Los herederos del ALCA

2005-05-13 00:00:00

Coincidencia o no, la "pequeña cumbre" que tuvo el canciller argentino
Rafael Bielsa en Washington con seis de sus más pesados embajadores,
resultó en una defensa del ALCA. Lo más sorprendente no es que lo haga,
sino el momento latinoamericano escogido y los argumentos usados para
defender tamaña cosa.

Su defensa doctrinal del ALCA fue publicada en el diario Clarín del lunes 2
de mayo de este año en la página 19, bajo el sugerente título: "Un ALCA con
principios puede tener buen final", todo un manifiesto político.

Que el ex asambleísta porteño se haya convertido en defensor del ALCA no
debe sorprender, es apenas un signo más de la dinámica de las relaciones
que vienen tejiendo los gobiernos de Argentina y Estados Unidos.
Posiblemente se deba a eso que Eduardo Murúa, dirigente del MNER, definió
con lupa leninista: "el kirchnerismo es la etapa superior del menemismo".
La transversalidad se inventó para permitir el deslizamiento de izquierda a
derecha, no al revés.

Bielsa comienza preguntándose lo que nadie en su sano juicio se preguntaría
desde mediados de 2004: "¿Es apresurado declarar que el ALCA ha muerto?" Ni
siquiera Robert Zoellick se cuestionaría eso. En febrero del año pasado, el
ya exhausto Representante Comercial de EE.UU. declaró en Cancún: "No
podemos decir que estamos contentos con los resultado de esta reunión" (La
Jornada, México). Era el ALCA que expiraba en forma de Zoellick.

Zoellick fue el encargado por el gobierno de Bush para construir el ALCA.
Hace más de dos meses fue retirado de sus funciones; se fue a trabajar a
una multinacional porque fracasó en el proyecto de instaurar el ALCA. Así
lo registró la prensa estadounidense y latinoamericana. Por ejemplo, el
Miami Herald señaló: "¿Podemos considerar que la salida del Encargado de
Negocios R. Zoellick tenga alguna relación con el fracaso de las
negociaciones para formar una alianza hemisférica de comercio?" (11 de
marzo 2005)

Seguramente usar la palabra muerte es un problema porque conduce a valores
absolutos y sabemos que la realidad huye de ellos. El único absoluto es
Dios y por eso no existe. Pero entonces usemos la realidad para definir el
estado del ALCA. Sabemos que su descalabro no significa la derrota del
monstruo que lo engendró. Este continúa vivo, entre otras causas porque hay
quienes se convierten en sus testamentarios.

Los tres tiempos del ALCA

No es verdad, como dice el canciller en el primer párrafo de su editorial
que sólo han pasado "cinco meses de la fecha en la cual habría debido
entrar en vigor." En realidad, el ALCA lleva una decena larga de años de
negociaciones y tratativas.

Propuesto a Bush padre por un pequeño grupo de presidentes y cancilleres
latinoamericanos reunidos en Miami en 1991, fue convertido en política de
dominación hemisférica en 1994 cuando estaba por ingresar al poder el joven
Clinton. Si bien sus primeros 4 años fueron casi nulos porque hubo pocas
reuniones interestatales y todo pasó en declaraciones, no fue así en los
cinco años finales.

Desde el último año del gobierno de Bill Clinton, pasada ya la merebunda
soviética, puesta bajo control imperialista Serbia y encontrado un espacio
mínimo de equilibrio en Europa oriental, el gobierno norteamericano aceleró
el proceso de construcción del ALCA. Lo que en su momento Roger Noriega
definió como "Nuestra vuelta hacia el sur".

Según las actas, entre el año 1998 y 1999 se realizaron 9 cumbres de
ministros, 17 reuniones de trabajo de vice ministros y 49 encuentros de
técnicos, además de la redacción de unos quinientos párrafos de acuerdos
comerciales (y desacuerdos metidos entre los famosos corchetes) en las 9
áreas en discusión.

Esa dinámica se aceleró furiosamente desde finales del 2000 y tuvo su
culminación entre comienzos y mediados del 2004. Además de las finanzas
propias, proveídas por cada Estado, el Banco Interamericano de Desarrollo y
la OEA aportaron un poco más de 700 millones de dólares en esos 4 años de
furia pro ALCA.

El fantasma de Seatle recorrió el hemisferio

Como si bailara un jarabe tapatío (1) en un velorio, el canciller argentino
descubre en mayo de 2005 que "Es probable que nos encontremos en una etapa
refractaria del ALCA, pero el fenómeno sigue constituyendo el desafío de
esta hora". La verdad es otra, sólo la podemos encontrar en la realidad
continental de los últimos 5 o 6 años.

