Tratado De Libre Comercio Republica Dominicana

2007-03-27 00:00:00

REPUBLICA DE COSTA RICA ASAMBLEA LEGISLATIVA

COMISIÓN PERMANENTE ESPECIAL DE RELACIONES

INTERNACIONALES Y COMERCIO EXTERIOR

PROYECTO DE LEY “TRATADO DE LIBRE COMERCIO REPUBLICA DOMINICANA – CENTROAMERICA – ESTADOS UNIDOS”

EXPEDIENTE Nº 16.047

DIPUTADA ELIZABETH FONSECA CORRALES

DIPUTADO FRANCISCO MOLINA GAMBOA

San José, 10 de enero de 2007

ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPUBLICA DE COSTA RICA

COMISION PERMANENTE ESPECIAL DE RELACIONES

INTERNACIONALES Y COMERCIO EXTERIOR

PROYECTO DE LEY

“TRATADO DE LIBRE COMERCIO REPUBLICA DOMINICANA –
CENTROAMERICA – ESTADOS UNIDOS”

EXPEDIENTE Nº 16.047

ASAMBLEA LEGISLATIVA:

La diputada y diputados que suscriben, integrantes de la COMISIÓN PERMANENTE ESPECIAL DE RELACIONES INTERNACIONALES Y COMERCIO EXTERIOR, representantes del Partido Acción Ciudadana, en adelante PAC, ante esta Comisión, rinden el siguiente

sobre el PROYECTO DE LEY “TRATADO DE LIBRE COMERCIO REPUBLICA DOMINICANA – CENTROAMERICA – ESTADOS UNIDOS”, que se ubica actualmente en la corriente legislativa, bajo el expediente Nº 16.047, y fue publicado en La Gaceta Nº 225 del 22 de noviembre de 2005.

El Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos1, en adelante TLC, se envió a la Comisión Permanente Especial de Asuntos Internacionales y Comercio Exterior según corresponde. Es potestad de la Comisión dictaminar entre otros, los convenios internacionales, los tratados públicos y de comercio exterior.(2)

Los diputados y diputadas integrantes de la Comisión fueron: Janina del Vechio Ugalde, Fernando Sánchez Campos, Mayi Antillón Guerrero, Federico Tinoco Gamboa, por el Partido Liberación Nacional; Evita Arguedas Maklouf, por el Partido Movimiento Libertario; Lorena Vásquez Badilla, por el Partido Unidad Social Cristiana; Elizabeth Fonseca Corrales, Francisco Molina Gamboa y Ronald Solís Bolaños, por el PAC.

Con el propósito de facilitar el análisis de esta opinión, se ha estructurado en cinco secciones:
I. Marco político - conceptual

II. Aspectos de Procedimiento

III. Nuestras principales objeciones

IV. Inconstitucionalidades del proyecto de ley

V. Conclusiones y Recomendaciones.

IV, artículo 85 inciso c), página 86.

4 ADVERTENCIA INICIAL

El propósito de este documento es rendir dictamen ante el Plenario de la Asamblea Legislativa y dar a conocer a la ciudadanía representada por las y los diputados, así como a la opinión pública en general, algunas de las incidencias que se generaron en el trámite del expediente 16047, Tratado de Libre Comercio República Dominicana- Centroamérica y Estados Unidos.

Advertimos que este “dictamen”(3) del PAC, al igual que cualquiera otro emanado de las y los diputados miembros de la Comisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior no es conforme con la Resolución del Presidente de la Asamblea Legislativa comunicada en la Sesión Plenaria del martes 31 de octubre de 2006.

