A pesar de que los medios de comunicación y los promotores neoliberales del TLC, han convertido la aprobación del tratado por parte del Senado Estadounidense, realizada el pasado 30 de Junio, como la casi aprobación definitiva del mismo; esta votación no significa que para la administración Bush y los gobiernos de Centroamérica esté ganada la batalla. Es más, todavía está lejos de que esto sea cierto.

Porque lo que no han querido hacer público es que dicha votación quedó 54 votos a favor contra 45 votos en contra. Esa es la votación más raquítica que ha logrado un acuerdo comercial en el Senado, aún incluso que esa es la instancia en la que la Administración Bush, siempre ha considerado segura por el fuerte control y mayoría del Partido Republicano.

Lo que tampoco han querido decir es que esta no es una "pelea" bipartidista (Republicanos contra Demócratas); por el contrario el TLC lo que ha provocado es la "rebelión" de los mismos senadores y congresistas republicanos, por los efectos negativos del tratado en su propio país.

Tampoco han querido decir, que esa "insignificante" mayoría de apenas 9 votos con la que aprobaron el tratado en el Senado, se ha logrado después de cuatro ofrecimientos de la Casa Blanca bastantes dudosos, para convencer de última hora a varios senadores:

a. La Administración se compromete a dar $40 millones por año durante los siguientes 4 años fiscales para financiar la aplicación de estándares laborales, incluyendo un proceso de monitoreo por parte de la OIT. b. La Administración se compromete a enviar ayuda financiera a los países de la región, para apoyar a productores agropecuarios impactados negativamente por el tratado. c. La Administración se compromete con la industria azucarera estadounidense a imponer topes a la importación de azúcar centroamericana y/o a brindar subsidios adicionales a los azucareros estadounidenses, para que no sean impactados por el tratado. d. La Administración ratificó que con el TLC, Estados Unidos no tiene ningún tipo de obligación migratoria.

Estos ofrecimientos lo que reflejan es simplemente la bancarrota de la Administración Bush de tener que recurrir a la política de "comprar votos", como única vía de tratar de "paliar" las grandes asimetrías en los aspectos laborales, agrícolas y migratorios que son temas sensibles para senadores y congresistas. Es necesario entender que con la aprobación del TLC, se está jugando toda la política comercial del actual gobierno estadounidense, por eso la presión es muy fuerte, y están recurriendo a cualquier "subterfugio" para poder ganar esta elección.

Pero la decisión definitiva se tomará en la Cámara de Representantes, después del 11 de julio. En esta instancia aún les faltan entre 15 y 20 votos para poder aprobar el Tratado.

El movimiento social estadounidense está en pie de lucha, haciendo muchas acciones en coordinación con organizaciones centroamericanas, para exigirle a los congresistas que no voten afirmativamente el tratado y denunciando las desastrosas consecuencias para nuestros países.

Por otra parte, aunque en Estados Unidos el TLC llegue a ser ratificado, en los otros países que no lo han hecho: Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana, aún queda muchas cosas por hacer. La historia no está escrita, en todos nuestros países durante mas de dos años hemos hecho esfuerzos para alertar, informar y sensibilizar a la ciudadanía sobre los perversos impactos que el TLC tendría para las trabajadoras-es, campesinas-os, indígenas, pequeñas empresas, y para la defensa de los derechos a la Educación, salud y servicios básicos para toda la población.

El próximo Jueves 6 de Julio el Movimiento Popular y Social Nicaragüense está convocando a una movilización nacional contra el TLC.

El día 23 de Julio el Encuentro Popular en Costa Rica tendrá una jornada nacional contra el TLC, expresada en diversas actividades en el Atlántico, Guanacaste, Talamanca y San José.

Llamamos a redoblar esfuerzos contra el TLC, a fortalecer y profundizar nuestra organización y movilización en este momento en que entramos a la fase decisiva de la lucha. Esforcémonos para potenciar lo que hasta ahora hemos avanzado. Todavía no hay nada decidido, ni en Estados Unidos, ni en Nicaragua, ni en República Dominicana, y menos en Costa Rica. Todas nosotras-os podemos influir en la última decisión.

Que las voces triunfantes que quieren ver ya aprobado el TLC tengan que callarse por la voz del pueblo que derrota este proyecto de dominación cultural, económica y política.

¡NO AL TLC! POR LA INTEGRACIÓN DE LOS PUEBLOS - CONTRA EL LIBRE COMERCIO