PALMEROLA. Estados Unidos ya cuenta con una base militar en Honduras, parte de su lucha contra el narcotráfico.

Diversos sectores de Nicaragua y Honduras cuestionan la construcción de una nueva base militar estadounidense en la zona.

La decisión del gobierno hondureño de permitir que Estados Unidos construya una base militar en la zona fronteriza con Nicaragua disparó una nueva controversia limítrofe entre ambas naciones centroamericanas.

Como parte del Plan Colombia creado para combatir el narcotráfico en la zona del Caribe, Washington ofreció construir una base militar permanente para vigilar el movimiento de embarcaciones y avionetas que en la actualidad ingresan y salen del oriente del país en forma libre.

Por ese sector ingresa gran cantidad de la droga que se distribuye en varios países de la región. Aparte de la voz de alerta que ha levantado Nicaragua por lo que considera una amenaza a la seguridad nacional, en la sociedad hondureña también han surgido sectores que creen que esta base miliar será otra violación flagrante a la soberanía del país.

Juan Almendárez, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), uno de los primeros críticos luego del anuncio oficial del presidente Manuel Zelaya, considera que lo que pretende Estados Unidos es continuar expandiendo su presencia militar en Latinoamérica.

“Ya hemos estado durante muchos años peleando para que devuelvan Palmerola (la única base militar norteamericana en Honduras), y ahora el gobierno estudia entregar otra porción de nuestro territorio para que sea manejado por tropas extranjeras; es un error”, insistió Almendárez.

Palmerola está ubicada en el centro del país y cuenta con la pista aérea más larga de Centroamérica. El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vásquez, aseguró que el plan original es que las tropas norteamericanas permanecerán en la nueva base sólo durante algún tiempo, pero que luego sería controlada enteramente por el Ejército hondureño.

“Es una zona muy problemática por el tráfico de drogas. Tenemos efectivos del Ejército y de la fuerza naval, pero no se cuenta con la infraestructura necesaria para reforzar nuestra presencia; esta base logrará esto.”

La base contará con una pista de aterrizaje, muelles, almacenes de combustible y pertrechos y zonas de permanencia de efectivos militares.

El aumento de la presencia militar de Honduras en la zona fronteriza con Nicaragua puso en alerta a las autoridades militares de ese país, que aseguran está en vigencia un acuerdo de entendimiento que establece los mecanismos de coordinación entre ambos ejércitos para combatir el tráfico de drogas.

El vocero de las Fuerzas Armadas de Nicaragua, coronel Adolfo Zepeda, aseguró que Nicaragua, sin contar con una gran instalación militar en la zona, ya ha logrado incautar 11 toneladas de cocaína en los últimos tres años.

“Una base permanente no es la respuesta al problema de la droga, sino el trabajo conjunto entre varios países”, subrayó el coronel Zepeda.

Fuente: http://www.tdm.com/Centroamerica/2006/08/20060810-0001.html