Desde hace meses una propaganda televisiva y radiofónica millonaria que llega hasta los últimos rincones del país pretende hacer creer a los peruanos que el Tratado de Libre Comercio (TLC) es beneficioso para el Perú porque nos abrirá las puertas de Estados Unidos para vender nuestros productos en ese país, lo cual generaría fuentes de trabajo en base a la actividad exportadora.

Lo que no dice esa publicidad es que al firmarse el TLC nuestro país también deberá abrir sus puertas para que ingresen los productos norteamericanos que tienen la ventaja de estar subsidiados por el propio estado norteamericano.

La importación de productos de Estados Unidos ocasionaría la ruina de productores y agricultores nacionales quienes no podrían competir en condiciones de equidad, no porque sean malos trabajadores sino por la sencilla razón de que EEUU exporta productos básicos de la canasta alimentaria como el trigo, el arroz y el maíz muy por debajo de su costo de producción.

El spot publicitario que martillea la cabeza de los peruanos resulta siendo lo que en filosofia se conoce como un sofisma, pues con argumentos parcialmente verdaderos intenta persuadirnos de algo que al final resulta falso.

Por eso es muy meritorio que en estos días miles de compatriotas hayan salido de sus hogares para expresar con su presencia y su voz en las calles su rechazo a la forma cómo se viene negociando un TLC en el que la mayoría de peruanos será víctima de sus efectos.

El miércoles 13 se movilizaron los gremios agrarios unidos en torno a CONVEAGRO (www.conveagro.org.pe), los industriales farmaceúticos nacionales y otros sectores laborales vinculados al sector salud quienes se movilizaron hacia el Ministerio de Industria y Comercio. Ayer jueves 14 lo hicieron miles de obreros de construcción civil, maestros, catedráticos, universitarios, jóvenes, enfermos de SIDA y trabajadores en general.

El TLC aparece con más nitidez en la agenda de las organizaciones populares de Perú pero, sin duda, aún falta esclarecer de manera más amplia todo su significado. El TLC es una amenaza pero también una oportunidad para debatir los intereses y las orientaciones en las relaciones económicas internacionales así como la necesidad de una agenda y un plan estratégico de desarrollo nacional.

El Presidente Alejandro Toledo afirmó hace meses que el TLC se firmará: "Sí o sí" y a pesar que le llovieron críticas por que esa expresión debilitaba la capacidad negociadora del Perú hace unos días volvió a repetirla y tuvo eco internacional como una expresión de la voluntad nacional.

Lo que debe saber la opinión pública internacional es que la popularidad presidencial apenas alcanza el 15 por ciento y existe una gran brecha entre la visión personal de Alejandro Toledo y la del ciudadano común y corriente que desconfia de sus promesas y también del TLC.

Vea la Marcha del 14 de julio en fotos: http://www.servindi.org/sp/Campana_TLC/Fotos.htm