Tal como lo indicó el Presidente de la Asamblea Legislativa, en el Considerando Nº 8, de la citada resolución, “ LOS TRATADOS INTERNACIONALES MULTILATERALES QUE PARA SU ENTRADA EN VIGENCIA ESTABLECEN UN PLAZO PERENTORIO, CONSTITUYEN UNA CATEGORÍA ESPECIAL CON CARACTERÍSTICAS PARTICULARES, QUE NO ESTÁ CONTEMPLADA EN EL REGLAMENTO LEGISLATIVO, POR LO QUE SE GENERA UN VACIO NORMATIVO LO QUE HACE NECESARIO INTERPRETAR E INTEGRAR EL DERECHO PARA LOGRAR CUMPLIR CON NUESTRAS OBLIGACIONES CONSTITUCIONALES”

Desde esa óptica, el Presidente legislativo dicta una resolución, que como él mismo lo indica, se incorporó como una práctica legislativa. En cuanto práctica legislativa debe ser respetada y aplicada por la Comisión Permanente Especial de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior en la tramitación del Expediente 16047.

Insistimos que estamos en presencia de una práctica o norma jurídica nueva, de naturaleza especial, aplicable únicamente a tratados internacionales multilaterales, que para su entrada en vigor indican un plazo perentorio.

Es una normativa o práctica que obedece a la excepcionalidad de estos tratados, en cuanto a la necesaria votación de previo al cumplimiento del plazo perentorio por ellos indicado.

Como consecuencia de esa naturaleza excepcional del mencionado “tratado”, el Presidente establece un procedimiento o tramite también extraordinario o excepcional. Dispuso que la Comisión Permanente Especial de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior debía “ Dictaminar” el expediente Nº 16047 el día 12 de diciembre de 2006, ... “ treinta minutos antes del cierre de la sesión del último día del plazo de la prórroga...” . Indica adicionalmente que el plazo de la prórroga conferida era para “ rendir dictamen”

La resolución del Presidente Legislativo debe ser interpretada y aplicada según el sentido propio de sus palabras y en relación con las condiciones excepcionales, que el propio Presidente resalta o destaca, como muy particulares de los tratados internacionales multilaterales.

Los conceptos “dictaminar” y “rendir un dictamen”, no deben tener un significado diferente al que usualmente se les da en el procedimiento parlamentario. Por otro lado, la naturaleza excepcional de los Tratados Internacionales Multilaterales, que indican plazos “perentorios”, urgentes, apremiantes, acuciantes, o exigentes, requieren que los dictámenes sean entregados, dados o rendidos de una manera excepcional, diversa, a la que es usual en los proyectos ordinarios. Si esto no es así, no tendría sentido la resolución del Presidente Legislativo. Carece de absoluta lógica, que el Presidente adopte una resolución excepcional, para regular una situación particular “ que no está contemplada en el Reglamento de la Asamblea Legislativa”, y que la Comisión Permanente Especial de Relaciones Internacionales y Comercio

Exterior no acate y aplique los procedimientos que son comunes a los proyectos ordinarios.

De acuerdo con la resolución excepcional del Presidente Legislativo, el Proyecto Nº 16047 tenía que quedar debidamente dictaminado el día 12 de diciembre de 2006, la norma especial siempre debe prevalecer sobre la disposición general y para el mencionado expediente se indicó un tramite de rendición de dictamen y una fecha especiales. Pero, el día 12 de diciembre de 2006, la Presidenta de la Comisión Permanente Especial de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior, sin haber indagado sobre la existencia de propuestas de dictamen, da por agotada la discusión y dispuso proceder a una votación que se contrapone a la resolución del Presidente Legislativo.

Ese día no hubo ningún dictamen aprobado, rechazado o rendido por la Comisión Permanente Especial de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior, tal como lo ordenaba la resolución del 31 de octubre de 2006, del Presidente de la Asamblea Legislativa. Con esto se violó un derecho fundamental de toda señora y señor diputado miembro de una Comisión, a mocionar y a presentar propuestas de resolución o dictamen, tal como se desprende del Artículo 3 inciso 5 del Reglamento.

