Seguridad, defensa nacional y militarización con vistas a Cochabamba, 2006
Redactado por Rina Bertaccini y Juan D. Roque, MOPASSOL, Argentina, en base a documentos (gubernamentales y de movimientos populares), artículos, comentarios recibidos y entrevistas sobre el tema. Intenta sistematizar lo que ya tenemos los movimientos populares como elaboración común, en tanto base para el debate con los gobiernos, como piso para nuestros nuevos debates y acuerdos de lucha en la Cumbre Social a realizarse en Cochabamba.
Este Informe contiene:
A) Una referencia sobre documentos y artículos consultados, así como entrevistas realizadas.
B) Propuestas sobre Seguridad y Defensa Nacional para llevar al diálogo con los gobiernos sobre el documento a adoptar por la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN).
C) Algunas observaciones del MOPASSOL sobre el borrador de Documento elaborado por la Comisión Estratégica de Reflexión para el Proceso de Integración Sudamericano.
D) Textos y propuestas de acción consensuadas a nivel continental sobre los temas de Seguridad, defensa nacional y militarización surgidos de la III Cumbre de los Pueblos, la Asamblea de Movimientos Sociales del VI Foro SM (Caracas, 2006) y V Encuentro Hemisférico (La Habana, abril, 2006).
E) Otros aportes
A. Documentos y artículos consultados. Entrevistas realizadas
Esta búsqueda se refiere sobre todo al tema Defensa Nacional, aparentemente menos trabajado hasta ahora por las organizaciones sociales a nivel continental (según la información previa que pudimos disponer). Citamos especialmente las consultas e informaciones obtenidas en Managua durante las actividades paralelas a la VII Reunión de Ministros de Defensa de las Américas, octubre 2006, así como la entrevista con un consejero de la Embajada Venezolana en Buenos Aires.
B. Propuestas sobre Seguridad y Defensa Nacional para llevar al diálogo con los gobiernos
Introducción.
Los movimientos sociales que confluimos en la Alianza Social Continental (ASC) y en las campañas continentales contra el ALCA, la deuda y la militarización, trabajamos desde hace años en formular propuestas alternativas al modelo neoliberal por un lado, y por otro, aunamos esfuerzos entre las organizaciones para establecer criterios comunes para la lucha y la resistencias al modelo de expoliación que pretenden imponer los Estados Unidos a los pueblos y países de la región.
Llevamos décadas en la lucha por la desmilitarización, contra las bases militares estadounidenses, y los ejercicios conjuntos comandados por el Comando Sur del Pentágono. En este sentido hemos adquirido un consenso social y político ente la opinión pública en general y en el mismo sentido ante varios gobiernos que ahora escuchan las voces de los movimientos sociales; los cambios políticos en la región no escapan al producto de las luchas por un mundo mejor.
La II reunión de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) a realizarse en la ciudad de Cochabamba de la hermana República de Bolivia en el mes de diciembre de 2006, nos convoca nuevamente para elevar nuestras propuestas y críticas con el fin de encontrar, en el camino democrático, las mejores políticas para los pueblos.
El asunto de la Defensa y la Seguridad en la región sudamericana es uno de los temas cruciales, y por ello, se deberá promover la mayor cantidad de consensos entre los países y encontrar los principios rectores que resguarden la integridad de las soberanías, los territorios, la autodeterminación de los pueblos y los recursos humanos, naturales y económicos de nuestros países.
Estos principios deberán estar pautados de tal forma que los países y gobiernos que se alejen de ellos puedan tener algún tipo de apercibimiento del resto de la Comunidad Sudamericana de Naciones. Los movimientos que hacemos estas propuestas entendemos la dificultad de establecer consensos en este nivel, sin embargo nos comprometemos a ser celosos del cumplimiento de los acuerdos y en señalar los desvíos y/o contradicciones que en el futuro puedan lesionar los inalienables intereses de los pueblos incluido el derecho a su seguridad y soberanía.
Nuevos tiempos atraviesan nuestro continente, convencidos de que somos protagonistas de ellos, asumimos que nuestro deber es también proponer políticas desde la mirada de los movimientos sociales que serán defendidas con las herramientas naturales que caracterizan a las organizaciones de la ASC.
