Segundo Foro de América del Norte
Un modelo de comercio centrado en el pueblo para América del Norte
Los legisladores de América del Norte y los actores de la sociedad civil se reunirán en Ottawa el próximo 5 de junio para formular alternativas centradas en el pueblo al programa de profundización de la integración continental. Esta sesión continuará con el trabajo del primer Foro Trinacional, celebrado en Washington los días 4 y 5 de mayo de 2005.
Entre los participantes que han confirmado su asistencia figuran:
• legisladores de la Cámara de Diputados de México, el Congreso de Estados Unidos y el Parlamento de Canadá, y
• representantes de la sociedad civil de cada país, incluidos miembros de la red canadiense Fronteras Comunes y la Red Quebequesa sobre la Integración Continental.
Las redes de la sociedad civil participantes han documentado las brechas cada vez mayores entre pobres y ricos en el marco del TLCAN, y sostienen que los programas y protecciones sociales han sido sacrificados en aras de un estrecho provecho económico de los más ricos. Un análisis realizado en fecha reciente muestra que 60 por ciento de las familias canadienses se encuentran actualmente en una situación económica peor que la existente antes del tratado de libre comercio.
Por su parte, varios legisladores progresistas han expresado inquietudes acerca del hecho que el TLCAN promueve un modelo que supone un deterioro de las condiciones en lugar del desarrollo equitativo en los tres países. El punto de arranque de este proceso en América del Norte es el rechazo de los gobiernos de los tres países a llevar a cabo un examen abierto de los efectos del TLCAN en la gente, las comunidades y las regiones.
En lugar de ello, los tres mandatarios de América del Norte siguen reuniéndose a puerta cerrada para ampliar el acuerdo, del que no se sabe mucho, conocido como Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del norte (ASPAN). Los comunicados de prensa promueven esta reinstrumentación de unas 300 áreas de políticas y programas como medidas inofensivas de “eficiencia” que no merecen contar con la contribución de los legisladores o el público. Muchos participantes en el foro cuestionan el secretismo.
Los participantes siguen examinando las medidas de la ASPAN como posibles instrumentos para una mayor integración. De hecho, las deliberaciones mantenidas por los líderes ya han pasado por un pacto de energía y la armonización de las políticas de migración y seguridad. Estos temas abren una puerta peligrosa hacia el “NAFTA +”, una fusión general de políticas nacionales para eliminar lo que los grupos de presión corporativos multinacionales consideran “incompatilidades” que limitan las ganancias.
El foro de este año es especialmente oportuno para los canadienses. La capitulación del gobierno federal en la cuestión de la madera blanda de construcción pone de manifiesto lo que Canadá sacrificó por un acuerdo TLCAN que es incapaz de proteger nuestros intereses nacionales.
El foro de este año se propone aprovechar la oposición bien fundamentada de los participantes para hacer propuestas positivas. Los participantes examinarán nuevos enfoques con los que abordar las relaciones sociales y económicas en América del Norte. El objetivo para el 5 de junio es lograr un plan de trabajo de América del Norte para elaborar un modelo de comercio centrado en el pueblo que incluya como principios primordiales la calidad de vida y la protección del medio ambiente.