humedales, aumentando así los riesgos de inundaciones durante los periodos de mayor lluvia en las comunidades limítrofes y en la ciudad de Tela.
Asimismo, un estudio técnico elaborado por la Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texiguat (Prolansate), organización no gubernamental cuyo objetivo institucional es la conservación del Parque Nacional Jeannette Kawas, ha demostrado que el proyecto provocaría un impacto ambiental desastroso y que además violaría numerosos acuerdos internacionales (Acuerdo sobre la Diversidad Biológica-CBD; el Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de las Areas Naturales en América Central -decreto no. 183/94-), leyes forestales nacionales, directrices ambiéntales del Banco Interamericano de Desarrollo (órgano financiero del proyecto), así como el reglamento interno del Parque.
Además, la zona del proyecto pertenece al hábitat funcional de las comunidades garífunas de Miami, Tomabé, San Juan Tela, La Ensenada y Triunfo de la Cruz, cuya población obtiene parte de sus ingresos de la laguna mencionada.
El proyecto colinda con la zona del núcleo del parque nacional, dedicada a la protección absoluta―por tanto es una zona en la cual la legislación hondureña no permite ningún cambio ni alteración del ecosistema.
Por lo anterior, exigimos que su empresa detenga inmediatamente toda actividad relacionada con las obras mencionadas.
Exigimos a su empresa salga de territorios ancestrales de nuestros pueblos.
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH.
14 de septiembre del 2007. Intibucá, Honduras.