PROPUESTAS A LA COMUNIDAD SUDAMERICANA DE NACIONES.
Defensa y Seguridad, políticas públicas.
Los asuntos de la Defensa y la Seguridad, serán de orden público. Los gobiernos deben transparentar ante la ciudadanía las políticas sobre la materia; los debates sobre los marcos regulatorios y sus alcances serán públicos. Los libros blancos de la defensa nacional, se irán ajustando a los compromisos y principios asumidos por los gobiernos de la CSN; es necesaria la adecuación de los mismos a los futuros pactos internacionales regionales.
La publicidad de las políticas sobre defensa y seguridad, serán un punto de confianza mutua entre los países de la CSN.
Ejercicios conjuntos regionales y extra regionales.
Los gobiernos asumen el compromiso de que los ejercicios conjuntos de las diferentes fuerzas armadas de la región no vulnerarán los principios y declaraciones asumidas por los gobiernos signatarios de la CSN. Las fuerzas armadas se ejercitarán mediante comandos conjuntos regionales.
Los ejercicios conjuntos con fuerzas armadas extra regionales tendrán que estar encuadrados en la agenda de seguridad acordada en el marco de la CSN.
Los ejercicios conjuntos con otras fuerzas extra regionales tendrán que asegurar el co-comando de los mismos.
Los ejercicios conjuntos con fuerzas extra regionales deberán estar establecidos en el marco de las hipótesis de conflicto consensuadas en la CSN.
La región se declara libre de conflictos interestatales y la paz es un hecho entre los pueblos hermanos. Los ejercicios conjuntos con fuerzas extra regionales (es decir que no pertenezcan a América del Sur) deberán estar encuadrados en esta hipótesis.
Los gobiernos que conciban acuerdos bilaterales con otras fuerzas armadas extra regionales, sean estos ejercicios reales o por medio de simuladores electrónicos, tendrán que comunicar los mismos al resto de las autoridades políticas de los países de la CSN.
Ingreso de tropas extra regionales a la CSN
El ingreso de tropas extranjeras y extra regionales deberá ser comunicado portunamente a los gobiernos de la CSN.
Se buscará que el ingreso de tropas extra regionales esté encuadrado en la normativa internacional (Corte Penal Internacional) y los consensos regionales que establezcan que soldados que estén bajo acusación formal en cualquier país del mundo de haber participado en torturas, crímenes de Lesa Humanidad y crímenes de guerra, no serán admitidos y no se les ofrecerá ningún tipo de inmunidad legal.
El ingreso de tropas extranjeras a los países de la región se ajustará al marco legal de cada Nación.
Aspiramos al desmantelamiento de todas las bases militares extranjeras en los países de la CSN.
Defensa como cuestión política, consolidar la paz.
La política de defensa será entre los gobiernos signatarios de la CSN una cuestión de carácter público.
La región es declarada zona de paz.
Serán tarea de los gobiernos consolidar la paz.
Diferencias claras entre defensa y seguridad interior.
Se procurará diferenciar las políticas inherentes a defensa y a las de seguridad pública y ciudadana. Es común que la opinión pública confunda ambas esferas, cuando en realidad son de carácter distinto.
Correspondencia entre las políticas exteriores con las misiones de paz.
La CSN como bloque político abogará por la paz mundial.
Al tener Sudamérica una verdadera situación de paz, en la que se busca resolver por negociaciones las diferencias entre los Estados , las fuerzas armadas de la comunidad no participarán de misiones militares en teatros de operaciones bélicos extra continentales.
Las misiones de paz encuadradas y mandatadas por Naciones Unidas tendrán que estar bajo el encuadre diferenciado entre los conceptos de Defensa y Seguridad. Los gobiernos se comprometen a colaborar con sus fuerzas pertinentes de acuerdo al cuadro presentado por Naciones Unidas, no se enviarán fuerzas armadas para tareas de seguridad y viceversa.
No proliferación de armas de Destrucción Masiva.