Pese a que los procedimientos antirreglamentarios e inconstitucionales seguidos por la residencia de la Comisión fueron oportunamente recurridos, la gestión no prosperó.
Por ello es necesario aclarar, que este dictamen o documento presentado por la señora diputada y los señores diputados del PAC no está dirigido a corregir, sanear, o enmendar los vicios de procedimiento que se generaron en la fase final en Comisión del Proyecto Nº. 16047.
I.- MARCO POLITICO - CONCEPTUAL

POR UNA INSERCIÓN INTELIGENTE EN EL COMERCIO INTERNACIONAL

El comercio entre los países y, más aún, desde una perspectiva de comercio justo, representa un importante instrumento que, bien utilizado, puede contribuir al desarrollo económico. En la perspectiva del PAC es fundamental la inserción inteligente de Costa Rica en el comercio internacional. Así lo establecen los enunciados y compromisos de gestión política que ofreció a los y las costarricenses en su Convocatoria Ciudadana 2006 – 2010. Bajo nuestro concepto, los tratados comerciales son medios, entre muchos otros para alcanzar desarrollo, no fines en sí mismos. Debemos recalcar que el PAC coincide con el Informe de los Notables en que el norte que debe seguir Costa Rica, con o sin TLC, es la búsqueda del “bien común”. Debemos constatar que el Tratado quedó en deuda con los costarricenses en lo que se refiere a esta materia.

Nuestra posición favorable al comercio internacional no es cuestión de retórica o palabras vacías. Ya en 1994, don Ottón Solís en su condición de diputado, votó favorablemente la incorporación de Costa Rica a los acuerdos multilaterales de la Ronda Uruguay que creó finalmente la Organización Mundial de Comercio (OMC). Otros Tratados Comerciales, como los suscritos con Canadá (2002) y el CARICOM (2004), contaron también con el voto de los diputados y diputadas del PAC, después de asegurarse que llenaban finalmente las expectativas de diversos sectores productivos. El PAC aspira además, a que se establezcan otros tratados comerciales: con Japón, la Unión Europea y el MERCOSUR, en primera instancia.

La posición del PAC parte de que la apertura debe llevarse a cabo mediante acuerdos comerciales con países que ofrezcan trato recíproco, que beneficien a los sectores productivos nacionales, no que los sitúen en desigualdad de condiciones frente a los

extranjeros. Sostiene, asimismo, que resulta importante la transparencia en las negociaciones, de forma tal que los sectores involucrados y los demás sectores afectados, sean parte activa de las negociaciones.

Recalca el PAC, que el objetivo principal en materia de tratados comerciales es acceder a nuevos mercados mediante tratados de libre comercio sin comprometer: nuestro modelo de desarrollo,el ambiente y la soberanía nacional.

En realidad, estos tres conceptos se convierten en rasero de primer orden para evaluar la conveniencia de cualquier eventual tratado comercial, y del TLC en particular.

Lo anterior fue ratificado en el Congreso del PAC, de agosto del 2005, que señala la necesidad de impulsar el comercio justo “como herramienta para compensar las grandes asimetrías y desequilibrios que genera el proceso de globalización económica”.(4) Al mismo tiempo sostiene la necesidad de que la participación en los mercados internacionales se base en valores como equidad, protección ambiental y salarios justos, equidad de género y reciprocidad en cuanto a subsidios, aranceles y otras medidas proteccionistas.

Categóricamente, ese Congreso sostiene como directriz que: “Se avalarán solamente aquellos tratados o convenios que garanticen la protección del ambiente, no promuevan la venta de mano de obra barata y de aquellos bienes del Estado, considerados distribuidores de riqueza y de satisfacción de las necesidades colectivas.”5

La fracción del PAC está convencida en la necesidad de profundizar la inserción en la economía internacional en el marco de las normas de la OMC, enfatizando en los mercados justos y solidarios.

En el PAC creemos en el comercio exterior como un instrumento para estimular el desarrollo económico y social del país. Por eso, todo tratado de comercio exterior debe representar un conjunto de normativas que observan y dan respuesta a las justas necesidades e intereses de los sectores productivos y sociales del país, y debe contribuir mediante la reducción de las barreras al comercio y a la inversión, al logro de un mayor crecimiento económico y a la creación de mejores condiciones de vida para la sociedad costarricense.

