Deuda Pública, Auditoría Popular y Alternativas de Ahorro e Inversión

2006-09-28 00:00:00

Primer Simposio Internacional

“Sobre Deuda Pública, Auditoría Popular y Alternativas de Ahorro e Inversión para los Pueblos de América Latina”

Reunidos en Caracas los días 22, 23 y 24 de Septiembre de 2006, con la presencia de expositores de Argentina, Bélgica, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Haití, Perú y Venezuela, el Primer Simposio Internacional “Sobre Deuda Pública, Auditoría Popular y Alternativas de Ahorro e Inversión para los Pueblos de América Latina” dio lugar al análisis sobre las nuevas condiciones y perspectivas económicas y financieras de América Latina, a la presentación de informes sobre el avance de iniciativas e instancias de auditorias ciudadanas, y al debate y la reflexión sobre las experiencias históricas de los movimientos sociales en la movilización y denuncia contra el pago de una gigantesca deuda ilegítima que hipoteca el futuro de la región.

Los pueblos del Sur no son deudores sino acreedores de inmensurables deudas históricas, sociales, económicas y ecológicas adeudadas por el Norte. De allí el repudio a deudas externas e internas y a los mecanismos de su dinámica perversa que subordina las políticas públicas a privilegios privados, la exacción de presupuestos, el vaciamiento y entrega de patrimonios nacionales, cuya carga de pagos y ajustes pesan en particular en la postergación de demandas sociales y de inversión pública en infraestructura básica.

Los países de América Latina y el Caribe han vivido en las últimas décadas repetidos ciclos de auge financiero y posterior debacle que han marcado profundamente la evolución regresiva de las condiciones de vida, trabajo y desarrollo para sus pueblos. Cada oleada financiera ha estado acompañada por similares afirmaciones a las escuchadas en la actualidad sobre la “fortaleza” de indicadores “fundamentales” (PIB en alza, ingreso de capitales desde el exterior, confianza de los inversores, alza de reservas de bancos centrales, etc.) para terminar, luego de una ola especulativa, en debacles económicas y financieras.

Más allá de una bonanza circunstancial en algunos países, el panorama financiero regional está altamente influido por la dinámica de un contexto internacional muy fluido y frágil. Nuevas tendencias deben ser meticulosamente analizadas y respondidas. La falta de resultados, la incertidumbre y las presiones retrógradas anti-populares deben generar respuestas unitarias consistentes a los mayores dilemas y desafíos.

Por lo pronto, es posible reconocer que existe hoy en los pueblos latinoamericanos una creciente conciencia de las secuelas de la exacción de recursos, endeudamiento público, ajustes fiscales y la aplicación del recetario de liberalización, apertura sin restricciones y privatizaciones, que ponen en evidencia la necesidad de romper con la dinámica capitalista. Más aún, el reciente proceso de recuperación conlleva no sólo notorias desigualdades económicas, sino esencialmente de orden social. El desempleo estructural, la precariedad laboral y la condena a la desesperanza por marginalidad alcanzan niveles insospechados, pese al mejoramiento de indicadores macroeconómicos.

Es la hora de una nueva integración económica y financiera de América Latina y el Caribe que priorice el mejoramiento de la vida de los pueblos, la complementación productiva, la defensa del trabajo y las riquezas de la región.

En este marco, la reunión internacional afirmó que la propuesta lanzada por Venezuela de un Banco del Sur es por demás plausible, entendiendo que sus objetivos deben ser en particular, romper la dependencia de los países periféricos al mercado financiero internacional, canalizar la propia capacidad de ahorro, detener la fuga de capitales y apoyar la asignación de recursos a las prioridades de un desarrollo económico y social independiente, cambiando las prioridades de inversión.

Las delegaciones ponderaron que un Banco Solidario del Sur debe ser un banco alternativo no sólo a la banca privada, sino también a las entidades multilaterales existentes como el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. La diferenciación no debe ser meramente enunciativa sino normativa y operativa en: a) las fuentes de capitalización y los mecanismos para captación de ahorros, b) la integración y conducción cooperativa e igualitaria de sus países-miembro c) las prioridades y condiciones para el otorgamiento de créditos y garantías y c) la gestión transparente y el control democrático y social de gestión, en línea con lo reclamado por los movimientos por la Auditoría de la Deuda.

Una nueva ocasión histórica se presenta a los pueblos y a los gobiernos de los países llamados en desarrollo para tomar una iniciativa emancipadora de alcance internacional. La actual coyuntura económica y financiera es favorable para dar este paso y puede no prolongarse. Es hora de multiplicar esfuerzos y poner manos a la obra.

En tal perspectiva el Simposio Internacional acordó:

1) Ratificar firmemente la denuncia de la ilegitimidad de la deuda y la necesidad de un frente de países por el no-pago de la deuda.

2) Dar continuidad al apoyo a la movilización de campañas e instancias para la auditoría/veeduría popular ciudadana de la deuda y de los organismos multilaterales de crédito.

3) Fortalecer el trabajo de análisis y estudio del Observatorio Internacional de la Deuda (OID).

4) Convocar a una reunión en Venezuela los días 15 y 16 de Noviembre próximo para preparar una propuesta de materialización político/técnica de las iniciativas de Banco Solidario del Sur y Fondo Monetario del Sur.

Caracas, Venezuela, 24 de Septiembre de 2006