Los gobiernos de la CSN se comprometen a no ingresar a la región armas de destrucción masiva.
No al armamentismo
Los gobiernos de la CSN se comprometen a utilizar los mecanismos internacionales para evitar cualquier intento de carrera armamentista en la región. Las actualizaciones en el material bélico no serán de carácter secreto en la región.
Los gobiernos se comprometen a fortalecer la confianza, la paz y la seguridad regional. Se pronunciarán para continuar que sea la región que menos gasta en defensa en todo el mundo.
Esquema de nuevas amenazas
Se insta a los gobiernos a no aceptar la agenda de seguridad estadounidense para la región. Es sentido común que Sudamérica no enfrenta las complejas amenazas y peligros enumerados en los esquemas de las llamadas amenazas no tradicionales y estructurales. En la región no existe el fenómeno del terrorismo internacional. Encontrar puntos comunes en la propia agenda regional de defensa coadyuvará a la paz y a la integración de las naciones sudamericanas.
Sobre la seguridad, los gobiernos elaborarán la agenda regional y establecerán públicamente los alcances de la cooperación interestatal.
C. Algunas observaciones del MOPASSOL sobre el borrador de Documento elaborado por la Comisión Estratégica de Reflexión para el Proceso de Integración Sudamericano.
(Entre comillas los textos del borrador; sin comillas y subrayadas nuestra observaciones)
“La agenda de la integración suramericana además de abordar los temas del intercambio comercial y la conducción de un mercado común, debe incorporar en forma prioritaria el desarrollo de un plan de acción común pare enfrentar la pobreza y el enorme déficit social de la región, así como, la atención del problema del narcotráfico.”
En nuestra opinión, en este tema del narcotráfico sería bueno distanciarse de la visión estadounidense. Que lo asocia al cultivo de la coca y a lo que llaman “narcoterrorismo”, como amenaza a la “seguridad”.
“El fin de la bipolaridad construida inmediatamente después de la Segunda Guerra si, por un lado, puso fin a la " Guerra Fría", por el otro profundizó las asimetrías, en la medida en que el multilateralismo entró en crisis y, con él, el conjunto de organizaciones internacionales surgidas en el siglo XX”.
Aquí vale – en nuestra opinión- reivindicar el multilateralismo como contracara del esquema unipolar que EEUU impone por el chantaje y la fuerza de las armas, tal como plantearon diversos países en la reciente Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, sosteniendo la necesidad internacional del predominio de la solidaridad, en la apertura de nuevos caminos hacia el multilateralismo, como única vía practicable para avanzar efectivamente hacia la paz, la seguridad y el desarrollo. También se habló alli de rescatar el espíritu original de la carta de la ONU, y una reforma integral de la organización de acuerdo con los tiempos actuales, junto con la democratización del Consejo de Seguridad y el apego a los principios del derecho internacional que garantizan la soberanía de las naciones, la integridad territorial, la independencia y la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados hoy agredidos o amenazados por EEUU.
“Asimismo, Venezuela y Argentina han demostrado que si es posible tener alternativas frente a los mecanismos de endeudamiento tradicionales, a partir de la aplicación de modalidades que permiten marchar hacía la construcción de una autonomía financiera en la región. Independizándose de los mecanismos tradiciones de financiamiento al desarrollo que comprometen la soberanía de la región en la ejecución de sus políticas económicas”.
Obviamente en el caso de Argentina no es verdad que se ha independizado del FMI y las IFIs. Se sigue pagando una deuda externa ilegítima y fraudulente, en detrimento de la deuda social. Y la política económica no ha variado. Por encima de los discursos, se sigue comprometiendo la soberanía y los recursos naturales y humanos del país.
“Los problemas fundamentales de la región son dos, el déficit social y las asimetrías”.
A estos dos problemas habría que agregar el endeudamiento externo que condiciona las posibilidades de desarrollo y la posibilidad de garantizar los derechos sociales.
“Tener por horizonte la conformación de, por lo menos, una zona de libre comercio, a ser construida a partir de la convergencia de los acuerdos de integración económica existente y atenta al tratamiento de las asimetrías”.
