¿Integración subordinada a Estados Unidos o integración alternativa de países del Sur?

Los días 4 y 5 de noviembre tendrá lugar en Mar del Plata, Argentina, la IV Cumbre de las Américas, que reunirá a todos los presidentes del continente, incluyendo a Vicente Fox, a George W. Bush, y con la exclusión de Cuba.

La Alianza Social Continental (ASC), está convocando a la III Cumbre de los Pueblos de América (1 al 5 de noviembre de 2005) paralelamente la Cumbre Oficial.

Antecedentes

En 1994, entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno de Estados Unidos organizó en Miami la Primera Cumbre de las Américas, en la que involucró a todos los gobiernos subordinados del hemisferio a negociar la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), con la que se concretaba la llamada /Iniciativa de las Américas/ lanzada por Bush padre y cuyo primer paso fue precisamente el TLCAN. El ALCA, casi sobra decirlo, buscaba extender el modelo y las fronteras del TLCAN hacia todo el continente y subordinar más claramente a éste a la hegemonía norteamericana con una constitución económica supranacional, sobre todo en miras de su competencia con los otras potencias y bloques capitalistas del mundo, pues al final de cuentas la globalización no es sino el escenario, la arena, donde se desarrolla esa disputa.

En 1997, en contraposición a esta amenaza, un conjunto de organizaciones, redes y movimientos sociales, de diversos países del continente, algunas de ellas con la experiencia frente al TLCAN y otras con poca relación previa, decidieron convocar a la creación de una gran /Alianza Social Continental/, como un pacto entre movimientos diversos que representara un contrapeso social, de tal magnitud, que pudiera detener el avance del ALCA.

En 1998, de manera paralela a la Segunda Cumbre de las Américas en Santiago de Chile, se realizó la Primera Cumbre de los Pueblos de América para dar voz a los pueblos excluidos. Ahí nació la Alianza Social Continental (ASC).

En abril del 2001 se celebró la Segunda Cumbre de los Pueblos de América en la ciudad de Québec, Canadá, para encarar a la Tercera Cumbre oficial con actividades diversas y movilizaciones importantes. En esa ciudad, se lanzó la iniciativa de realizar una Consulta Popular Continental sobre el ALCA apoyada en una amplia campaña.

En 2004, en Miami, las negociaciones del ALCA finalmente se estancaron y así continúan hasta la fecha (según la pretensión de Bush, el ALCA debía haber entrado en vigor el 1º de enero del 2005), eso no lo logró.

Para el movimiento popular y el movimiento global de resistencia fue una victoria. Sin embargo, Estados Unidos (EU) no ha quitado el dedo del renglón, continua empujando el "libre comercio" por la vía de tratados bilaterales o regionales, como los que está imponiendo a Centro América y a la Región Andina (además del TLCAN plus para Norteamérica), que junto con otros planes (Plan Colombia) y megaproyectos (PPP), forman parte de las piezas del rompecabezas que EU está colocando todos los días para afirmar su dominación sobre nuestro continente.

Las Cumbres de Mar del Plata

En este contexto, y en el marco de los cambios geopolíticos que se han venido sumando, principalmente en Sudamérica en los últimos años, EU finalmente citó -porque la había venido postergando por falta de condiciones-- a la Cuarta Cumbre de las Américas en Mar del Plata, Argentina (país que ya estaba programado como sede desde años atrás cuando todavía estaba un gobierno abiertamente proyanqui). Dado el estancamiento del ALCA -que están tratando de desatorar con la ayuda del gobierno mexicano--, y dejando de lado la retórica sobre el empleo, la Cumbre se centra en los temas de Seguridad (por supuesto de EU, incrementando la subordinación militar de los demás países) y de la "Democracia" (por supuesto American Style, lo que en realidad busca es recomponer la situación política del continente y aislar a procesos como el venezolano).

La convocatoria de la ASC, incluirá un conjunto de foros, eventos y asambleas hemisféricas, además de diversas acciones y movilizaciones, especialmente la que tendrá lugar el 4 de noviembre que se espera sea una enorme manifestación principalmente contra Bush. Se está convocando también a que esa manifestación sea acompañada por una jornada continental de acciones.

El movimiento social y civil mexicano tiene un lugar especial en esta cita. A veces se piensa que no puede haber algo peor que el TLCAN y eso fomenta una visión fatalista; pero, además de que el propio TLCAN podría ser anulado o renegociado si México se lo propusiera, existen ahora nuevas y mayores amenazas que todavía es posible detener. A pesar del desastre social y la pérdida de soberanía que han implicado para nuestro país más de diez años de TLCAN, ahora el gobierno de Vicente Fox está negociando con EU el Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), que no es otra cosa que el TLCAN plus, el cual profundiza la integración subordinada de México a EU, especialmente en áreas tan estratégicas como la energía y la seguridad. De hecho, el ASPAN representa el tipo de acuerdos "de segunda generación" que ahora EU está interesado en filtrar durante la Cumbre de las Américas.

El reto del movimiento social y civil mexicano.

El reto mexicano es llevar a la Cumbre de los Pueblos la experiencia del TLCAN; sumar al TLCAN plus en la resistencia que levantan en todas partes los pueblos del continente a la dominación de Estados Unidos; sumar la perspectiva mexicana a la agenda social continental; contribuir a la construcción de las Alternativas para las Américas, desde la sociedad ante la integración subordinada basada en el modelo neoliberal y de "libre comercio". En este escenario nuestro futuro está en juego. Ahí está la cita para participar en la Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata y acompañarla con acciones desde México.

Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)

Octubre, 2005.