Costa Rica: Una nueva moral

2007-09-10 00:00:00

La lucha desigual que se ha venido sosteniendo entre los partidarios (as) del No y los del Sí en torno al referéndum sobre el Tratado de Libre Comercio, marca un hito en la historia de Costa Rica.

La gigantesca campaña mediática de los partidarios del Sí, financiada por grandes transnacionales cuyo objetivo primero y último es el de acumular ganancias, ha tenido su respuesta en los partidarios del No en el trabajo casa por casa, elaboración de mantas, dibujos, canciones, broches, poesías… Así, mientras un grupo de hipermillonarios (as) invierten en propaganda escrita y televisiva cantidades gigantescas, mientras el poder ejecutivo con sus ministros (as), y diputados (as), invierten los recursos de los costarricenses en favor de la campaña por el T.L.C., jóvenes estudiantes, amas de casa, intelectuales, artistas, educadores (as), agricultores (as), pequeños y medianos empresarios (as), dedican lo mejor de cada cual organizando mesas redondas, conversando persona por persona, elaborando mantas gigantescas bordadas con hermosos corazones del No, o bien, como las mujeres de blanco, marchando a defender la institucionalidad democrática hacia la Sala Cuarta o al Tribunal Supremo de Elecciones. Es digna de mencionar la participación constante de las Universidades Públicas brindando información a la ciudadanía sobre el T.L.C. y el referéndum, las multitudinarias marchas universitarias entre ellas la de la defensa de la autonomía universitaria, el apoyo incondicional de las organizaciones ecologistas, feministas… en una lucha dispar en la que se enfrenta el poder del dinero a las convicciones patrióticas de miles de hombres, mujeres y jóvenes.

Vivimos en nuestro país un fenómeno sin precedentes con cambios muy profundos en los valores , con una actitud distinta hacia nuestras instituciones públicas, naturaleza, democracia participativa, soberanía nacional. Una nueva moral se ha perfilado en estos días de entrega incondicional en la búsqueda de una Costa Rica digna y solidaria, en donde como dice Erich Fromm el modo de \"ser\" toma más relevancia que el modo de \"tener\".

La batalla contra un Tratado comercial negociado con rapidez y absoluta irresponsabilidad, en donde sin reservas se pusieron a la venta nuestros recursos naturales y el modelo económico social costarricense, refleja la crisis moral de nuestro tiempo. Un T.L.C. a la medida de los intereses comerciales de Washington, y de sus apéndices: el gobierno y los empresarios costarricenses, que abonarán en sus arcas financieras, nuevas y jugosas ganancias a costa de los sectores vulnerables del país; es decir, el bandidaje de sectores privados y públicos en busca de la ganancia individualista del \"tener\". Ninguna moral puede darse en una perspectiva individualista, por encima de la energía verdaderamente moral de la solidaridad.

Escondidos en sociedades anónimas, y con la bendición del Tribunal Supremo de Elecciones, los empresarios del Sí, están financiando una mega campaña en donde la danza de los millones ha burlado los topes establecidos en el reglamento del Tribunal, negándose además a abrir sus cuentas bancarias. Mientras a corazón abierto, los ciudadanos (as) del No multiplican su imaginación con la venta de bonos, comida, entradas para espectáculos artísticos… El egoísmo de creer que \" soy cuanto más tengo\", se estrella frente a una actitud distinta asumida sorpresivamente por miles y miles de costarricenses con una orientación que asume nuevas demandas morales ante cada uno (a) y ante la sociedad. Las diferencias en cantidades son insalvables, mas las diferencias en cualidades, en valores éticos, también se han vuelto gigantescas.

La visión economicista desligada de lo social de los defensores de este Tratado comercial, ignora valores fundamentales en el ser humano aumentando la brecha de desigualdad entre ricos y pobres. No es ninguna casualidad que el Gobierno haya pretendido silenciar a la Iglesia, exigiéndole que se ocupe de las cosas del más allá, sin ninguna alusión a las consecuencias que el T.L.C. tendría sobre la población, y sobre el comercio con la vida y el ambiente. De la misma manera, y siempre con el apoyo incondicional de la Sala Cuarta y del Tribunal Electoral, el Gobierno ha hecho lo imposible por silenciar el libre devenir de las ideas en las Universidades públicas en general y en particular en la Universidad de Costa Rica. Sin embargo, voces dignas dentro de la Iglesia y multitudinarias manifestaciones en las universidades, no han permitido amordazar los principios enraizados en la esencia misma del cristianismo y en la razón de ser de nuestras Casas de Enseñanza Superior.

El gran drama, -como decía recientemente un expresidente- \"es que Costa Rica está enfrentada a un descomunal aparato de poder\", en donde al aparato de gobierno se le suma \"el aparato de propaganda totalitario\". No obstante, -convendría agregar-, \"la revolución de la esperanza\" se multiplica cada día mientras más y más costarricenses estén dispuestos (as) a luchar contra la rapacidad humana.

Si en las grandes fábricas se ha entronizado la mentira y la ausencia de debate, para obligar a obreros y artesanos a votar a como haya lugar por el T.L.C., en nuestras calles con kioscos, volantes, mesas redondas y conversaciones, se construye una nueva afirmación moral, un movimiento excepcional a pura voluntad, cuya única recompensa es negarse al sometimiento del poder, a cambio de darle significado a la dignidad, a la existencia, a valores por los que vale la pena entregar nuestro tiempo y nuestra vida.

En este momento crucial para nuestro país, se ha vuelto irreconciliable la diferencia entre el \"ser\" y el \"tener\", \"entre los interesados en las personas\", y en la búsqueda de humanidad, frente a \"los interesados en las cosas\", cuyo \"afán de lucro, fama y poder se han convertido en el problema dominante\" de sus vidas.

Fromm cita el poema de Goethe a propósito del \"ser\"; y de la misma manera, las voces del No expresan su cualidad más profunda: \"sé que nada me pertenece, sino el pensamiento que sin grilletes fluye de mi alma, y todo momento favorable que el destino clemente me permite gozar profundamente\".

- Marielos Giralt B. es profesora.

Fuente: Semanario Universidad
http://www.semanario.ucr.ac.cr/