Posición de la Asociación Costarricense de Turismo Rural Comunitario frente al TLC

2007-09-07 00:00:00

Ante la posibilidad de decidir si queremos que se apruebe o no este TLC con Estados Unidos, nos llevó a los miembros de la Asociación Costarricense de Turismo Rural Comunitario ACTUAR [1] a cuestionarnos: ¿Cuál es el modelo de desarrollo que queremos para el país? y, como empresarios, ¿Cuáles son los términos en los que queremos negociar con nuestros clientes? Definitivamente el mercado estadounidense es el mercado natural de Costa Rica para el sector turismo. También las iniciativas de Turismo Rural Comunitario vivimos de buenas alianzas con clientes del norte. Sin embargo, el tener una relación comercial rentable no implica que tengamos que decir sí a todo; sino más bien, saber negociar. Por ello, nos reunimos representantes de ACTUAR de las asociaciones de empresarios de Turismo Rural Comunitario de muy diversas regiones del país (Talamanca, Golfo de Nicoya, Valle Central, Región Norte) el pasado lunes 27 de agosto del 2007, para consolidar nuestra posición frente al TLC. En este pronunciamiento compartimos con la comunidad costarricense dónde \"estamos parados\" como sector productivo.

Somos micro y pequeños empresarios turísticos…

Una de las características que ha hecho la diferencia positiva en la distribución de la riqueza en este país es la gran cantidad de microempresas que existen; empresas de turismo, panaderías, pulperías, tramos de plantas medicinales, carnicerías, micro-beneficios cafetaleros, etc. Poco a poco, hemos comprobado como este sector de microempresarios ha ido desapareciendo, para ser suplantado por las grandes empresas, muchas transnacionales, con fuerte capital.

Los micro y pequeños empresarios, sabemos que con el TLC la situación se agravará. Una de las razones es la siguiente: el TLC disuelve la figura del \"trato nacional\" (Art. 10.3), estableciendo que cualquier forma de apoyo e impulso dada por el gobierno o instituciones públicas a favor de las empresas nacionales, también deba ser aplicado a las empresas extranjeras. Esto es injusto, porque no es lo mismo una gran empresa (dígase Four Seasons, Marriott, entre otros), que una pequeña empresa familiar costarricense, por lo que el trato no debe ser el mismo. Además, Estados Unidos, como debe ser, es uno de los países más proteccionistas en cuanto a sus empresas nacionales. Solo falta ver los subsidios que reciben los agricultores en Estados Unidos y nos daremos cuenta cómo el capítulo 10 (Inversiones) del TLC, no nos conviene a los/as costarricenses. En particular, el artículo 10.3 que disuelve la figura del Trato Nacional preferencial.

Por el contrario, desde nuestro sector, estamos fomentando un proyecto de ley que incentive a las micro y pequeñas empresas de Turismo Rural Comunitario para contribuir a que no vendan sus tierras; ofreciéndoles un trato nacional preferencial al generarles condiciones más competitivas.

Queremos tener derecho a un Estado costarricense que vele por los intereses de los/as costarricenses. En el caso específico de Turismo Rural Comunitario, un Estado que proteja al pequeño y mediano empresario turístico rural, dándole prioridad sobre las empresas extranjeras a nivel de financiamiento y crédito, capacitación por parte del INA, promoción por parte del ICT, prioridad en las concesiones en Zonas Marítimo Terrestres e incentivos fiscales; para que las comunidades locales puedan desarrollarse competitivamente. Trabajamos por el derecho al trato nacional que garantice nuestra condición y de las futuras generaciones como dueños de nuestros medios de producción y no como empleados turísticos con mejores salarios y propinas.

Queremos turistas que nos visiten para conocer la Costa Rica auténtica…

Desde el modelo de Turismo Rural Comunitario nosotros velamos cada día por recibir turistas que valoren nuestro esfuerzo por conservar la naturaleza y aprovechar sosteniblemente la tierra donde crecimos. Compartimos con los visitantes nuestras riquezas culturales, históricas, sociales y naturales; como lo es el amor a la tierra, la felicidad del campesino por su cosecha, la charla pausada luego de una jornada de trabajo, la solidaridad entre vecinos, las noches de guitarra… Queremos recibir visitantes con calidad humana, que sepan disfrutar la belleza local.

Costa Rica, sin el TLC, ya es uno de los principales destinos de ecoturismo a nivel mundial. Esta fama se está poniendo en riesgo por el desmedido desarrollo inmobiliario de segundas casas de verano que se ha dado en las zonas costeras; lo cual deja mucho que desear de la imagen verde que nos ha posicionado donde estamos. En vez de aprobar un TLC que debilita las micro y pequeñas empresas nacionales y genera más presión sobre la tierra, Costa Rica requiere reorientar sus políticas con respecto al modelo de turismo que impulsa para que fortalezcamos el encanto local de los destinos turísticos y las micro y pequeñas empresas con prácticas ambientales responsables. Queremos un turismo para y por la/os costarricenses, de bajo impacto ambiental, enfocado a la distribución de la riqueza de las familias costarricenses.

