Masiva marcha contra el TLC en Costa Rica
Los costarricenses protagonizaron hoy la mayor movilización contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) suscrito con Estados Unidos, de las realizadas hasta el momento en el país.
Miles de personas llevaron a cabo el recorrido de casi cuatro kilómetros, entre la Sabana, en el occidente de la ciudad, hasta la Asamblea Legislativa, en el centro de San José.
Activistas de partidos de izquierda, organizaciones sindicales, sociales, estudiantiles, el principal partido de oposición, Acción Ciudadana (PAC), ambientalistas, indígenas, entre otros, unieron sus voces contra la ratificación del TLC.
A la cita, amenizada por grupos musicales, de danza y otras actividades culturales, acudieron los 17 diputados del PAC, el diputado José Merino, del partido Frente Amplio y Oscar López, del Partido Accesibilidad Sin Exclusión, todos de oposición.
El ex presidente Rodrigo Carazo, quien también participó en la manifestación, adelantó que si la Asamblea Legislativa aprobara el TLC no significaría el fin de la lucha.
De acuerdo con cálculos preliminares, la protesta reunió a por lo menos unas 50 mil personas.
Como habían advertido los organizadores de la \"Gran marcha, un día por la Patria\", la participación del pueblo fue pacífica y transcurrió sin incidentes.
Hasta el propio gobierno tuvo que reconocer la calma, a pesar de los supuestos hechos violentos que podrían surgir y contra los cuales los agentes de la seguridad se habían preparado.
En tal sentido, el ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, aseguró que pese a las manifestaciones en contra del TLC, la situación general del país es normal, así como la prestación de los servicios públicos.
Aunque desarmados, unos 170 policías estuvieron vigilando la actividad, en tanto funcionarios de la Defensoría de los Habitantes velaron porque se respetaran los derechos humanos de todos los ciudadanos.
Según Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, en Costa Rica se demostró hoy el \"poder de la democracia de la calle\".
Reiteró que la lucha de los opositores al tratado comercial será hasta las últimas consecuencias.
Uno de los mayores temores de los costarricenses con la puesta en marcha de ese instrumento se derrumbe el concepto de Estado Social de Derecho construido durante décadas.
Por otro lado, con la liberalización acelerada del comercio de bienes, como los productos agrícolas, llevaría a la ruina a los productores locales, mientras el mercado se inundaría con los productos estadounidenses, afirman.
Las empresas transnacionales tendrían derechos amplios, nuevos, jurídicamente exigibles, en función de intereses geopolíticos, lo cual comprometería la soberanía nacional.
A pesar del fuerte rechazo a ese acuerdo por las grandes desventajas enumeradas por sus críticos, el presidente Oscar Arias insiste en su urgente puesta en marcha.
Para Arias y sus seguidores, la no aprobación del convenio significa pérdidas económicas, disminución de la inversión, mientras que para sus detractores significa mantener la soberanía nacional.
Costa Rica negoció, en 2004, el tratado comercial con Estados Unidos junto a las restantes naciones centroamericanas y República Dominicana. Hasta el momento es la única que no lo ha ratificado.
La protesta de hoy, aseguran observadores, es quizás la mayor de este tipo que se haya dado en la región desde que comenzaron a negociarse estos tratados.