Una suma aproximada de la gente movilizada contra el ALCA en Argentina,
Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Brasil, Venezuela, Uruguay, Paraguay y
Colombia, Miami, Washington, Toronto, Seatle, Roma y Génova, Toronto,
Ginebra, entre marzo de 2001 y enero de 2004, nos dio unas 68 millones de
personas. El resultado de los 9 plebiscitos realizados en Argentina, Brasil,
Ecuador, Colombia, Uruguay, Bolivia, Venezuela, Costa Rica y Guatemala,
arrojó unos 31 millones de firmas que condenaron el proyecto hemisférico.
Decenas de miles de honestos militantes entregaron su esfuerzo a esa tarea.
(FUENTE: Wikipedia.org)

Esta masa de movilizados fue llevada a las calles, edificios de
convenciones, palacios gubernamentales, playas y plazas. Entre 1998 y 2001
se conformó la más grande red de redes de organizaciones, grupos, centrales
sindicales, partidos de izquierda y movimientos comunitarios, como pocas
veces se vio en el siglo XX. Los únicos casos similares fueron las campaña
contra el fascismo en la Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial
(según cuenta Erick Hobsbawn) y por otro lado, las campañas en defensa de
la Revolución Rusa (1918 a 1919) y de Vietnam y Cuba más recientemente.

Doce (12) cumbres presidenciales y de ministros fueron saboteadas hasta el
cansancio, al punto que los dueños del G-7, del Foro de Davos, de la OMC y
el Banco Mundial comenzaron a buscar islas lejanas o montañas ignotas para
reunirse.

Esa formidable campaña internacional dio sus frutos en 2003. Desde la
reunión de Guadalajara comenzaron a fracasar "las cumbres" y reuniones de
"notables". La última, si faltaba alguna duda de hasta donde había llegado
la campaña contra el ALCA, fue en febrero de 2004, cuando tuvieron que
suspender la "cumbre" de Puebla y cada jefe de Estado tuvo que volverse a
su casa sin abrir las maletas.

Memoria del anti imperialismo

La batalla internacional contra el ALCA constituye una importante derrota
de la política de semicolonización hemisférica del imperialismo yanqui
desde la fundación del I Congreso Panamericano de Washington en 1889.

Esta batalla conquistó varios méritos políticos de alto valor. Algunos sólo
fueron alcanzados por los poderosos movimientos socialistas de la primera
mitad del siglo XX, o antes, por las campañas internacionales de la IIa.
Internacional liderada por el marxismo.

Por ejemplo, relacionó movimientos de luchadores e intelectuales del mundo
metropolitano y de los países atrasados. Relacionó organizaciones
sindicales y comunitarios de ambos mundos, que por décadas se extrañaron y
se desconfiaron. Unificó capas y sectores sociales pocas veces vista en
acción, perfilando un movimiento de perfiles democráticos y anti
imperialistas. Una de sus mejores conclusiones de ese movimiento, fue el
desarrollo de corrientes masivas de jóvenes que se declaran "anti
capitalistas".

Uno de los productos más rutilantes de esta reciente historia es la
conformación de una red de medios alternativos, libres y comunitarios con
poder de reinformación sobre millones de personas. De eso no se tenía
memoria desde las décadas del 20 y el 30 cuando el cinematógrafo fue usado
como medio de información de masas para construir espacios de opinión
pública en el movimiento obrero, campesino y de clase media en Europa,
Japón, Estados Unidos, México y Argentina.

Desde la derrota en la Guerra de Vietnam, el gobierno de los Estados Unidos
no había sufrido derrotas importantes. Ni el descalabro de Irán y el de
Nicaragua son equiparables en su dimensión al golpe sufrido en el ALCA. Al
contrario, si algo saboreó Washington fue triunfos -aún después de algunos
retrocesos locales, como los citados-. La imposición del neoliberalismo
latinoamericano en los años 80 y 90 fue una demostración palmaria.

Lo novedoso del caso ALCA es precisamente lo contrario: Washington perdió
esa batalla. El detalle estatutario de la fecha de su "puesta en
funcionamiento" para el pasado 5 de enero, no es más que eso, un detalle.
El ALCA no está muerto, pero sobrevive como sombra. Políticamente está
derrotado. Es el primer triunfo continental de una campaña contra el
imperialismo. El bilateralismo de los años 2003 y 2004 y del ridículo
"ALCA light" fueron la confirmación contradictoria del fracaso del proyecto
hemisférico. Excepto para sus herederos de último momento.

(1) Baile o danza mexicanos de rítmica muy acelerada y alegre

- Red Eco Alternativo
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