Se entendió el DR-CAFTA?

La polémica de las importaciones de pollo en Guatemala

2006-10-02 00:00:00

Apenas pasó un mes de la entrada en vigencia del DR-CAFTA en Guatemala, cuando se dio la primera polémica fuerte alrededor del mismo. Esta vez iniciada por la poderosa industria avícola guatemalteca (controlada por la familia más rica y políticamente influyente de Guatemala bajo la marca "Pollo Rey", propietaria de un conglomerado de unos $2,200 millones que tiene inversiones en hidroeléctricas, banca, medios de comunicación e industria alimenticia como Pollo Campero ), por sentirse víctimas del /dumping /estadounidense, al entrar la primera cuota (10,900 TM) que establece el DR-CAFTA en cuadriles de pollo. Como compensación han pedido elevar el arancel fuera de contingente del DR-CAFTA (21,800 TM en el año 1) de 15% a 164%.

Mientras hasta el mismo Ministro de Economía y la mayoría de los legisladores se negó a apoyar tal iniciativa, ya que – supuestamente – iba a perjudicar al consumidor, el Presidente del país, Oscar Berger, conocido por sus intervenciones poco acertadas, salió a la ofensiva. El Presidente planteó la necesidad y su decisión de elevar el arancel al 164% y anunció una denuncia contra el /dumping /estadounidenses del pollo ante la OMC. Afirmó que no es justo que no se puede exportar pollo, por las medidas sanitarias que pone EEUU (según él, al menos Pollo Campero en EEUU debía abastecerse de pollo guatemalteco…), y llegó al colmo del cinismo cuestionando sobre qué ayudaban precios bajos del pollo (producto del /dumping /) si la gente no los iba a poder comprar ("la gente" en este caso limitada a las y los empleados de la industria avícola que – a criterio de él – va a quebrar); bienvenido al CAFTA, señor Presidente… pero, ¿qué intereses está defendiendo?

Para empezar, la industria avícola hoy por hoy es uno de los pocos ganadores del mal denominado "libre comercio". A raíz de la liberalización de un contingente de su principal insumo, el maíz amarillo, en el marco de la OMC , la industria avícola ha mostrado un crecimiento considerable. En ese proceso no sólo se ha aprovechado de contingentes grandes a un arancel bajo (de 5%) sino en dos años (2003 y 2004) también de importaciones superiores a las establecidas en el contingente, sin que se les cobrara el arancel que tocaba (35%). Todo esto en el marco de un poder oligopólico donde tres grupos de capital concentraban en el año 2005 el 61.5% del maíz amarrillo importado bajo contingente.

En las negociaciones del DR-CAFTA, la industria avícola es la que más se protegió, particularmente en el caso guatemalteco. Aparte de quedar en la canasta P, que implica diez años sin reducción arancelaria ninguna y 18 años hasta la liberalización total, los muslos de pollo son uno de los pocos productos en los cuales la reducción arancelaria partirá del arancel consolidado (164%) y no del aplicado (15% actualmente), lo cual implica que en la práctica hasta el año 18 se mantendrá el mismo arancel que se ha aplicado desde el 2001 - el 15%. Aparte de esto, el contingente de 0 arancel del año 1 equivale las importaciones históricas y – contra cualquier lógica de "libre comercio" – BAJA año por año, hasta llegar a unos 8,000 TM en el año 12.

Ya que la industria avícola guatemalteca no produce suficiente pollo para poder abastecer el mercado nacional, las importaciones son necesarias. Lo negociado en el DR-CAFTA, es decir la baja anual del contingente de 0 arancel, hasta implica que Guatemala tendrá que buscar una apertura de un contingente OMC para importar de otros países el pollo necesario para el consumo doméstico. Actualmente todas las importaciones se dan bajo contingente, porque es suficientemente grande, por lo cual un aumento del arancel fuera de contingente no afectaría ni perjudicaría a nadie…

Por lo mismo es completamente descabellado plantear una denuncia por el /dumping /de Estados Unidos ante la OMC. Aparte de que no hay daño a la producción nacional del pollo (requisito fundamental), los bajos precios de los muslos del pollo tienen otras razones que altos subsidios estadounidenses (sencillamente no tienen valor en el mercado estadounidenses, ya que para ellos son desechos que tanto allá como acá se venden barato) y por tanto, en las actuales condiciones, no pueden ser enjuiciados en la OMC ; y aún si se pudiera, lo más que se podría lograr con una denuncia exitosa ante la OMC , es el "permiso" de aplicar un arancel adicional al actual – cuestión a la que Guatemala voluntariamente está renunciando, al no aplicar ese 164% al que tiene derecho.
Por el otro lado, nuevamente, el insumo más importante de la industria avícola, el maíz amarillo, se liberalizó por completo en el DR-CAFTA. Mientras hasta la fecha existió un contingente de 5% de alrededor de 500,000 TM como contingente OMC, ahora se abre un contingente adicional de 0 arancel del mismo volumen (500,000 TM) en el marco del DR-CAFTA – es decir el contingente de arancel 0 o 5 para maíz amarillo se acaba de duplicar.

EEUU en los últimos cinco años ha pagado subsidios de más de US $ 25 billones a su producción de maíz amarillo que en caso contrario hubiera perdido US $ 20 billones en el mismo período. Estos subsidios han deprimido los precios internacionales y generado pérdidas grandes a los productores del Sur. Pero (al menos a nivel de nuestros gobernantes) nunca se habla del /dumping /del maíz. ¿Cuál será la lógica? Habrá buen /dumping /y mal /dumping /? ¿El mal /dumping /el que (de acuerdo a su limitado análisis) afecta a unas contadas empresas de la oligarquía y el bueno aquel que amenaza a desplazar a cientos de miles de productores en condición de pobreza y pobreza extrema, pero beneficia a la industria?

Para terminar de analizar los argumentos de Oscar Berger, hay que aclarar que por parte de Guatemala nunca ha habido ninguna exportación de pollo a Estados Unidos (ni a las filiales de Pollo Campero allá…) ni tampoco han sufrido cambios las medidas sanitarias a raíz del DR-CAFTA.

En fin, por todos los daños a la producción nacional que se pueden prever en el DR-CAFTA, particularmente a las y los pequeños productores de granos básicos, si alguien quedó bien parado en el Tratado, es la industria avícola que al menos en los próximos 18 años no tendrá nada que temer; claramente porque la misma ha sido un jugador poderoso en las negociaciones del TLC, con recursos suficientes para evitar efectos negativos.

Todo esto nos demuestra la triste realidad de las negociaciones y la aprobación del DR-CAFTA. Se puede ver qué clase de "expertos" comerciales han tomado las decisiones sobre el rumbo que las economías y las sociedades centroamericanas van a tomar.

Una industria avícola que gustosamente se ha aprovechado del /dumping /del maíz amarillo y del consecuente desplazamiento de miles de productores nacionales – ahora de repente se siente víctima del /dumping /, sin ningún conocimiento de causa.

Unos legisladores, que aprobaron el TLC sin conocer- y mucho menos entenderlo - ahora saltan a la defensa de los consumidores, cuando en realidad los cambios en el arancel aplicado no afectarían ni beneficiarían a nadie (por la ausencia de importaciones fuera del contingente).

Y un Presidente que, en el marco de la aprobación del DR-CAFTA, no se cansó de señalar el desconocimiento que, según él, las organizaciones sociales teníamos respecto del DR-CAFTA (por objetarlo), pronunciándose, sin pena, con tal grado de ignorancia que hasta a los miembros de su propio gabinete les da vergüenza.

Guatemala, 4 de septiembre de 2006