Nosotros tenemos una posición tomada sobre el libre comercio (ALCA, TLCs en todas sus formas). ¿Porque sería bueno un acuerdo de libre comercio entre los países de América del Sur? Otra cosa es un acuerdo de comercio (tipo ALBA o Tratado de Comercio de los Pueblos.
D. Textos y propuestas de acción consensuadas a nivel continental sobre los temas de Seguridad, defensa nacional y militarización, surgidos de la III Cumbre de los Pueblos, la Asamblea de Movimientos Sociales del VI Foro SM (Caracas, 2006) y V Encuentro Hemisférico (La Habana, abril, 2006)
1-Extractos, referidos a seguridad y militarización de la
Declaración Final de la III Cumbre de los Pueblos de América
Sin embargo, Estados Unidos no ceja en su estrategia de afirmar su hegemonía en el continente por medio de tratados de libre comercio bilaterales o regionales, como es el que por un margen estrecho se ha aprobado para Centroamérica y el que buscan imponer ahora a los países andinos. Además, ahora Washington esta lanzando el Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN). No obstante las evidencias incontestables de las desastrosas consecuencias de más de diez años de Tratado de Libre Comercio, ahora este TLC plus pretende incluso imponer la política de “seguridad” de los Estados Unidos a toda la región.
Y si su estrategia a favor de las corporaciones norteamericanas ha venido siendo acompañada de una creciente militarización del continente y de bases militares estadounidenses, ahora para rematar el genocida George W. Bush ha venido a la cumbre de Mar del Plata para intentar elevar su política de seguridad a compromiso continental con el pretexto del combate al terrorismo, cuando la mejor forma de acabar con él sería el revertir su política intervencionista y colonialista.
Desde esta III Cumbre de los Pueblos de América declaramos:
8) Rechazamos enérgicamente la militarización del continente promovida por el imperio del norte. Denunciamos la doctrina de la llamada cooperación para la seguridad hemisférica como un mecanismo para la represión de las luchas populares. Rechazamos la presencia de tropas de Estados Unidos en nuestro continente, no queremos bases ni enclaves militares. Condenamos el terrorismo de estado mundial de la Administración Bush, que pretende regar de sangre las legitimas rebeldías de nuestros pueblos. Nos comprometemos en la defensa de nuestra soberanía en la Triple Frontera, corazón del Acuífero Guaraní. Por esto, exigimos el retiro de las tropas estadounidenses de la República del Paraguay. Exigimos poner fin a la intervención militar extranjera en Haití.
9) Condenamos la inmoralidad del gobierno de Estados Unidos, que mientras habla de luchar contra el terrorismo protege al terrorista Posada Carriles y mantiene en la cárcel a cinco luchadores patriotas cubanos. Exigimos su inmediata libertad!
Mar del Plata, Argentina, 3 de noviembre del 2005
Seguridad, militarización y lucha contra el terrorismo
Extracto de la intervención de Rina Bertaccini en el panel organizado por la Alianza Social Continental, el MOPASSOL y la Campaña por la Desmilitarización de América (CADA), en el marco de la III Cumbre de los Pueblos de América (Mar del Plata, 2005)
Es importante en este debate hacer algunas precisiones sobre el significado de las palabras, en particular de las que usamos en este panel. Empecemos por una de ellas muy utilizada por el imperialismo desde mucho tiempo atrás: la seguridad.
¿De qué hablamos cuando decimos “seguridad”?
Opresores y oprimidos tenemos dos puntos de vista diferentes. El concepto de los pueblos sobre claramente, seguridad incluye el derecho a la vida y a vivir con dignidad, la justicia social y la equidad de género, la soberanía popular, la democracia, la autodeterminación y la independencia nacional, el derecho al trabajo, la educación, la salud, la soberanía alimentaria, los derechos para todos sin discriminación de ningún tipo, protección de los bienes naturales y culturales de la humanidad.
El concepto de seguridad de los opresores es esencialmente diferente. Un breve repaso histórico de treinta años a esta parte –para no ir más lejos- lo muestra con claridad