Costa Rica: A propósito de la independencia
El pasado jueves 14 de septiembre, se conmemoraba oficialmente los 185 años de vida “libre” e independiente en Costa Rica. Como todos los años, los tradicionales faroles, los cantos cívicos, la entonación del Himno Nacional a partir de las 6, el recorrido de la antorcha, conformaba una de las fiestas nacionales más importantes para el pueblo costarricense.
Esta celebración a lo largo de la historia ha representado un gran orgullo, el patriotismo se vive intensamente, la satisfacción de ser tico/a se ensancha dentro de cada pecho, desde siempre me parecía que era un festejo que unificaba la población tanto con nosotras/os mismos/as las/os que habitamos esta hermosa tierra, como con nuestros hermanos/as centroamericanas/os.
Sin embargo, ante los acontecimientos de la noche del catorce de septiembre de este año, muchas/os pudimos evidenciar que la tan mencionada “libertad tica” estaba siendo condicionada para unos/as pocos/as ticos/as. Era increíble presenciar aquel acto de represión tan impactante, ya que, no recordaba que en este país hubiera ocurrido una cosa así, era una celebración nacional de la cual se puede tomar parte de muchas maneras; como estudiantes creíamos que una de las formas, era ejerciendo ese preciado derecho de expresar la opinión hacia al pueblo; y el mensaje que se quería transmitir era “no queremos TLC”.
Marchamos por la ciudad de Cartago que estaba totalmente resguardada por la “fuerza pública”, repartiendo información sobre las implicaciones del TLC, cantando pacíficamente, hasta que llegamos a la esquina del Banco Nacional, en donde para nuestra sorpresa, una barricada de metal y policías nos impedían el paso hacia donde sería el acto inaugural con la llegada de la antorcha. Pedimos que se nos permitiera pasar, argumentábamos que si era necesario permitiríamos que se nos requisara, presentamos la cédula de identidad para poner de manifiesto que como ticos/as merecíamos respeto. Pero nada de eso fue tomado en cuenta, en aquel tiempo ante la impotencia, el dolor de ver lo que hacen de nuestra patria y la frustración que como nacionales nos causaba que se nos prohibiera el paso, se decidió entrar por nuestros medios.
Fue entonces, cuando la Costa Rica, democrática, libre, soberana e independiente, se nos mostró a través de la furia de los policías como un reflejo confuso de lo que un día fue, como una parodia que no correspondía a nuestra realidad. De pronto todo paso hacer una condición que tuvimos entre las manos hace tiempo, pero que se nos estaba siendo arrebatada a macanazos. La violencia por parte de aquellos/as que deben de proporcionar la seguridad al pueblo, no se hizo esperar, comenzaron a golpear hombres y mujeres estudiantes desarmados, que lo único que pretendían era manifestar su posición contundente con respecto al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y el gobierno de Oscar Arias, quien se ha empecinado en cohibir al pueblo de todas las formas posibles, incluyendo la violencia.
¿Qué está haciendo Arias de Costa Rica? Hay que estar atentas/os porque el proyecto de habilitar 1000 policías por año, por la supuesta, “inseguridad ciudadana” que tanto pregona el Ministro Berrocal, tiene que ver más, con tener un ejercito disfrazado que resguarde sus intereses, que con el bienestar común de esta nación. Si los policías que se intentan reclutar son como la mayoría de las/os que están trabajando ahora (policías proxenetas, ligados con el narcotráfico, acosadores sexuales, etc.) que Dios nos ampare a todas/os las/os ticos/as.
Es lamentable realmente que nos este pasando esto; no obstante, este incidente permite que nos demos cuenta de que la cuestión del TLC va más allá, su aprobación implica un gran negocio del que no vamos a participar todos.
Es urgente que la ciudadanía se informe y establezca un criterio, independientemente de si es a favor o en contra, no podemos permitir que se nos siga reprimiendo, que se nos siga limitando o que se nos impida ejercer el valioso derecho a la libertad que como ciudadanas/os costarricenses debemos defender ya que esta condición también nos fue legada desde hace 185 años.
¡No hay independencia con represión! ¡Adelante estudiantes de la UNA!
15 de septiembre de 2006.
Andrea Barrantes Arrieta 234504-0 Estudiante de Sociología – UNA.