Colombia: El TLC con EE.UU: La lucha aún no termina

2006-06-02 00:00:00

Desde antes de iniciarse y durante casi todo el tiempo que duró la “negociación” del Tratado de Libre Comercio –TLC- entre Colombia y Estados Unidos (20 meses), el gobierno colombiano aseguró siempre que “defendería los intereses nacionales”, que “preservaría la unidad de la CAN y de Latinoamérica”, que “lograría un tratado diferente del TLCAN, el CAFTA y el de Chile”, que tenía “una estrategia negociadora audaz”, que había trazado unas “líneas rojas para defender la producción nacional que no serían traspasadas” y un sinnúmero de afirmaciones y promesas que a la postre resultaron ser un castillo de naipes que se derrumbó al conocerse el contenido del Tratado.

Por el contrario, el movimiento sindical, las organizaciones sociales, algunos sectores gremiales consecuentes y los partidos y movimientos políticos no uribistas le advertimos al país que el Gobierno conducía al país a una trampa, que EE.UU. no haría concesiones especiales, que EE.UU. quería era vender sus excedentes, que EE.UU. determinaba qué se negociaba, sobre qué texto y a qué ritmo, que se negociaría toda la estructura económica del país, que seríamos anexados a la superpotencia, que EE.UU. quería todas las ventajas y que nos costarían sangre las pequeñas dádivas que se lograran, que las diferencias de tamaño de las dos economías nos colocaban en desventaja, que tal “negociación”, en fin, beneficiaba exclusivamente a los grandes monopolios norteamericanos y se constituía en el mayor atentado en nuestra historia contra los intereses nacionales.

Lo que sucedió al culminar el mes de febrero, confirmó las predicciones del movimiento social, pues el Gobierno aceptó todas las exigencias norteamericanas y lleva al país a un despeñadero, la “negociación” resultó una gran estafa, se firmará una copia del TLCAN, CAFTA, Chile, pero con más ventajas para EE.UU., la “audaz estrategia negociadora” quedó hecha añicos; aunque se dijo al comienzo que el ATPDEA era el piso de la negociación, ni los textileros ni los floricultores, considerados ganadores, tienen asegurado su futuro; las líneas rojas fueron una farsa, todas se traspasaron; nunca se defendió el interés nacional; las franjas de precios andinas desaparecieron y no se consiguió a cambio ningún mecanismo de protección; la “negociación” no fue sólo comercial, hay muchos temas más que obligan a cambiar sustancialmente nuestra legislación, mientras que en EE.UU. cualquier legislación federal o estatal prima sobre el tratado; nunca aparecieron las “especiales consideraciones” de EE.UU. con Colombia por la lucha contra el terrorismo, pues para los gringos es claro que “business are business”; la CAN quedó herida de muerte, se están modificando sus Decisiones para acomodarlas al TLC; Chávez anunció su retiro; se fue al suelo toda perspectiva de integración regional; la legislación nacional sobre inversiones, parques naturales, petróleo, agua y bosques hace concesiones a los gringos y se acomoda al TLC; es la verdadera “agenda interna”.

El balance más claro de lo sucedido con el acuerdo a que llegaron los negociadores colombianos con los negociadores gringos, lo hace el propio gobierno de Bush. Veamos algunos apartes del Resumen que sobre el Tratado publicó el 27 de febrero la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos:

“(…) Más del ochenta por ciento de las exportaciones de Estados Unidos de productos para el consumidor e industriales a Colombia serán libres de aranceles tan pronto entre en vigor el acuerdo, y un siete por ciento adicional serán libres de aranceles en un plazo de cinco años. Todas las tarifas restantes serán eliminadas en un plazo de diez años. Muchos productos pertenecientes a sectores clave de exportación en Estados Unidos, tales como la agricultura y material de construcción, aviones y piezas, piezas auto, fertilizantes y productos agro-químicos, equipo de la tecnología de información, médico y científico, y la madera, tendrán el acceso libre de aranceles de manera inmediata a Colombia. Colombia se unirá al acuerdo de la tecnología de información del WTO (ITA), que quita tarifa y barreras no arancelarias a los productos de tecnología de la información (…)

