Cartas paralelas
En los últimos días he leído artículos y mensajes en Internet, en los que afirman que las cartas paralelas no forman parte del TLC o son “simplemente informativas” y que con las mismas no se adquiere compromiso alguno. Este es uno de los peores insultos a la inteligencia que pueden hacer quienes defienden el Tratado, es como que nos digan que las firmaron por puro vacilón.
¡Para esa gracia, mejor no desperdician tiempo! Bonita forma de gastar papel la que tienen los negociadores, escriben cartas donde nuestro gobierno se compromete pero después se dice “es meramente informativa”. Además, los estúpidos ticos, es decir –el pueblo que paga las tortas de los políticos–, tenemos que tragarnos una mentira y además quedarnos calladitos más bonitos.
Y es que en las cartas paralelas, intercambiadas el 28 de mayo del año 2004, dicen claramente: “Esta carta y su carta de confirmación en respuesta constituirán un acuerdo entre las partes”. Obviamente la respuesta no se hizo esperar, por supuesto que la carta de aceptación de Robert Zoellick a esos regalos con la mismísima fecha quedó refrendada y documentada.
¿Y por qué decimos regalos? Muy sencillo, si analizamos solamente la carta paralela o “informativa” que se refiere al espectro radioeléctrico, el Dr. Alberto Trejos en el segundo párrafo dice:
• “Como Costa Rica ha asumido una obligación en el Tratado de abrir su mercado para el suministro de servicios inalámbricos de telecomunicaciones. Una vez abierto el mercado, los proveedores competitivos de servicios inalámbricos necesitarán ser asignados con bloques del espectro para que puedan suministrar los servicios. La República de Costa Rica deberá, como mínimo, en cumplimiento de su política de asignación de espectro radioeléctrico para promover su uso más eficiente y de conformidad con las normas internacionales y regionales, asegurar que habrá suficientes frecuencias comercialmente relevantes disponibles en el espectro nacional para satisfacer los compromisos de acceso a mercado incluidos en la sección III.2 del Anexo 13. De acuerdo con las normas recomendadas por CITEL y UIT, las frecuencias comercialmente relevantes para el suministro de servicios inalámbricos móviles comerciales se entiende incluyen los siguientes rangos: 800-900 MHz y 1700-1999 MHz”.
Hablemos en serio, sobre las cartas paralelas o adjuntas sin desinformar Definitivamente no se intercambiaron por puro vacilón y que sí tienen valor dentro del tratado, aunque en la Asamblea Legislativa ni siquiera se discutan. Ya hay un caso relacionado con el azúcar (edulcorantes) entre México y Estados Unidos, que precisamente se dirimió apoyado en una carta paralela o informativa. México perdió, estableciendo con ello la jurisprudencia necesaria para futuras controversias.
Y es que sería absolutamente ilógico alegar en un eventual litigio que una carta firmada por el ministro respectivo es “simple y meramente aclaratoria”. Si el texto del TLC enviado por el Ejecutivo a la Asamblea Legislativa así lo señala, estando el intercambio de cartas documentado, en el texto aprobado por el Congreso norteamericano dice otra cosa. En la versión en inglés es consistente la plena obligatoriedad de lo pactado, quisiera saber yo ¿cual juez en un tribunal arbitral internacional en asuntos que tengan que ver con nuestro espectro radioeléctrico, nos daría la razón con argumentos tan débiles y contradictorios?
Las cartas paralelas nos guste o no se firmaron porque el gobierno norteamericano no estaba jugando ni dejando nada al azar. Son compromisos ineludibles asumidos por un ministro de un estado y aceptados por su homólogo. No hay vuelta de hoja.
Además nos preguntamos, ¿Estaba facultado el Ministro Alberto Trejos para “regalar” el espectro radioeléctrico que es un bien limitado, propiedad del Estado y de enorme valor comercial y estratégico? ¿Averiguó bien antes de firmar esa carta que las bandas o frecuencias de los rangos: 800-900 MHz y 1700-1999 MHz ya estaban concesionadas, entre otros a la Comisión Nacional de Emergencias, a la Corte Suprema de Justicia, a la Policía, al ICE y a varias empresas privadas entre ellas Canal 11, Extra 42 y hasta a la Corporación INTEL de Costa Rica? ¿Se dio cuenta don Alberto Trejos que él comprometió bandas donde sólo de los 849 a los 851 MHz, de los 894 a los 900 MHz y de los 1700 a los 1710 MHz están libres y disponibles? ¡Tan sólo 18 MHz fraccionados no han sido concesionados! ¿Les alcanzará a los eventuales inversionistas de telecomunicaciones esos pedacitos de espectro?
En caso que fuese necesario expropiar a los concesionarios, ¿quién asumirá los costos? Seremos los ticos, quienes sólo contamos cuando hay que pagar impuestos o necesitan nuestros votos.
La Comisión de Asuntos Internacionales nos negó a los integrantes de Costa Rica Solidaria la oportunidad de asistir a exponer esta información antes de dictaminar el TLC. Nosotros considerábamos importantísimo que las cartas paralelas se discutieran y entender que son compromisos que no se pueden arreglar con cláusulas interpretativas como han pretendido hacernos creer, como en el asunto de las armas, que dicen que las cláusulas arreglan el Tratado, pese a que no es cierta ni seria tal afirmación.
Más les valdría a quienes defienden ciegamente el TLC detenerse a atender esas observaciones, en lugar de dictaminarlo a la brava y luego darnos la linda oportunidad de traernos al suelo el TLC por ese y muchos otros “detalles” que se señalan a diario. Todavía no es 12 de diciembre y todavía están a tiempo… ¿Escucharán los diputados?
Fuente: Costa Rica Solidaria