Colombia: Algo huele a podrido en el Partido Liberal

2007-04-17 00:00:00

En mayo, el debate sobre el TLC completará tres años. A pesar de que el gobierno de Uribe quiso mantener oculta la propuesta inicial de Estados Unidos, a mediados de 2004 ella ya se había filtrado y muchas personas tuvieron la oportunidad de conocerla. Importantes estudiosos han publicado análisis sobre el texto, tanto en lo que se fue negociando sobre lo finalmente pactado. Entre ellos se cuentan importantes dirigentes liberales como Eduardo Sarmiento, Mauricio Cabrera, Amylcar Acosta entre otros. Se han publicado decenas de artículos y hay disponibles suficientes análisis sobre los perversos resultados de otros tratados similares como el Nafta, el Cafta y el pactado con Chile. Hay diagnósticos detallados como los realizados por numerosos dirigentes del Polo Democrático Alternativo como Jorge Enrique Robledo, Gustavo Petro, etc. Eso sin contar las decenas de escrito que ha realizado Recalca.

Después de todo este proceso, el expresidente César Gaviria se reunió en días pasados con el presidente Uribe Vélez para plantearle que tenían varios interrogantes, anunciarle un cuestionario por escrito y pedirle que los ministros explicaran el TLC a la bancada liberal.

Nadie como Gaviria conoce de qué se trata. El fue el artífice de la “apertura económica”, que anticipó reformas que el TLC profundiza. Durante su presidencia de la OEA se negoció infructuosamente el ALCA, cuyas definiciones fueron calcadas y acentuadas en el TLC. Nadie como Gaviria tiene las conexiones en Washington para agudizar las preocupaciones del partido demócrata o para atenuarlas. El trofeo de la adhesión de el a lo negociado bastaría también para hacer digerible a muchos demócratas de centro y de derecha el TLC. La táctica de Gaviria es ir lentamente de tal forma que si los demócratas en EEUU rechazan el TLC, el quedará bien con todo el mundo.

Es altamente sospechoso que en lugar de rechazar abiertamente el TLC, el partido liberal, aborde el tema con aparente ingenuidad como si el gobierno pudiera dar algún nuevo elemento de juicio.

Todo indica que Gaviria está conduciendo el partido liberal a aceptar el TLC, haciendo algunas modificaciones a la Agenda Interna y al Plan de Desarrollo. Con sus recientes pasos pretende convertirse de un opositor aislado y derrotado en una figura útil para proyectar internacionalmente una mejor imagen de Uribe y al mismo tiempo mantenerse dentro de las opciones para las próximas elecciones presidenciales.

El precio que tiene que pagar Uribe es hacer algunas modificaciones y de pronto aceptar sin chistar algunos de los reparos de los demócratas en Estados Unidos, haciendo los correspondientes cambios que no alteran la sustancia de lo pactado.

Ya la posición del partido liberal ante el gobierno de Uribe se ha venido suavizando y el camino que está transitando es el de una “oposición constructiva” que no cuestiona aspectos de fondo de la política oficial. Con la negociación sobre el TLC se está sellando este proceso.

Los liberales que desde el parlamento han criticado el TLC están en una encrucijada pues mantener su oposición violaría la disciplina de partido y los alejaría de las mieles del poder.

Alertamos al pueblo liberal y al pueblo en general sobre lo que se está cocinando. El parlamento también está por definir sobre la disminución de las transferencias a las regiones y todo esto va a ser respondido con movilizaciones del magisterio, de las universidades y del movimiento popular en las jornadas previstas para la segunda mitad de abril, el primero de mayo y el paro del 23 de mayo. Es un pulso sobre el futuro del país. Le apostamos a que la lucha popular detenga las propuestas gubernamentales y paralice o desnude la entrega liberal.

Bogotá, abril 17 de 2007

Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el Alca, Recalca

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Correo electrónico: recalca@etb.net.co