(…) Colombia ha acordado permitir comercio en mercancías remanufacturadas según los términos del acuerdo. Esto proporcionará oportunidades significativas de exportación y de inversión para las firmas de Estados Unidos implicadas en productos remanufacturados tales como maquinaria, computadoras, teléfonos portátiles, y otros dispositivos (…)

(…) Colombia es un mercado cada vez mayor para los productos de Estados Unidos. Las exportaciones de las mercancías de Estados Unidos en el 2005 fueron de $5,4 mil millones, un aumento del veinte por ciento en comparación con el 2004 (…)

(…) Las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Colombia que recibirán el tratamiento con franquicia inmediato incluyen la carne de vaca de la alta calidad, algodón, trigo, soya, alimento de soya; frutas y verduras dominantes incluyendo manzanas, peras, melocotones, y cerezas; y muchos productos alimenticios procesados incluyendo papas fritas y galletas congeladas. Los productos agrícolas de Estados Unidos que se beneficiarán del acceso mejorado al mercado incluyen el cerdo, la carne de vaca, el maíz, aves de corral, el arroz, las frutas y las verduras, los productos procesados, y los productos lácteos (…)

(…) Colombia acordó exceder las comisiones hechas en el WTO, y desmontar barreras significativas de los servicios e inversiones, tales como requisitos que las firmas de Estados Unidos empleen a nacionales en lugar de americanos para proporcionar servicios profesionales (…)

(…) Estas comisiones y mejoras en los servicios de Colombia y régimen de la inversión permitirán que las firmas de Estados Unidos lleven la ventaja completa de los beneficios del acuerdo a través de todos los sectores, incluyendo, pero no limitado a la construcción, todos los servicios profesionales (tales como ingeniería), y la energía (…) Los surtidores del servicio financiero de Estados Unidos tienen completo derecho a establecer subsidiarios o sucursales para los bancos y las compañías de seguros (…) Los encargados de manejar portafolios en los Estados Unidos podrán proporcionar servicios de gerencia de portafolios a los fondos mutuales y a los fondos de jubilación en Colombia, incluyendo a los fondos que manejan cuentas privatizadas de la Seguridad Social (…)

(…) A los usuarios de una red de telecomunicaciones se les garantiza acceso razonable y no discriminatorio a la red en Colombia. Esto evita que las firmas locales tengan acceso preferencial o "primer derecho" a las redes de telecomunicaciones (…) Las compañías de teléfonos de Estados Unidos obtuvieron el derecho a interconectarse con las redes fijas de los proveedores dominantes Colombianos con tarifas no discriminatorias y basadas en costo (…) Las firmas de Estados Unidos podrán rentar líneas de las redes de telecomunicación Colombianas en términos no discriminatorios y revender la mayoría de los servicios de telecomunicación de surtidores Colombianos para construir una base de clientes (…)

