Un Gobierno que no nos representa ha escogido la violencia como camino para detener la justa expresión y rechazo de los indígenas y la población del campo frente al TLC, quienes nos han puesto en alerta al país sobre los daños irreparables que significará la firma del TLC no solo en la agricultura, sino además en el trabajo, el ambiente, la salud, la educación, los servicios sociales, afectando la totalidad de nuestras vidas y la de nuestros hijos.

Denunciamos las innumerables acciones abusivas e inconstitucionales de maltrato, violencia, discriminación y cárcel cometidas en los últimos días por el Gobierno de turno contra mujeres, jóvenes y familias movilizadas a lo largo de todo el país.

La respuesta del Gobierno ha sido el ‘maltrato’, la mentira, el abuso, la desinformación, la discriminación y ‘el racismo’. Nos quieren hacer creer que solo los indígenas están contra el TLC. Se ha recurrido a la violencia como única vía para acallar la voz y atemorizar a la población. Está claro que estas medidas son resultado de la presión de minoritarios grupos económicos del país y de los ‘agentes’ de los poderes transnacionales, que esperan beneficiarse de este ‘tratado’. Mientras se reprime a los campesinos, las élites empresariales traicionan al país, exigiendo con descaro la derogatoria de las últimas reformas a la Ley de Hidrocarburos.

LOS ‘HUMANISTAS’ RECHAZAMOS LA VIOLENCIA y las actitudes prepotentes, discriminatorias y racistas del Gobierno. Rechazamos la negociación en ‘secreto’ de lo que nos pertenece a todos, rechazamos la falta de información sobre una negociación que se realiza en extrema desigualdad.

LOS ‘HUMANISTAS’ RECHAZAMOS EL TLC ya que constituye la entrega de los recursos naturales, energéticos y de servicios a Estados Unidos, a la banca internacional, a las transnacionales. El TLC significará privatización de los servicios sociales, desindustrialización, incremento de la pobreza y la desigualdad, migraciones forzadas, mayor control militar, pérdida de nuestra biodiversidad y de nuestros valores solidariosYa empezamos a sentir las consecuencias del poder ‘globalizador’ dirigido por las transnacionales: pérdida de soberanía de nuestros estados nacionales y limitación de los derechos democráticos . Rechazamos el TLC porque nos afecta a todos, a nuestra producción agrícola, a nuestra soberanía alimentaria.

En cada lugar donde estamos multiplicamos nuestra solidaridad. Nos solidarizamos con nuestros hermanos del campo, con nuestros hermanos ‘indigenas’que han llegado hasta la capital, venciendo la represión y maltrato. Sus frutos son de todos, las semillas son nuestras, los alimentos son de nuestros familias y nuestros hijos. Tenemos en nuestras manos un tesoro, un regalo muy preciado, que perderemos todos si este Gobierno irresponsable firma el TLC.

Exigimos que el TLC sea sometido a un PLEBISCITO para su aprobación o rechazo.

INVITAMOS A TODOS a promover la integración de nuestros pueblos más allá de una simple integración económica de los mercados.

Ecuador, 5 de abril 2006