En el PAC creemos que los tratados de comercio deben negociarse teniendo como meta el establecimiento de un orden económico nacional que privilegia el Estado Social de Derecho, garante de la materialización de los Derechos Humanos y mecanismos de distribución de la riqueza. El comercio internacional debe fomentar la creación de riqueza para poder invertir en educación, en salud, en telecomunicaciones, en infraestructura, en cultura, y en todas aquellas áreas que contribuyan a la integración, a la movilidad social ascendente y al desarrollo social.

LA INSERCION DE COSTA RICA EN EL COMERCIO GLOBAL

Costa Rica se ha insertado de manera activa en la nueva dinámica del comercio global, pasando a constituir una de las economías más abiertas y, al mismo tiempo, con un sector exportador ágil y competitivo, al menos en comparación con otros países latinoamericanos. De hecho, las exportaciones nacionales se han quintuplicado en los últimos 15 años, lo mismo que su composición, pues si en 1985, el 54.4% de las exportaciones eran productos agropecuarios, en el año 2001 esos productos sólo constituyeron el 12% del total de las exportaciones.6

Sin embargo, estos números no toman en cuenta el valor agregado nacional, que es la forma correcta de estimar el impacto de las exportaciones. Con la presencia de empresas gigantes sobre todo en zonas francas, al final ese porcentaje se podría reducir a un 10%, debido a su bajo valor agregado nacional, lo que significa que de cada US$ 100 que estas exportan, sólo queda en nuestro país unos US$ 10. Esto explica en parte, el por qué aunque las zonas francas representan más del 50% de nuestras exportaciones, sólo generan unos 38 mil empleos directos,. El país pasó a ocupar el primer lugar en Latinoamérica en exportaciones per cápita.(7)

Evidentemente, en el cambio de composición de las exportaciones tiene una influencia destacada el arribo al país de inversión extranjera, en sectores manufactureros o tecnológicos, bajo el esquema, sustancialmente, de zonas francas y maquila. En este rubro el país pasó a convertirse también en el primer receptor de inversión extranjera directa (IED) en América Latina.(8)

Por lo demás, el país es catalogado entre los más abiertos del mundo. Por ejemplo, Costa Rica y Chile ocuparon el primer lugar en América Latina en el Informe Anual 2005 sobre la Libertad Económica del Mundo, realizado por varios profesores de economía de universidades estadounidenses y dado a conocer el 8 de setiembre del 2005. Ambos países comparten el puesto número 19 a nivel mundial entre 127 países. En la región le siguen Panamá en el lugar 24 y El Salvador con el 29.(9)

En materia de IED se destaca la tendencia a invertir en el sector industrial y servicios, y su disminución en actividades agrícolas y agroindustria, así como una tendencia a la disminución comparativa de la IED de parte de Estados Unidos, que aunque sigue siendo el mayor inversionista directo, comparte ese pedestal con la presencia cada vez mayor de capital canadiense, mexicano y europeo. (10)

Quedó claro, además, en el marco del proceso de inserción, que el nuevo paradigma que se impulsa en la región tiende a privilegiar la operación del mercado como principal mecanismo asignador de recursos, para lo cual la liberalización de los mercados internos y la apertura externa son los pilares de una estrategia de crecimiento hacia afuera que propone una mayor integración comercial con el resto del mundo.

De propiedad, estabilidad de la moneda, intercambio de bienes y servicios con extranjeros y las regulaciones. El primer informe fue publicado en 1996 luego de una década de investigación llevada a cabo por más de 60 académicos de diversas disciplinas. Esta es la novena edición del índice y se clasifican 127 países con datos del 2003 por ser los más recientes disponibles. En general, la libertad económica en esas naciones se incrementó de 5,2 en 1985 a 6,4 en el 2003. El primer lugar a nivel mundial lo mantiene Hong Kong con un índice de 8,7. Silvia Castillo Nieto. Costa Rica y Chile ocupan primer lugar en libertad económica

Se tiende a ubicar los esfuerzos de los países latinoamericanos en pro del libre comercio dentro de esta nueva dinámica de la economía mundial. Se concibe que las posibilidades de desarrollo de nuestras naciones están relacionadas con su inserción en la economía internacional y, por lo tanto, la apertura se considera un factor esencial para acelerar el crecimiento económico.

