En Puerto Príncipe, Haití, cuna de la primera revolución
antiesclavista e independentista de América Latina y el
Caribe, se ha iniciado formalmente la Reunión Regional
Preparatoria de la III Asamblea de los Pueblos del Caribe
prevista a desarrollarse en agosto del 2003.

La búsqueda de la unidad y acción mancomunada de los
caribeños ha sido un sueño acariciado por próceres y
generaciones de esta región, por donde en 1492 los europeos
iniciaron la invasión a nuestro continente y lugar que diera
origen a los primeros actos de resistencia protagonizados,
primero por los indígenas y posteriormente por los negros
traídos violentamente desde África.

Los integrantes de la reunión han llegado a Haití desde
Trinidad y Tobago, Barbados, Martinica, Curazao , República
Dominicana y se esperan arriben dentro de pocas horas las
delegaciones de Puerto Rico y Cuba, para agotar una apretada
agenda, que deberá centrarse en:

1. Reconocer la situación existente en la región a partir
de los informes que brinden los países participantes.

2. Adoptar un plan de acción y movilización regional.

3. Avanzar los preparativos de la III Asamblea de los
Pueblos del Caribe.

Un Comité Nacional Haitiano conduce los preparativos de la
reunión coordinado por la Plataforma Haitiana para el
Desarrollo, PAPDA, e integrado además por KANPAN, SOFA,
APROFHOC, GRAP, PEJEFE, SANT PON, GARR, GRAD, KPN, FESTRED’H,
GRIDAP, MPNKP, entre otras.

Explosiva situación en la región

El caribe, como toda América Latina, vive una situación arto
difícil, zarandeado por los problemas de endeudamiento
externo, desempleo y pobreza extrema que generan las
políticas neoliberales, los preparativos para el ALCA,
agregándose la situación de numerosas naciones que padecen
todavía situaciones coloniales, desarrollándose luchas como
las de Puerto Rico, por la independencia, la libertad de los
presos políticos y la salida de la marina de la isla de
Vieques.

La lucha por la independencia y la autodeterminación es
asumida cada vez con mayores niveles en Martinica, Curazao y
otras islas, todo lo cual podrá ser abordado en el marco de
la reunión caribeña de Puerto Príncipe.

Privatización de los servicios y empresas públicas en Puerto
Rico y República Dominicana, resistencia de amplios sectores;
situaciones difíciles para los inmigrantes en nuestros países
y traba en los EE.UU. y Europa, los mismos que hablan de
globalización, no solo mantienen las trabas para que nuestros
productos entren a los suyos, sino también para los
caribeños.

Auguramos que en los días porvenir los asambleístas caribeños
lancen una chispa más de esperanza para nuestros pueblos en
estos tiempos de predominio del capitalismo salvaje
inspirador de las políticas neoliberales promotoras de las
injusticias, la exclusión y la opresión social y nacional.