(…) El acuerdo establecerá un marco jurídico estable para los inversionistas de Estados Unidos que funcionan en Colombia (…) Todas las formas de inversión serán protegidas según los términos del acuerdo, incluyendo las empresas, deudas, concesiones y contratos similares, y la propiedad intelectual (…) Con muy pocas excepciones, tratarán a los inversionistas de Estados Unidos tan bien como a los inversionistas Colombianos (o inversionistas de cualquier otro país) en el establecimiento, la adquisición, y la operación de inversiones en Colombia (…) Conforme a la autoridad de la promoción comercial de Estados Unidos (TPA), el acuerdo extrae de los principios y las prácticas legales de Estados Unidos de proporcionar a inversionistas de Estados Unidos en Colombia con las protecciones substantivas y procesales que los inversionistas extranjeros gozan actualmente bajo sistema legislativo de Estados Unidos. Éstos incluyen protecciones de proceso debidas y el derecho a recibir el valor comercial justo por la propiedad en el acontecimiento de una expropiación (...) Las protecciones del inversionista en el capítulo de la inversión están apoyadas por un mecanismo transparente, obligatorio internacional de arbitraje, bajo el cual los inversionistas pueden, en su propia iniciativa, traer demandas contra un gobierno para una ruptura supuesta del capítulo. Las sumisiones a los tribunales arbitrales del inversionista-estado serán hechas públicas, y las audiencias estarán abiertas generalmente al público. Los tribunales también serán autorizados para aceptar sumisiones amicus de partes no-disputantes (...) El arbitraje del Inversionista-estado también estará disponible para las demandas de los inversionistas por rupturas de los acuerdos de la inversión, la concesión y los contratos similares entre los inversionistas y los gobiernos de Colombia que se relacionan con los recursos naturales, la infraestructura, o los servicios públicos y que fueron concluidos antes o después de la entrada en vigor del acuerdo (...)

(…) Provee la restauración de los términos de patente para compensar por el retraso en conceder la patente original, consistente con la práctica de Estados Unidos. Limita los argumentos para revocar una patente, así protegiendo contra la revocación arbitraria. Clarifica que los datos de prueba y los secretos comerciales sometidos a un gobierno con el fin de la aprobación de un producto serán protegidos contra el uso comercial injusto por un período de 5 años para los productos farmacéuticos y de 10 años para los productos químicos agrícolas. Requiere un sistema prevenir la comercialización de los productos farmacéuticos que infringen con las patentes (…)

(…) Conceden a los surtidores de Estados Unidos derechos no discriminatorios de hacer una oferta en las compras de los ministerios, las agencias y los departamentos del gobierno Colombiano. Se excluyen las compras de bajo valor. Cubre las compras de los ministerios y de los departamentos de Colombia, así como su legislatura y cortes. Las firmas de Estados Unidos también serán aseguradas del acceso a las compras de un número de las empresas del gobierno de Colombia, incluyendo su compañía petrolera. Incluye las compras de todas las entidades de primer grado secundario centrales (comparables a los estados de Estados Unidos) de Colombia. Darán derecho a los surtidores de Estados Unidos también al tratamiento nacional cuando ciertas entidades de servicio publico de telecomunicaciones y eléctricas que no serían cubiertas de otra manera bajo el capítulo de consecuciones del gobierno hagan compras (…)

(…) El acuerdo también requiere que Colombia se asegure de que cualquier monopolio privado o público que designen, y cualquier empresa del estado, estén conforme a las disciplinas diseñadas para eliminar los abusos de su estado especial que discriminen contra o dañen los intereses de las compañías de Estados Unidos (…)”

Los apartes transcritos del resumen elaborado por el propio gobierno norteamericano, me eximen de hacer comentarios adicionales, pues lo único que hacen es confirmar que el TLC es la peor entrega de nuestra soberanía y el atentado más grande que gobierno alguno haya cometido contra los intereses de la Nación y el pueblo colombiano.

La Central Unitaria de Trabajadores y con ella el conjunto del movimiento sindical y social, no pueden hacer cosa distinta que profundizar la lucha contra el TLC en las etapas que aún le restan para su concreción definitiva, como los debates en el Congreso de la República y en la Corte Constitucional, para impedir que el gobierno de Uribe, envalentonado con la reelección lograda, imponga esta nueva traición a la patria. La derrota del TLC continúa siendo una de nuestras principales banderas de lucha.

Notas

(1) El resumen completo que el gobierno norteamericano hace con explicable alborozo, puede leerse en inglés en el Boletín “Trade Facts” (“Hechos de Comercio”) de fecha 27 de febrero de 2006 en la página web de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, www.ustr.gov, el equivalente a nuestro Ministerio de Comercio.

- Álvaro Morales Sánchez es secretario de Asuntos de la Construcción, la Economía Informal y Solidaria del Central Unitaria de Trabajadores -CUT- de Colombia