Costa Rica ha competido a nivel internacional posicionándose como un destino de turismo sostenible con encanto local. No ha pretendido competir por precio con los destinos de turismo masivo. Queremos calidad y no cantidad. Los Estadounidenses que queremos que visiten Costa Rica son personas educadas, que quieren compartir con nosotros la cultura local; y no visitar una copia tropical de su propio país. Ellos no dejarán de venir a Costa Rica porque demostremos que somos un pueblo digno y soberano; que no tiene miedo a decir no a un tratado que no le conviene. Más bien, esa es una posición digna y soberana que los visitantes suelen apreciar en nuestro país.

Queremos generar encadenamientos locales, no importar los insumos…

Algunos aseguran (La Nación 20/08/07 p. 42) que el turismo se verá beneficiado con el TLC, por ejemplo con \"una gran cantidad de los insumos que el sector turístico necesita para trabajar, como aires acondicionados, equipos de restaurantes, vehículos, etc.\" Actualmente, por la ley 6990, los proyectos turísticos en desarrollo pueden traer libre de impuestos los insumos para la construcción y microbuses, lo cual es un incentivo importante para el sector turístico que tiene acceso al contrato turístico.

Sin embargo, con el TLC al importar libre de impuestos todos los insumos para la industria turística, esto iría en detrimento de los encadenamientos locales que genera la industria turística nacional. Sería verdaderamente preocupante que el sector turismo, en vez de comprar insumos de productores nacionales (como muebles, jabones biodegradables, lámparas, artesanías, arroz, vegetales), los empezara a importar por la liberación de impuestos y aranceles.

Queremos una Costa Rica que se diferencie y sirva de modelo al mundo por generar una producción sostenible y una redistribución más equitativa de la riqueza, donde los insumos para los servicios turísticos sean producidos localmente y no importados.

¡Valoramos la cultura viva y queremos que se proteja la seguridad alimentaria!

A través del Turismo Rural Comunitario, familias campesinas y pescadoras, comunidades indígenas en todo el país están hoy siendo anfitriones en sus comunidades, compartiendo su saber y forma de vida con visitantes nacionales y extranjeros. Ese saber local lo compartimos, no lo patentizamos. Nosotros valoramos la cultura viva del campesino y como parte de ella, la gastronomía criolla. No queremos promover un \"show\" de la cultura del campesino que no tiene acceso a sembrar en su propia tierra.

Queremos que las comidas que disfrutamos en nuestros hogares y también con los visitantes sean sembradas por nuestros vecinos: ¡no queremos ser hombres y mujeres de maíz importado! La falta de protección al productor agrícola nacional (hacia 1986) nos llevó a perder la producción nacional del maíz, uno de los insumos alimenticios más importantes de cualquier dieta. Actualmente, en Costa Rica comemos tortillas de maíz importado. ¡No queremos que suceda así con el gallo pinto! Queremos que el Estado proteja a los productores nacionales y así, a las semillas criollas y a la seguridad alimentaria de nuestro país.

Esto nos refiere a la propiedad intelectual de las semillas, la cual afecta al Turismo Rural Comunitario, dado que la mayoría de nuestros miembros son también productores campesinos. Con el mejoramiento genético de las plantas, las empresas se apropian privadamente de éstas; y el/la campesino/a debe pagar por su uso acorde al Convenio UPOV-91, que el TLC nos obliga a firmar. De no ser así se aplicarán medidas precautorias y multas. Además, mediante el Art.8.8 se elimina la salvaguardia del Art. 5, del Acuerdo sobre Agricultura, OMC, salvaguardia que sólo se aplica acorde al Art. 3.15 cuando se rompan los límites acordados de importaciones de los productos negociados. Es decir, mientras no se rompa el límite acordado, lo/as campesino/as deben competir sin subsidios, comprar semillas transgénicas y seguir pagando cada vez que esa semilla dé nuevos frutos.

Desde el Turismo Rural Comunitario trabajamos por preservar nuestro ambiente y cultura local costarricenses. Nuestro compromiso con el ambiente va más allá de un concepto de conservación de los recursos naturales. Para nosotros está ligado a nuestra identidad como costarricenses. Deseamos mostrar al mundo un país verde, rico en biodiversidad y cultura autóctona. Queremos que se proteja la identidad nacional. No queremos una \"Costa Rica, Pura Vida\" importada.

Por todo lo anterior, decimos un fuerte NO a este TLC!

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