En los últimos años, con el propósito de avanzar en sus procesos de apertura, los cinco países centroamericanos han reducido las barreras arancelarias y no arancelarias. Así, el arancel externo común de Centroamérica, que rondaba el 80% para los productos finales, disminuyó a un 20%. Además, la tarifa aduanera pasó a rondar el 10%.

Los diferentes programas de ajuste estructural (PAE) podrían tomarse como hitos en este proceso. Una primera etapa se dio con el PAE I aprobado en 1985. A partir de 1986 empieza a regir el nuevo arancel centroamericano, con tarifas que empezaron a tener un descenso paulatino. El PAE II aprobado en 1989 señaló otra etapa de desgravación arancelaria y finalmente el PAE III aprobado en 1994, el tercero dentro de este tipo de instrumentos de transformación del modelo socio-productivo. Puede establecerse como itinerario de esta estrategia el período 1985-2000, en el cual se fueron estableciendo “pisos” y “techos” para las tarifas arancelarias de insumos y bienes de consumo, respectivamente, cada vez más cercanos entre sí.

Esta acción unilateral se ha visto acompañada con una participación en el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), posteriormente en la OMC y avances graduales en la liberalización comercial que han obligado a emprender algunos programas de reconversión para estimular el aumento de la productividad. En la actualidad, el proceso de integración centroamericana no busca un desarrollo \"hacia adentro\", como en las décadas de los sesentas y setentas, sino un \"regionalismo abierto\", como reza la reciente terminología acuñada por la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina (CEPAL).

Este proceso dinámico de apertura ha obligado a los productores nacionales a un reacomodo, en cuyo contexto –mayoritariamente- no han logrado sacar pleno provecho de las oportunidades que ofrecen los mercados globalizados. El desmantelamiento creciente de la estructura institucional de apoyo al productor, sobre todo en el sector agrícola, como veremos más adelante, ha implicado un alto costo social en algunos sectores.

La otra faceta de este incremento sustantivo del papel del sector exportador, es que no se acompaña con instrumentos de redistribución de la riqueza, con lo que sus beneficios no son sentidos de manera equitativa por los diversos sectores sociales y productivos. Según la Comisión de los Notables: “Aún falta mucho por hacer para que los beneficios logrados en el sector exportador lleguen al resto de la población costarricense.”(11) En ese sentido, el proceso de liberalización no se diferencia mucho del vivido en otras latitudes, pues como señala el Nobel en economía y ex vicepresidente del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, incluso los países que han experimentado un moderado crecimiento como consecuencia de los procesos de liberalización “…han visto como los beneficios han sido acaparados por los ricos, y especialmente por los muy ricos -el 10 por ciento más acaudalado- mientras que la pobreza se ha mantenido y en algunos casos las rentas más bajas han llegado a caer”. (12)

Se trata de una estrategia de crecimiento con un alto componente concentrador de los beneficios, que se desprende de la propia concentración de la actividad empresarial. Resulta importante hacer las siguientes precisiones, que se desprenden de un estudio de la Universidad de Costa Rica, incluido en Informe del Consejo Universitario sobre el TLC, basado en cifras oficiales: Las exportaciones están concentradas en el 2.33 por ciento de las empresas nacionales. Además, el 61.2 por Ciento de las exportaciones está concentrado en 41 empresas y casi el 98 por ciento de las exportaciones está concentrado en 591 empresas.(13) De esto se desprende que las casi 1.500 empresas restantes que exportan representan el 2% de las exportaciones.

A pesar que varios autores consideran que el